Centroamérica & Mundo

Alianza para la Prosperidad seguirá adelante

Honduras, El Salvador y Guatemala están gratamente sorprendidos con que, en general, se mantuvieran los propósitos originales del plan. Optimismo pese a los recortes presupuestarios de este año, ya que el mismo hecho de tener un presupuesto implica que seguirá adelante.

2017-05-23

Por: Dardo J. Rodríguez - estrategiaynegocios.net

De acuerdo con Rocío Izabel Tábora Morales, subsecretaria de Crédito e Inversión Pública de la Secretaría de Finanzas de Honduras, el gobierno hondureño está conforme con el desarrollo del Plan para la Prosperidad hasta el momento, y no se esperan problemas en el futuro.

La Alianza estratégica para la prosperidad del Triángulo Norte de la América Central es un plan propuesto por la administración del presidente estadounidense Barack Obama para fortalecer el desarrollo del Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador).

Tábora charló en exclusiva con E&N, sobre los resultados de su reciente participación en la reunión preparatoria del cónclave de presidentes del Triángulo Norte, a realizarse en Miami los días 15 y 16 de junio próximo.

Según el borrador de la cumbre, el día 15 estará dedicado al tratamiento de los aspectos relacionados con la prosperidad, y el 16 se centrará en la seguridad.

Buenas noticias, pese a algunos recortes

Un cambio de administración implica -necesariamente- algunos cambios, pues las nuevas autoridades suelen no tener la misma visión ante cada problema, que las que tenían sus antecesores. Por ello, ha sorprendido gratamente a los países de la región que, en general, se mantuvieran los propósitos originales del Plan.

Si bien para este año, a la suma aportada en 2016, que fue de US$750 millones, se le han restado US$95 millones, lo importante, según Tábora, es que se aprobó una nueva partida para el Plan, es decir, la correspondiente a este año 2017. Ello implica voluntad del gobierno de los Estados Unidos para proseguir con el mismo.

De todos modos, cabe señalar que, en la administración nacionalista, existe optimismo, pues aunque el cercenamiento de esos US$95 millones pudo haber constituido un problema, el mismo se ve minimizado ante el continuado apoyo de EE.UU. a los organismos que investigan todo lo atinente a los actos de corrupción, una labor en la cual el presidente Hernández y sus colaboradores, están inmersos y decididos a seguir adelante.

La subsecretaria Tábora evalúa como muy positivos los resultados del reciente encuentro de consenso para la elaboración de la agenda. Según ella, todos los gobiernos están urgidos de encontrar soluciones a las problemáticas sociales y económicas que impiden el desarrollo y la prosperidad, con el consecuente bienestar de amplias capas de la población de estos países.

Es necesario -indica- trabajar para generar desarrollo económico, mejorar la demanda de empleo y seguir bajando los índices en aspectos de seguridad ciudadana. Todo ello, será la antesala para que menos hondureños y demás pobladores del Triángulo Norte, quieran migrar hacia el norte. Por eso, las nuevas autoridades estadounidenses siguen apoyando el Plan. Entienden que sólo apostando al desarrollo y la prosperidad, es que se minimizarán las migraciones irregulares.

Tema migratorio, crucial para Washington

Se sabe que el tema migratorio es crucial para Washington, por lo cual se espera que el Plan Alianza para la Prosperidad dé sus frutos y solucione, aunque sea parcialmente, esos desplazamientos de personas que escapan de una situación económica precaria y huyen de una violencia generada por el crimen común y organizado, lo cual nos lleva al otro aspecto a tratar en la reunión: la seguridad.

El combate a las maras y al narcotráfico, va de la mano con acciones contra el lavado de dinero, y en ello, los tres países del Triángulo Norte están inmersos con mucha decisión. Se trata de acabar con todos esos problemas, pues son las mayores trabas para la prosperidad.

Además de generar inseguridad, el crimen organizado en cualquiera de sus formas, es un alimento para la corrupción y las violaciones a los derechos humanos, pues el tráfico de drogas, por ejemplo, suele ir acompañado del tráfico ilegal de personas y además, intenta socavar la credibilidad de los funcionarios de nuestros países, con sus constantes intentos de soborno.

Por ello, tanto en Honduras como en El Salvador y Guatemala, se ha puesto el acento en la lucha anticorrupción como correlato de esa otra lucha contra el crimen organizado. Ambos son cuestiones a solucionar, y en ellos se centrarán los presidentes en la segunda jornada de su encuentro de junio.

12 ejemplares al año por $75

SUSCRIBIRSE