Empresas salvadoreñas terminarán represa Chaparral

El Chaparral, la que sería la quinta presa hidroeléctrica con la que contaría El Salvador y la primera en construirse en medio siglo, será retomada por empresas constructoras locales.

Así lo ha decidido la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL), que ha lanzado ya tres licitaciones para obras vinculadas con el proyecto.

El Chaparral, que estará ubicada al norte de San Miguel, se licitó y adjudicó en 2008 a la empresa italiana Astaldi. Tras problemas con el diseño y las condiciones del terreno, la empresa dijo que no podría cumplir las condiciones del contrato, que era llave en mano, es decir, no admitía modificaciones en plazos ni en costos.

Como resultado, la obra ha estado abandonada desde 2010, y el contrato se dio por concluido en 2012, luego que el entonces presidente Mauricio Funes negociara una compensación por US$28,5 millones, para completar US$108 millones que incluían el pago por los avances hasta ese momento.

La Fiscalía General de la República inició una investigación sobre el caso, y recientemente liberó el inmueble donde se desarrollaba el proyecto para que la CEL pudiera disponer de él. La autónoma anunció que finalizar la presa implicará un costo adicional de US$71 millones, por encima del presupuesto original, que era de US$219 millones.

El presidente de la CEL, David López Villafuerte, justificó este costo ayer en una entrevista en Canal 10 y dijo que es una obra que el país necesita, ya que inyectará 66 megavatios adicionales al sistema, que aumentarán en un 13 % la generación hidroeléctrica. "Todo el año pasado tuvimos diseñando y haciendo el proyecto en detalle para lograr que las partes financiera y técnica fueran factibles", aseguró.

El funcionario explicó que han decidido dividir las obras que incluye el proyecto para poderlas adjudicar a empresas locales. A la fecha ya se han publicado las bases para tres licitaciones, una para la construcción de la casa de máquinas, otra para la fabricación del concreto que se necesitará y una tercera para la parte electromecánica.

"Le transmitimos el mensaje a las empresas agremiadas a CASALCO (Cámara Salvadoreña de la Industria de la Construcción), y el mayor trabajo será para la CEL en dividir los contratos, serán casi 30 contratos", dijo López.

"Hay capacidad"

El director ejecutivo de la CASALCO, José Antonio Velásquez, dijo que como gremial ven positivo que la CEL haya optado por contratar empresas salvadoreñas.

Sin embargo, aclaró que han hablado con el presidente de la autónoma sobre la necesidad de que se contrate a una empresa extranjera con experiencia en este tipo de obras, para que funja como administradora del proyecto.

"Si se hubiera dejado el proyecto a manos de una sola empresa, no hay ninguna en el país con la capacidad. Pero en cuanto a obra civil, capacidad de construcción y electromecánica, sí lo podemos hacer", señaló.

Agregó que hay que "celebrar" lo que está haciendo CEL, ya que se comenzará a formar a las empresas locales para que en un futuro puedan desarrollar este tipo de estructuras sin la necesidad de una empresa extranjera.

"Al hacerlo con varias empresas lograremos un bajo costo, participación de empresas nacionales y evitamos hacerlo como se hacía antes, con una sola empresa transnacional…", agregó López Villafuerte, presidente de CEL.

El costo total de El Chaparral ascenderá a unos US$290 millones, según ha previsto la CEL. Esta era una presa considerada cara aun antes del problema con Astaldi, ya que para las hidroeléctricas el costo promedio es de US$2 millones por megavatio instalado.