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El Salvador: débil economía, violencia y pobreza desafían a futuro presidente

Apuntalar la deprimida situación económica, reducir los elevados índices de pobreza y contener a las violentas pandillas, que siguen siendo una amenaza a la seguridad, son los principales desafíos que enfrentará quien resulte electo presidente en los comicios del domingo en El Salvador, estiman analistas.

2014-04-25

Apuntalar la deprimida situación económica, reducir los elevados índices de pobreza y contener a las violentas pandillas, que siguen siendo una amenaza a la seguridad, son los principales desafíos que enfrentará quien resulte electo presidente en los comicios del domingo en El Salvador, estiman analistas.

Por: estrategiaynegocios-Agencias

El principal reto del futuro gobierno será establecer 'un pacto de nación para hacer crecer la economía', que es la que menos avanza en la región desde que se dolarizó en 2001, dijo el economista Juan Héctor Vidal, exdirector de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP).

'Para el nuevo presidente el tema de la seguridad es prioritario y para enfrentar a las pandillas tiene que buscar un acuerdo con la empresa privada y otros sectores sociales para diseñar una estrategia que detenga el crecimiento de esos grupos delictivos', declaró a la AFP el consultor en temas de seguridad Juan Ramón Medrano.

Según las encuestas, los salvadoreños elegirán el domingo entre un segundo mandato consecutivo del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional(FMLN), que postula al excomandante guerrillero Salvador Sánchez Cerén, o un retorno a la derecha con la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), que propone al exalcalde capitalino Norman Quijano.

Quienquiera que resulte electo deberá enfrentar la tarea de estimular una economía que el año pasado creció apenas 1,9% de acuerdo con proyecciones oficiales, uno de los porcentajes más bajos de América Latina, y que arrastra problemas que se han venido acumulando a lo largo del tiempo.

'Lo más preocupante es la alarmante deuda externa que tiene el país, la cual ronda el 60% del PIB, más una deuda (de US$20.000 millones) que mantiene el Estado' con las administradoras privadas de pensiones, aseguró Vidal.

La deuda que contrajo el gobierno con las operadoras de pensiones cuando estos fondos se privatizaron en 1998, hoy cercana a la cifra del Producto Interno Bruto de 2012, que fue de US$23.864 millones, 'es un monstruo que no deja de crecer' en palabras del actual presidente Mauricio Funes.

Para Vidal, será inevitable que los sistemas de pensiones tengan que aumentar las edades de jubilación, elevar las cotizaciones e incluso reducir los montos de las pensiones.

A la cola de Centroamérica

Según el mismo analista, El Salvador es el país que 'menos crece' en América Latina junto con Venezuela, y desde hace diez años 'va a la cola' de Centroamérica debido a que, con la dolarización en 2001, se le puso 'un ancla' a una economía que venía creciendo muy poco.

Las remesas que envían los salvadoreños residentes en el exterior, especialmente en Estados Unidos, pilar de la economía salvadoreña en las últimas décadas, han perdido su ritmo de crecimiento. En 2013, fueron de US$3.969 millones, solo un 1,5% superior a las del 2012.

Las exportaciones, que en 2010 y 2011 crecieron a porcentajes de entre 16 y 18%, en 2012 se estancaron y en 2013 tuvieron un modesto incremento de 2,8%.

A la par del desafío económico, el nuevo gobierno deberá afrontar el problema de la violencia generada por las pandillas que, a pesar de mantener desde marzo de 2012 una tregua, siguen extorsionando a los transportistas, a pequeñas y grandes empresas e incluso a personas particulares.

La tregua redujo significativamente los homicidios, de 14 a 6,8 como promedio diario, según cifras oficiales, pero muchos dudan de la efectividad del pacto.

La tregua entre pandillas o maras, según Medrano, no puede ser desestimada por el nuevo gobernante y con 'transparencia' y 'consistentes programas' de prevención debe evitar que más jóvenes sean reclutados por las maras que tienen en las cárceles a unos 10.000 miembros y otros 50.000 en las calles.

Por otra parte, el futuro gobernante afrontará el desafío de seguir reduciendo la pobreza que, a pesar de la disminución lograda por el gobierno del presidente Funes de 3 puntos porcentuales en sus cinco años de gobierno, aún se mantiene en un 40,7%, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Un total de 4,9 millones de salvadoreños están llamados a las urnas el próximo domingo para elegir al sustituto del presidente Funes.

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