Ocio

El camino del vino

Una película argentina reúne a uno de los mejores sommeliers del mundo con uno de los más reconocidos enólogos.

2014-06-23

Por: Gabriela Origlia - estrategiaynegocios.net

"El camino del vino" es una excursión internacionalmente reconocida que se realiza en la provincia argentina de Mendoza, cuna de algunas de las mejores bodegas de Latinoamérica que exportan al mundo.

Pero también es el título de un film dirigido por Nicolás Carreras (http://www.elcaminodelvino.tv), quien se dio el gusto de contar una historia de ficción pero con personajes reales. Se trata de un sommelier que perdió el gusto y el olfato y que llega a Mendoza para recuperarlos.

El sommelier está personificado por el uruguayo Charlie Arturaola, quien cata vinos desde hace años con reconocimiento internacional. Ante la falta de respuesta médica a su padecimiento, decide hacer el camino con su amigo, el chef Donato De Santis (italiano, fue cocinero de Gianni Versace en Miami, está radicado en Argentina) y seguir los consejos de Michel Rolland, quien está considerado uno de los mejores enólogos del mundo, capaz de catar cien vinos en un día.

El trío desanda recorridos por las bodegas mendocinas y, en un punto, se burlan un poco de la profesión del sommelier, "que vive de una sofisticación que debe sostener a toda costa, montada sobre imágenes que construye el especialista para los demás", cuenta Carreras.

Rolland admite que no hay consejos que valgan ya que, el "buen vino es el vino que te va a dar placer, pero a ti, no a todos Y si no me gusta a mí, no importa'. Asegura que ni siquiera hay forma de saber si un vino es bueno o malo al momento de comprarlo, antes de probarlo, aunque algunas marcas o nombres ofrezcan cierta seguridad. Sin embargo, enumera las claves para reconocer la calidad: color, aroma, balance y calidad de taninos.

Arturaola destaca en los vinos mendocinos (el 70% se fabrica mirando la posibilidad del mercado exterior) algo "muy bueno" y es que sus taninos y sus fenoles son "muy dulzones y eso gusta mucho al paladar de los nuevos consumidores".

En el caso de Rolland descubrió Argentina en 1998 y su potencial vitivinícola lo conquistó; junto a socios franceses compró un campo en Mendoza y lo dividieron en siete parcelas elaborando su vino estrella el Clos de Los Siete. A su vez, cada propietario produce con él sus propios vinos donde prevalece el Malbec la cepa argentina por excelencia. Dice que tanto en tierras mendocinas como en la Patagonia se podrían conseguir muy buenos Merlot si el trabajo en los viñedos fuera importante.

Arturaola está convencido de que el mundo vive una "vino-mutación muy importante" y considera que se trata de una etapa "necesaria y conveniente. Hay que volver a la esencia, como dice el bodeguero argentino José Zuccardi en la sinopsis de El Camino del Vino". Es que en la película, el viaje lo lleva al sommelier al vaso de vino despojado de toda pretensión y también a su infancia, cuando jugando a las escondidas se metió en un barril de vino y sintió su aroma por primera vez.

Charlie Arturaola recorre el mundo haciendo catas. En una realizada en la región española Castilla-La Mancha recomendó en la categoría "vinos con buena relación calidad-precio…que cautivarán" el Yemanueva, de Bodega La Tercia; Mureda Syrah 2010, de Bodegas Mureda; Dominio de Gardel 2010, de Bodegas Gardel; Mirador de Castilla 2008, de Vinos & Bodegas y Los Galanes de Bodegas Santa Catalina. "Son vibrantes, modernos, destacan por su gran valor y por ejemplarizar a la perfección su buen hacer", es el resultado.

En 2012, el sommelier-educador, fue jurado del concurso Park Hyatt Mendoza Wine Challenge, en el que se seleccionaron los nuevos vinos que pasaron a integrar la carta de Bistró M, el restaurante principal del hotel, después de una cata a ciega de 600 vinos.

Para tenerlos en cuenta, los elegidos fueron: Gala III de Bodega Luigi Bosca (mejor blanco); Navarro Correas Selección del Enólogo Blend II de Bodega Navarro Correas (mejor tinto); Trumpeter Extra Brut de Bodega Rutini Wines (mejor espumante) y Zuccardi Zeta de Bodega Familia Zuccardi, coronado como el mejor vino del concurso.

Con la firma de Rolland

Si le interesa probar algunos de los vinos que salen de la bodega que Michel Rolland tiene en Argentina, Clos de los 7, los expertos eligen:

Clos de los 7 2006, es blend del Valle de Uco (50% Malbec, 30% Merlot, 10% Syrah y 10% Cabernet Sauvignon). Es rico en frutas negras y rojas, de taninos balanceados. La combinación varietal que ofrece el corte logra seducir a los consumidores que prefieren los vinos con mucha presencia de fruta.

Val de Flores 2002 es considerado por los expertos el primer vino argentino 100% Michel Rolland, un auténtico Malbec world class que ya va por su décima cosecha. Con notas de evolución de frutas maduras, combinadas con el roble. Su paso por boca revela que ha sido un vino estructurado.

Clos de los Siete 2009 es un Sauvignon Blanc con un complejo blend tinto , de cinco variedades. Tiene frutas rojas y negras, pero también pinceladas mentoladas, pimienta blanca y un toque de pirazina muy leve.

Lo que no puede faltar

Un amante del buen vino e incluso aquellos que recién se inician en la pasión deben armarse de un kit básico en su cava para poder disfrutar al máximo de las catas. Los entendidos recomiendan los instrumentos que no pueden faltar.

Por su puesto, a la cabeza están las copas (las marcas Riedel o Spiegelau están entre las mejores). Lo ideal es contar con media docena de copones para tinto, igual cantidad para los tinto y otras seis "flautas" para los espumantes. Los Impitoyables son los copones para la cata profesional. La moda del vino trajo también la de los sacacorchos, de los que hay decenas de variantes. Los sommeliers eligen los de doble impulso.

Las bombas extractoras de aire es otro instrumental "obligado"; la de Vacuum-Vin de acero inoxidable figura entre las más elegidas. Para evitar manchas odiosas, hay que tener el cortagotas, que ya se fabrican hasta personalizados. Si es más clásico, puede quedarse con un atajagotas (anillo de metal fino con un interior de felpa para que absorbe la gota cuando cae por el cuello de la botella). Los termómetros garantizan el placer de tomar el vino a la temperatura justa.

Aunque está en discusión, el decanter se incluye en el conjunto. Hay una diversidad muy amplia, incluyendo grandes marcas como Riedel Flamingo o Swan. Los que quieren el equipo completo deben sumar el bolso porta botellas que permite el traslado, sin riesgo, de los vinos. La marca Built in NY es lo último en la materia.

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