Por AFP
'Hemos presentado ante la Asamblea Legislativa un proyecto de reformas a la ley penitenciara en el sentido de volver permanentes las medidas especiales, transitorias, extraordinarias en el sistema penitenciario', aseguró en una rueda de prensa el ministro de Justicia y Seguridad, Mauricio Ramírez.
El Salvador aplica desde 2016 'medidas extraordinarias' de seguridad en seis cárceles que resguardan a pandilleros y que incluyen severos controles para cortar toda comunicación exterior de miembros de esas bandas tanto con sus compañeros libres como con familiares.
'Las medidas extraordinarias han sido una herramienta fundamental para que el Estado salvadoreño haya recobrado el control y seguridad del sistema penitenciario, que se había convertido en una especie de centro de comando y control de la criminalidad', sostuvo Ramírez.
En febrero, la relatora especial sobre ejecuciones extrajudiciales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Agnes Callamard, pidió al gobierno salvadoreño eliminar las medidas extraordinarias porque 'deshumanizan' a los pandilleros presos.
El proyecto prevé mantener 'el bloqueo a las comunicaciones', pero las visitas se reanudarían bajo un estricto control, usando la tecnología', dijo el ministro.
El diputado Antonio Almendáriz, que preside la comisión de Seguridad del Congreso, declaró que el texto comenzará a ser discutido la próxima semana, sin mencionar cuándo podría ser sometido al pleno de 84 diputados.
El Salvador cerró 2017 con 3.954 homicidios, 20% menos que en 2016, lo que significa 60,1 homicidios por cada 100.000 habitantes, una cifra que lo mantiene como una de las naciones sin guerra más violentas del mundo.
'Hemos presentado ante la Asamblea Legislativa un proyecto de reformas a la ley penitenciara en el sentido de volver permanentes las medidas especiales, transitorias, extraordinarias en el sistema penitenciario', aseguró en una rueda de prensa el ministro de Justicia y Seguridad, Mauricio Ramírez.
El Salvador aplica desde 2016 'medidas extraordinarias' de seguridad en seis cárceles que resguardan a pandilleros y que incluyen severos controles para cortar toda comunicación exterior de miembros de esas bandas tanto con sus compañeros libres como con familiares.
'Las medidas extraordinarias han sido una herramienta fundamental para que el Estado salvadoreño haya recobrado el control y seguridad del sistema penitenciario, que se había convertido en una especie de centro de comando y control de la criminalidad', sostuvo Ramírez.
En febrero, la relatora especial sobre ejecuciones extrajudiciales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Agnes Callamard, pidió al gobierno salvadoreño eliminar las medidas extraordinarias porque 'deshumanizan' a los pandilleros presos.
El proyecto prevé mantener 'el bloqueo a las comunicaciones', pero las visitas se reanudarían bajo un estricto control, usando la tecnología', dijo el ministro.
El diputado Antonio Almendáriz, que preside la comisión de Seguridad del Congreso, declaró que el texto comenzará a ser discutido la próxima semana, sin mencionar cuándo podría ser sometido al pleno de 84 diputados.
El Salvador cerró 2017 con 3.954 homicidios, 20% menos que en 2016, lo que significa 60,1 homicidios por cada 100.000 habitantes, una cifra que lo mantiene como una de las naciones sin guerra más violentas del mundo.
