Por CRHoy
A pesar de que ya hay una ley fiscal aprobada y se produjo un aval para la emisión de eurobonos, Costa Rica sigue atravesando debilidades en las finanzas y un claro estancamiento político, con lo cual la calificación de riesgo del país obtuvo una categoría de B, con perspectiva negativa.
La información fue comunicada este miércoles por la empresa que señaló que la perspectiva negativa se produce en medio de una tendencia a la baja de los elevados déficits fiscales y una importante desaceleración económica.
"Un acelerado crecimiento de los intereses mantendrá el déficit fiscal más alto que el de sus pares y la carga de la deuda en una trayectoria relativamente empinada. El Congreso aprobó una emisión de bonos externos que alivió las presiones financieras a corto plazo. Sin embargo, las restricciones sobre el monto de la emisión aprobada conducirán a solicitudes similares del gobierno en los próximos años, lo que plantea riesgos de reaparición de la incertidumbre sobre el financiamiento externo", indicó Fitch.
La calificadora se refiere específicamente a la aprobación de de los 1.500 millones en eurobonos, a pesar de que el Ejecutivo afirmó que requería de al menos US$6 mil millones. La anterior ministra de Hacienda Rocío Aguilar había afirmado que en los próximos años acudiría de nuevo al Congreso para solicitar los nuevos recursos.
Fitch proyecta que los déficits fiscales del gobierno central se mantendrán por encima del 5% del PIB hasta 2023, incluso suponiendo que se logre cumplir con la regla fiscal.
Dentro de lo positivo, las autoridades estiman que la reforma fiscal aprobada en 2018 será suficiente para estabilizar la deuda del gobierno central al 68% del PIB para 2023.
A pesar de que ya hay una ley fiscal aprobada y se produjo un aval para la emisión de eurobonos, Costa Rica sigue atravesando debilidades en las finanzas y un claro estancamiento político, con lo cual la calificación de riesgo del país obtuvo una categoría de B, con perspectiva negativa.
La información fue comunicada este miércoles por la empresa que señaló que la perspectiva negativa se produce en medio de una tendencia a la baja de los elevados déficits fiscales y una importante desaceleración económica.
"Un acelerado crecimiento de los intereses mantendrá el déficit fiscal más alto que el de sus pares y la carga de la deuda en una trayectoria relativamente empinada. El Congreso aprobó una emisión de bonos externos que alivió las presiones financieras a corto plazo. Sin embargo, las restricciones sobre el monto de la emisión aprobada conducirán a solicitudes similares del gobierno en los próximos años, lo que plantea riesgos de reaparición de la incertidumbre sobre el financiamiento externo", indicó Fitch.
La calificadora se refiere específicamente a la aprobación de de los 1.500 millones en eurobonos, a pesar de que el Ejecutivo afirmó que requería de al menos US$6 mil millones. La anterior ministra de Hacienda Rocío Aguilar había afirmado que en los próximos años acudiría de nuevo al Congreso para solicitar los nuevos recursos.
Fitch proyecta que los déficits fiscales del gobierno central se mantendrán por encima del 5% del PIB hasta 2023, incluso suponiendo que se logre cumplir con la regla fiscal.
Dentro de lo positivo, las autoridades estiman que la reforma fiscal aprobada en 2018 será suficiente para estabilizar la deuda del gobierno central al 68% del PIB para 2023.
