Tecnología & Cultura Digital

Nintendo 64 cumple 25 años, la consola millennial

Una de las consolas más queridas de la generación millennial pese a que no estuvo exenta de polémicas, problemas y limitaciones.

2021-06-28

Por El Mundo (España)

Esta semana se cumplen 25 años desde que salieron a la venta la consola Nintendo 64 y el videojuego Super Mario 64. Un combo que marcó la infancia y el primer contacto con las consolas más allá de ver a tu hermano mayor jugar. El entorno colorido y en tres dimensiones del Super Mario me atrapó tantas horas que terminé con un derrame en el ojo, provocado por frotar los párpados con bastante energía cuando de pura concentración olvidaba pestañear.

No fue un comienzo con mal pie a pesar de la preocupación materna, dosificar el juego y parpadear con más frecuencia fueron clave para poder seguir disfrutando de una de las 20 consolas más vendidas de la historia. En total, se adquirieron 32,93 millones de unidades durante su ciclo de vida.

A día de hoy, sigue siendo una de las reinas indiscutibles del nuevo furor por lo retro que han desatado tanto youtubers internacionales como el propio Rubius. Esta máquina de cartuchos vio nacer a los juegos más influyentes de la era 3D, franquicias que aún perduran. No sólo fue el caso de Mario, también de Zelda y Donkey Kong, entre otros.

EL CARTUCHO FUE SU LOSA

A pesar de ser una consola de Nintendo y de su superioridad técnica en ciertos aspectos, PlayStation la barrió, vendiendo 104 millones de unidades. Uno de los motivos principales fue que Nintendo continuó apoyándose en los cartuchos mientras la competencia ya se había pasado a CD-ROM.

Las razones eran evitar la piratería y sortear largos tiempos de carga, aunque algunos expertos señalan que Nintendo también pretendió mantener el control sobre la producción de cartuchos, obteniendo de ese modo los ingresos por su fabricación. Esta decisión hizo que la compañía perdiera varios juegos 'third party', es decir, títulos desarrollados por estudios que no pertenecen a las grandes compañías de la industria (Sony, Sega, Microsoft, Nintendo).

EL ABANDONO DE SQUARE ENIX

Entre estos títulos se encontraba Final Fantasy VII. Una relación entre Square Enix y Nintendo que acabó con un largo 'hacer el vacío' durante 10 años por parte de la empresa creadora de Super Mario. Tras seis entregas desarrolladas para Nintendo, la empresa planteó su nueva entrega en 3D para la Nintendo 64 pero canceló el proyecto para irse con Sony, seducida por las prestaciones y promesas del CD-ROM.

A pesar de la superioridad técnica que le daba la CPU fabricada por Silicon Graphics, no fue suficiente. Varios miembros de Square Enix y creadores de Final Fantasy VII han hablado en varias ocasiones sobre este giro que cambió la historia de los videojuegos. Defendiendo que el hardware que ofrecía Sony en aquel momento era lo que la nueva entrega de Final Fantasy necesitaba, comentaron la repercusión por parte de Nintendo. Cinco años sin dirigirse la palabra y diez años sin poder entrar a las oficinas de la compañía.

De esta forma, la máquina de Nintendo quedó muy alejada del éxito que obtuvo la compañía con NES y SNES. La espinita con el tema de los cartuchos y los CD escocía tanto que llegaron a probar un formato de juegos en disco a través de un periférico llamado Nintendo 64DD, que sólo salió en Japón y que después abandonaron.

UNA DE LAS CONSOLAS MáS INFLUYENTES

A pesar de todo, la Nintendo 64 fue una de las consolas más influyentes y mejor valoradas. Un triunfo que cosecha Nintendo con casi cada consola que saca al mercado. Aunque se quedara sin Final Fantasy VII, esta máquina consiguió reunir un catálogo por el que será recordada siempre. Varios de estos juegos requerían tal hardware que parecía imposible hacerlos funcionar fuera de un PC, pero Nintendo logró ese hito con juegos de disparos (shooter) en primera persona como Turok, Perfect Dark o el famosísimo GoldenEye 007. Este juego de la desarrolladora Rare, protagonizado por el agente 007 encarnado por el actor Pierce Brosnan, está catalogado como uno de los mejores 'shooter' de la historia de los videojuegos.

Un título tan ambicioso, con mecánicas tan novedosas que, a 24 años vista, ha dado para mucho meme (y admiración, por supuesto). El juego que se convirtió en el tercero más vendido de la consola, por detrás de Super Mario 64 y Mario Kart, cuenta con un multijugador con hasta 4 jugadores simultáneos en pantalla dividida, algo fuera de lo común para la época.

Esta forma de compartir y jugar hasta cuatro personas, con el mismo videojuego y pantalla, también fue otro de los detalles que le dio valor a la consola con títulos como Mario Kart 64, Mario Party o Super Smash Bros. Sagas que a día de hoy se siguen actualizando con nuevas entregas para la Nintendo Switch.

JUEGOS IMPENSABLES EN OTRA CONSOLA

Si hay que comenzar con un juego que marcaría no sólo a la joya de la corona de Nintendo, sino que influiría a los juegos 3D que vinieron después, ese es Super Mario 64, el título más vendido de la consola con alrededor de 12 millones de copias. Ningún juego de plataformas en 3D en consolas de 32 bits fue tan grande y complejo como este título. La premisa, heredada de las entregas anteriores, se tornaba en un intrincado laberinto de mansión, jardines y sótanos por los que el jugador se abría camino a brincos y grititos (completamente integrados en la memoria a largo plazo).

La idea base era rescatar, otra vez, a la princesa Peach de las garras de un rey de una especie animal sin identificar, pero con pinta de tortuga, Browser. La ejecución de tal gesta es simplemente magistral. Nintendo pasó de avanzar a cabezazo limpio contra ladrillos y de exploran tuberías (que para eso Mario es fontanero), a entrar a mundos escondidos en un cuadro, volar y nadar en un entorno 3D (con todo el tedio que conllevan incluso a día de hoy las mecánicas de juego en los mapas acuáticos y aéreos). Llegando a rescatar a un bebé pingüino para llevarlo con su madre o tirarlo por un precipicio, recuerdos imborrables.

Otros de los títulos que ha marcado a varias generaciones de jugadores y que estableció las bases de futuros juegos de exploración, puzles y aventura fue The Legend of Zelda: Ocarina of Time, considerado una obra maestra. Su mecánica de combate con apuntado manual fue imitada posteriormente por multitud de juegos del mismo género. Mientras que la complejidad de su argumento, abrió la puerta a futuros títulos que hicieron subir de nivel a los videojuegos como producción cultural, transmutando de pasatiempo con mecánicas repetitivas a obra en sí mismo.

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