El desempleo y la baja escolaridad son dos factores que inciden decisivamente en el nivel de pobreza en Costa Rica, que ha rondado el 20% en las últimas dos décadas, señaló este martes el Informe Estado de la Nación que publican anualmente las universidades públicas.
El prestigioso informe que elabora el Programa Estado de la Nación, integrado por las cuatro universidades estatales junto a la Defensoría de los Habitantes, indica que la pobreza en 2013 afectó a 20,7% de la población, manteniéndose en los mismos rangos históricos desde la década de 1990.
Además, en 2013 se reportó la mayor desigualdad social registrada en los últimos 14 años en el país, pese a un incremento real de los ingresos de los hogares en general.
Un dato que demuestra esta situación es que 'el 2% de la población más rica gana 48 veces lo que gana el 10% de los hogares más pobres de Costa Rica', manifestó el coordinador general de investigación del Programa, Leonardo Merino.
Los investigadores indican que situaciones vinculadas al mercado de trabajo, tales como el desempleo y los salarios inferiores a los mínimos de ley, son generadores importantes de pobreza y desigualdad social.
Una de cada tres personas ocupadas, un total de 395.295 trabajadores, reciben remuneraciones por debajo de los montos fijados por ley, indica el estudio.
Las principales víctimas de esta situación son los residentes de zonas rurales, los habitantes de las provincias costeras y fronterizas, así como los migrantes, especialmente nicaragüenses, que representan una masiva fuerza laboral en Costa Rica.
Según Merino, en una situación hipotética en que todos los trabajadores recibieran el salario mínimo, la desigualdad social se reduciría en un 14%.
Asimismo, si se llevara el desempleo a cero y toda la población laboral tuviera educación secundaria completa, la pobreza se reduciría a la mitad, un 10,2% de los hogares, aseguró.
Esto ocurre, paradójicamente, en un país que en los últimos años ha multiplicado los programas sociales y ha duplicado el gasto público en educación, llevándolo hasta un 7% del Producto Interno Bruto (PIB).
'El país ha fallado en definir adecuadas políticas de empleo y no se ha preocupado por garantizar la calidad y eficiencia del gasto en educación', lamentó el director del Programa, Jorge Vargas Cullel.
El informe también contiene una valoración del desempeño nacional en economía y medioambiente, así como un análisis de las tendencias políticas.
