La inversión mundial en energía limpia en 2014 fue de US$310.000 millones, lo que representa un aumento del 16% en relación a 2013, y más de cinco veces la cifra que tenía hace una década. Todavía está un 2% por debajo del récord histórico alcanzado en 2011. Estos datos son el resultado de un estudio financiero sobre energías limpias de Bloomberg New Energy Finance.
El estudio informa que el crecimiento en la inversión se debe a la mayor actividad de algunos centros como China cuya inversión creció un 32% y EE.UU. con 8% de mejora (su inversión más alta desde 2012).
La inversión de Japón creció un 12 %, la de Canadá un 26% y la de Brasil un 88%. Europa, a pesar de la oleada de inversión en energía eólica marina, entró en recesión con una inversión que no superó el 1% del año pasado.
El estudio de Bloomberg informa que la inversión recuperará un 10% de crecimiento, sobre todo la energía solar que es la que mejor se desempeña.
En cuanto a las diferentes categorías de inversión, la financiación de activos de proyectos de energías renovables fue de lejos el más grande, un 10% más que en 2013. No menos de siete proyectos eólicos europeos en alta mar fueron cerrados en 2014, incluyendo un proyecto de los Países Bajos considerado el más grande de la historia en términos de dólares comprometidos.
La segunda categoría de inversión es la inversión de pequeña capacidad distribuida en proyectos de menos de 1 MW, principalmente solar.
La energía solar recibió casi la mitad de la inversión total de 2014, su cuota más alta. Otro sector clave es el de las tecnologías inteligentes de energía, incluidas las redes inteligentes, almacenamiento de energía, la eficiencia y el transporte electrificado. La inversión en biocombustibles fue de sólo un 7%, mientras que la de biomasa un 10%.
Bloomberg New Energy Finance también dio a conocer los datos anuales sobre los 'bonos verdes'. La emisión de bonos Verde disfrutó otro año récord en 2014, con US$38.000 millones vendidos, dos veces y media el total de 2013 de US$15.000 millones. El volumen fue impulsado por una duplicación en la emisión de instituciones como el Banco Mundial y un aumento de cinco veces en la emisión de las corporaciones.
