Muchos emprendedores logran ser exitosos por su propia cuenta sin tener que compartir la propiedad de la empresa con nadie, ello, tiene como ventaja tener el control absoluto en la toma de decisiones y participación total de las ganancias. Este modelo, conocido como "negocios de estilo de vida", es ideal para aquel emprendedor que desee crear una empresa, en la que el emprendedor es el centro del negocio y su talento o habilidad es la clave del éxito.
Sin embargo, la mayoría de las empresas medianas y grandes generalmente cuentan con más de un socio y las razones pueden ser varias, entre ellas están que usualmente se considera la necesidad de reunir un capital mínimo inicial, aprovechar habilidades especiales o simplemente el deseo de compartir el riesgo y la recompensa con personas afines. La decisión de quienes formarán parte del equipo de socios fundadores de una empresa es una de las más importantes a tomar ya que puede tener muchas implicaciones.
Para comenzar, es importante determinar el aporte de cada socio y qué porcentaje de participación tendrá. Paul Allen, co-fundador de Microsoft relata en su libro 'El hombre de la Idea' como él y Bill Gates decidieron la participación de cada quién en una simple conversación basada en la percepción de cuanto valor aportaba cada quien. Muchos años después cada porcentaje de participación en la empresa valdría billones de dólares y Paul Allen se lamentaría no haber negociado más participación. En otro caso famoso, Eduardo Saverin, uno de los fundadores de Facebook, terminó demandando a Mark Zuckerberg por diferencias en cuanto a su participación en la empresa.
Para evitar este tipo de problemas, es recomendable hacerse las siguientes preguntas: ¿Cuánto aportará cada persona a la empresa más allá de algún capital inicial? ¿Existen aportes intangibles que se deben tomar en cuenta? ¿Qué compromiso tiene cada uno para estar con la empresa durante todo su desarrollo? ¿Cómo se compensará el trabajo de los socios que trabajen tiempo completo para la empresa?
Otra consideración importante es la toma de decisiones. A menos que una persona controle la mayoría de las acciones con derecho a voto, las decisiones deberán ser tomadas por dos o más personas. Es aquí donde se pueden complicar las cosas si los socios tienen diferencias fundamentales. En mi carrera como emprendedor he tenido varios socios. De mis experiencias, e identificado tres criterios claves que se deben considerar si se busca crear un equipo ideal de socios fundadores:
1) Habilidades complementarias: ¿Qué habilidades necesita el equipo para sacar adelante la empresa? ¿Aporta cada socio habilidades distintas o tienen el mismo perfil?
2) Visión común: ¿Cuáles son los objetivos financieros y profesionales de cada socio fundador? ¿Se quiere formar una empresa para toda la vida o es un proyecto para crecer y vender?
3) Valores compartidos: ¿Qué principios éticos utilizan para tomar decisiones? ¿Cómo se comportan en situaciones de conflicto? ¿Qué tipo de cultura infundirán en la empresa?
Los socios ideales no necesariamente estarán siempre de acuerdo. Cuando se tienen habilidades complementarias es muy probable que haya diferencia de opiniones en cuanto a estrategia y/o ejecución. Es muy valioso que los socios se reten entre sí y busquen que cada quien aporte lo mejor de sí mismo. La clave está en tener un norte y un compás moral que les sirva de guía y les permita alcanzar su máximo potencial.
*Director de Acton
