Por revistaeyn.com
Los presidentes de Costa Rica, Rodrigo Chaves, y de Panamá, Laurentino Cortizo, inauguraron el Centro de Control Integrado (CCI) en Paso Canoas, Costa Rica, que manejará el cruce de bienes y personas que ingresen al país desde Panamá. Se trata de una obra moderna, innovadora y de referencia para América Latina, cuyo diseño y construcción fueron apoyados técnica y financieramente por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La construcción y puesta en funcionamiento del Paso Canoas requirió una inversión de US$33 millones y es el primer paso fronterizo inaugurado en el marco del Programa de Integración Fronteriza de Costa Rica, financiado con un crédito de US$100 millones otorgado por el BID. Cabe destacar que, del lado panameño de la frontera, está en marcha un programa paralelo para gestionar en un solo centro de control las exportaciones costarricenses e importaciones de Panamá.
El Paso Canoas consiste en un centro de control integrado, con procesos digitalizados y optimizados, y modalidad de doble cabecera en que los dos países realizan el control conjunto y simultáneo en un solo punto. De esta forma, reduce en promedio el tránsito de carga de horas a minutos, disminuye en un 50 % los tiempos de paso de pasajeros, baja los costos de transporte, y promueve la integración.
La obra tiene la particularidad de mover el control migratorio y fronterizo hasta 4,3 kilómetros de la línea de frontera para respetar el espacio de la ciudad binacional de Paso Canoas. Cuenta con un área techada de 14.000 m2 donde trabajan autoridades aduaneras, migratorias, agropecuarias, sanitarias, policiales, de transporte y apoyo logístico de ambos países.
El paso cuenta con una certificación de sostenibilidad EDGE, que permite identificar las formas más efectivas de reducir energía, agua y recursos en materiales en construcción.
Se beneficia a transportistas, operadores comerciales, así como a exportadores e importadores de ambos países y de la región centroamericana. Además, beneficia a más de 15.000 personas de las provincias ubicadas en ambos lados de la frontera, a quienes cruzan de un país a otro por motivos turísticos u otras actividades, y a las autoridades de control de ambos países.
El gerente del Sector de Integración y Comercio del BID, Fabrizio Opertti, destacó que los pasos de frontera como este “resuelven costos logísticos, uno de los cuellos de botella que limitan el comercio y la integración y contribuyen a reducir los tiempos y costos que afectan a los operadores de comercio exterior, lo que resulta en una mejora de la competitividad de Costa Rica, Panamá y Centroamérica”.
