Centroamérica & Mundo

Opinión: Enseñanza para el éxito (parte 1)

Cuando pensamos en las potencias mundiales, viene a nuestra mente avances tecnológicos, desarrollo y, sobretodo, educación de calidad. Está claro que, sin una buena educación, ninguna nación puede superarse. Por eso, es importante analizar las experiencias de otros países para poder replicar buenas prácticas y aprender de estos procesos. Tal es el caso de Shanghái.

2018-10-25

Por Salvador Paiz

Hace unos meses el Diálogo Interamericano presentó el informe "La enseñanza para el éxito: políticas docentes en Shanghái y lecciones para América Central". Los autores de este documento realizaron una revisión del sistema educativo de Shanghái, particularmente en la condición de los maestros, siendo ellos un elemento crítico para la educación de los niños y jóvenes. A partir de ello, fueron identificadas posibles lecciones que nuestra región puede replicar con ánimos de mejorar la calidad educativa.

El caso de Shanghái es muy interesante, ¿por qué? Porque sobresale como el mejor sistema educativo del mundo. Esta región de China ha liderado dos veces consecutivas los resultados de la evaluación del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (mejor conocido por sus siglas en inglés, PISA) en lectura, matemáticas y ciencias.

Este logro ha sido el resultado de una estrategia determinada, cuya principal característica ha sido la manera en que preparan, apoyan y gestionan a los docentes. Las políticas públicas de Shanghái y la manera en que invierten en educación les han ayudado a crear un cuerpo de educadores fuerte, establecer estándares de aprendizaje claros y regular las evaluaciones periódicas a alumnos, para que los resultados de estas puedan ser utilizados para seguir mejorando.

Shanghái ha tenido una visión clara de hacia dónde quieren llevar su educación. Ellos enfocaron sus esfuerzos en la atención a familias de bajos ingresos, para así asegurar que prestaban buenos servicios de educación a toda la población, incluyendo la más vulnerable. Han comprendido que los docentes son una de las variables que más influyen en el aprendizaje de los estudiantes.

Es fundamental dignificar la profesión docente para cambiar el sistema. En Shanghái ser maestro es uno de los honores más grandes. Esta es una profesión sumamente apreciada por la población, y no solo se debe a que tienen salarios relativamente buenos y estables. La gente los respeta porque son verdaderos profesionales, comprometidos con su labor. Son buenos, enseñan bien e inspiran a sus alumnos.

La pregunta es ¿cómo logramos tener potencializar a nuestros maestros? El informe del Diálogo Interamericano se basa en varios estudios internacionales para concluir que en esta hazaña, lo principal, es implementar un buen marco de políticas docentes. Pero no se trata de cualquier política. Estas tienen características y objetivos muy puntuales. Durante las próximas semanas estaré compartiendo con ustedes insumos de valor sobre estos puntos y lo que suponen. No hay duda en mi mente que en Centroamérica podemos aprender muchísimo de estas buenas prácticas de Shanghái para transformar la educación de nuestros países.

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