Guatemala destinará los fondos confiscados al crimen organizado para financiar las dependencias de seguridad del Gobierno. En el país actúan bandas nacionales e internacionales, como Los Zetas mexicanos.
Por: Infobae.com
La administración de Otto Pérez, que brega por la despenalización de las drogas, suele quejarse por los pocos fondos internacionales con los que cuenta para luchar contra el narcotráfico. De hecho, el mandatario utiliza el ejemplo de México cuando debe dar cuenta de de las grandes ayudas estadounidenses que recibe su vecino para su 'guerra antinarco'. Por esta razón, desde la vicepresidencia se anunció que todo dinero confiscado al se destinará a las entidades que participan en este terreno.
El Consejo Nacional de Administración de los Bienes en Extinción de Dominio explicó que el equivalente a unos US$1,8 millones serán distribuidos entre 6 instituciones gubernamentales, entre las que menciona a los ministerios de Defensa y Gobernación, la Procuraduría General de la Nación y el Organismo Judicial. No se descarta que, parte de ese dinero vaya a organizaciones civiles que combatan el consumo de sustancias ilegales.
Pérez Molina, un general retirado del ejército de 61 años denunciado por delitos de lesa humanidad, llegó al poder con una campaña de 'mano dura' para erradicar la violencia que agobia al país. Sin embargo, en febrero, a poco meses de haber asumido, sorprendió en con su propuesta de la despenalización del tráfico y consumo de drogas como una alternativa para enfrentar esa problemática.
Desde esa primera pronunciación, el mandatario asumió la propuesta como una cruzada personal que llevó a cuanto foro internacional o reunión bilateral tuvo. Su insistencia caló en algunos gobernantes que ya no descartan de manera tajante esa posibilidad e, incluso, hablan de buscar proyectos consensuados. Así, días atrás, los jefes de estado encargaron a la OEA la elaboración de propuestas sobre la política antidrogas más conveniente. El argumento del guatemalteco se basa en quela actual política no logra los resultados deseados y causa altos niveles de violencia en México y América Central.
Los Zetas fortalecieron sus operaciones en Guatemala tras la captura de los principales líderes de las organizaciones nacionales del narcotráfico y pasaron a ser el mayor grupo delictivo en el país. Según el ministro guatemalteco de Gobernación (Interior), Mauricio López, en el país no se puede hablar de 'ningún otro cártel con influencia en el país más que el de Los Zetas'.
El caso más mediático -y sanguinario- ocurrió el 16 de mayo de 2011. Ese día fueron hallados 27 cuerpos decapitados en una finca en la zona del Petén guatemalteco. Las autoridades señalaron como responsables de la masacre al cártel mexicano. El entonces presidente álvaro Colom impuso el estado de sitio en la zona, luego de la matanza, la peor perpetrada en el país desde la firma de la paz en 1996, y desplegó policías y soldados.
Desde entonces, nadie duda del poder del sanguinario cártel mexicano en Guatemala. Esta banda criminal nació como un grupo de soldados de élite retirados que ofrecían sus servicios como sicarios al cártel del Golfo, en México. Con el correr de los años, fueron creciendo en número de hombres y poder, hasta que se escindieron. La división supuso el comienzo de una sanguinaria lucha por el control del tráfico de droga, primero en el sur del país y ahora en toda la región. Se trata de la banda criminal mexicana con mayor dominio territorial.
