Por estrategiaynegocios.net
El Producto Interno Bruto (PIB) de Nicaragua experimentó el año pasado un crecimiento desacelerado de apenas 3.8 %, por debajo del 10.3 % observado en el 2021, lastrado por el enfriamiento fuerte de la economía en el último tramo del año, pese a la inyección del aguinaldo y el aumento del consumo en ese periodo, de cara a las fiestas de Navidad y fin de año.
En el cuarto trimestre, la economía de Nicaragua apenas creció 2.4 %, la tasa trimestral más baja del 2022, debido a crecimientos más débiles de la mayoría de las actividades económicas y por la contracción de dos de estas.
El crecimiento económico observado en el 2022 quedó por debajo del 4 % esperado por el Gobierno y la proyección del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La mayor contracción el año pasado se registró en la construcción, al caer un 25.9 % en el último trimestre del 2022, por lo que promedió una caída de 12.2 % anual. La contracción se debió “a disminuciones en la construcción pública y privada”.
En la construcción pública, disminuyeron los componentes de edificaciones no residenciales y las obras de ingeniería civil. Por su parte, en la construcción privada se registró disminución en el área efectivamente construida de edificaciones destinadas a residenciales, servicios e industria; y aumento en el destino de comercio, precisó el máximo emisor bancario.
Por su parte, la agricultura creció 4.3 % en el cuarto trimestre, por lo que su promedio anual fue de 3 %. Esto debido a “mayor generación de valor agregado en los cultivos de café, caña de azúcar, frijol, sorgo, ajonjolí, tabaco, entre otros”.
El comercio en el cuarto trimestre creció 4.8 %, para un promedio anual de 7.2 %. El Banco Central de Nicaragua (BCN) dice que esto obedeció a aumento en la demanda de productos al mayor y al detalle.
De hecho, el consumo finalizó con un crecimiento interanual de 3.9 %, luego de experimentar en el cuarto trimestre 3.3 %, debido a mayor consumo privado. Dentro de este desempeño, las remesas jugaron un papel clave.
El consumo de los hogares creció 5.9 % en promedio anual y 7.7 % en el cuatro trimestre, “debido, en parte, al aumento de las remesas procedentes del exterior y la recuperación del empleo”, dice el BCN.
El mayor aumento se experimentó en la actividad de hoteles y restaurantes, tras crecer en el trimestre final 33.6 %, para un promedio anual de 29 %.
Y si bien el sector anterior fue el que más se expandió en el 2022, fueron los servicios de intermediación financiera, la actividad que creció por primera vez en términos anuales, al repuntar 3.6 % y 4.3 % en el trimestre de referencia. Esto “debido al aumento en la cartera de crédito y a la mayor captación de depósitos en moneda extranjera y nacional”.
También en el cuarto trimestre la industria manufacturera creció 2.9 % (5.1 % en promedio anual), como resultado de la mayor producción de arneses, lácteos, azúcar, textiles, tabaco, entre otros. Dicho comportamiento fue parcialmente contrarrestado por disminuciones en la producción de productos cárnicos, derivados de petróleo, productos no metálicos, entre otros, indicó.
Con información de La Prensa
