Ángel Manuel Oseguera Castellanos, un joven de 13 años, pero con un espíritu guerrero, se pone los guantes de boxeo y sueña con que algún día este deporte le permita poner en alto a Honduras y llevar sustento a sus padres.
Mientras su madre vende ropa y su padre maneja un taxi, este niño aprovecha su tiempo libre en el gimnasio de boxeo para aprender todo sobre este deporte.
El niño, que recién culminó su sexto grado, comenzó a entrenar desde el 2 de noviembre y hoy debutará en la categoría infantil de un torneo nacional amateur que le podría abrir las puertas al boxeo profesional.
“Tres amigos vienen a entrenar, deseo que se abran más espacios como estos y que los niños no deban andar haciendo cosas malas en la calle”, comentó.
Las Palmas Boxing Club se ubica en 13 avenida, 20 calle sureste del barrio Las Palmas y decenas de niños acuden a ejercitarse y aprender, pues son pocas las opciones que tienen en esa zona de la ciudad. El acceso es gratuito para todos.
Gustavo Bernárdez:
“Todos pueden venir acá, lo único que se necesita es las ganas de aprender sobre el boxeo”.
Otros jóvenes como Kenneth Hernández Mejía (14) han encontrado en este deporte un refugio para sanear mente y cuerpo, además de ver un futuro prometedor.
“Vengo cinco días a la semana desde hace tres meses porque encontré un motivo para superarme, el cual no tenía antes. Tenía muchos problemas y llegó el boxeo, el profesor me ayudó a superar cosas del pasado. Pienso convertirme en un boxeador profesional y estoy por comenzar un técnico en electrónica”, agregó.
Ángel Oseguera:
“Quiero ser un boxeador para ayudar a mi mamá y mi papá. Ojalá abran más sitios como este”.
Recién, todos los niños que aprenden boxeo estuvieron de luto, pues unos delincuentes apagaron la vida de Erick Antonio Murillo Luna (16), otro menor que tenía un futuro prometedor en el boxeo y que hoy iba a debutar en el torneo nacional amateur e iba a tener una oportunidad a nivel profesional.
Fernando Durán (de 31 años) es el profesor de boxeo de estos niños y también ha formado un lazo de amistad con ellos, y lamentó que la violencia arrebatara el futuro de este muchacho.
Este maestro representa al país desde 2008 y ha peleado en España, Mónaco e Inglaterra. Sus pasos en este deporte comenzaron cuando tenía 15 años y era un estudiante. A escondidas de su madre, quien no aprobaba este deporte, ahorraba su pasaje para viajar al gimnasio, donde actualmente enseña.
Fue hasta que cumplió 18 años que su progenitora se dio cuenta, pues el joven le pidió que le firmara un pase de salida para ir a Panamá a representar a su nación.
Este deporte y sus viajes en el extranjero “le abrieron la mente” y por eso ahora dedica parte de su vida para que otros niños puedan salir adelante mediante el boxeo.
“Hay mucha inteligencia corporal en nuestro pueblo, mucho talento, y no le estamos sacando provecho. Lamentamos que Héctor haya fallecido víctima de la violencia, de la que queremos salvar a estos niños”, comentó.