El alcalde de Quimistán, Rubén Darío Pacheco, considera que la construcción de la represa El Tablón en su jurisdicción les deja absolutamente claro que es indispensable una solución para el valle de Sula, sin embargo, considera que esa solución también tiene que ser amigable con lo que hay atrás de la represa, es decir, las comunidades.

Pacheco ve bien el proyecto para librar de las temidas llenas a los habitantes que colindan con el río Chamelecón y le encantaría que la represa deje mayores beneficios en sus comunidades.

“Tengo las comunidades de Los Limones, Las Tejeras y La Ceibita que desaparecerían si eso fuera una represa seca o si fuera una con espejo de agua. Como represa seca desaparecerían en el momento que el embalse entre en funciones; con espejo de agua en el momento en que el embalse se acumule. Sí le pido a quienes están detrás del proyecto que ahondemos un poco más y que veamos si podemos dar una solución que sea viable para todos, para los que están antes de la cortina y para los que están después”, añade.

El funcionario señaló que desde el momento que se anunció la aprobación del proyecto las comunidades alzaron su voz. “Podemos hablar de alrededor de 7,000 personas que podrían ser afectadas si no hubiera espejo de agua y la misma cantidad si la zona se viera inundada por un embalse”, afirmó.

Pacheco es consciente que la construcción de una represa reconfigurará su municipio.

“Una represa hasta generaría un microclima que propiciaría lluvias para mejorar los cultivos del valle de Quimistán y aparte de solucionar el problema del valle de Sula, también solucionaríamos problemas en el valle de Quimistán. Todas las implicaciones que tiene este proyecto son viables. Los tramos carreteros que habría que rediseñar o reorientar, no son tramos largos, son tramos cortos y es viable poder hacerlo. Incluso, da la posibilidad de que se amplíe de una vez a cuatro carriles”.