Hospital de Roatán: Heroicos enfermeros salvaron a 65 pacientes

LA CEIBA

En 1992, el centro de salud de Coxen Hole fue convertido en el hospital integrado de Roatán, pero las llamas lo destruyeron el pasado viernes, dejando a Islas de la Bahía sin un centro asistencial.

El fuego acabó con el 100% de la infraestructura, que ya tenía 32 años y fue construida por etapas. Cuando el incendio llevaba cuatro horas, el 90% del inmueble ya estaba destruido. Cada pared, cada ventana y puerta fue obra de los habitantes y autoridades locales. Así se mantenía activo este hospital, que también era el centro de referencia de los municipios de Santos Guardiola y Guanaja, excepto Utila, al cual le queda más cerca el de La Ceiba.

En la última década se ha venido luchando por un nuevo hospital, pues Roatán por ser un destino de cruceros debe tener en su certificación un centro asistencial con todas las atenciones que demanda esta industria.

Por ahora, las atenciones de emergencia se han centralizado en el gimnasio del Instituto Santos Guardiola. Su campo de fútbol será el lugar donde se instalarán los hospitales móviles.

También están los cinco centros de salud en esta isla, más una policlínica en el municipio de Santos Guardiola.

“Hemos estado fortaleciendo los centros de salud de la isla, y eso es un gran avance y un respiro para la población”, dijo Ron McNab, alcalde de Roatán.

En tanto, en La Ceiba una caravana de ambulancias facilitadas por el Gobierno esperaban trasladar a pacientes que son remitidos en barcos hacia el Hospital Atlántida, “ya hemos logrado remitir a dos pacientes”, dijo Florentino Martínez, de la Unidad Médica de Emergencia de La Ceiba.

Los bomberos de esta isla siguen con las indagaciones para determinar las causas del siniestro, que pudo haberse originado en una vivienda que está atrás del hospital y que alcanzó la sala de pediatría. Ahí, los equipos de oxígeno y otros insumos inflamables aceleraron las llamas y redujeron a cenizas este inmueble, construido de bloques y madera.

Enfermeras, médicos y técnicos fueron los primeros en responder a esta emergencia. “Cuando abrimos la puerta de pediatría salió un humo negro y olía a quemado”, recuerda Ángel Banegas, uno de los médicos que estaba de turno cuando ocurrió la emergencia.

“Los enfermeros, que algunos son bomberos, entraron y tocando llegaron a donde estaban los niños, y en un tiempo de 30 a 50 segundos los evacuaron”, contó sin precisar el número.

Al momento del siniestro había internos 65 pacientes que se evacuaron, incluyendo a los niños. Una menor resultó con quemaduras y ayer se trasladó en avión a un hospital en tierra firme.

Entre las cenizas que ayer empezaron a retirar, yace la esperanza de un nuevo hospital.