Jeremías Maldonado, un pastor hondureño radicado en Houston, Texas, reapareció en la palestra pública después de ausentarse por el proceso legal que enfrenta en aquel país por un cargo de agresión sexual contra una mujer.
Tras permanecer recluido en la prisión Fort Bend, Maldonado indicó, vía redes sociales en una transmisión en directo, que “la prueba” que atraviesa son “inventos y difamaciones”.
“Estoy aquí porque soy un hombre que camina en luz, no tengo nada que esconder”, dijo el religioso evangélico en la transmisión publicada en su perfil público en Facebook.
“Soy un hombre que ama el silencio”, amplió el pastor Maldonado, de 44 años de edad. Subrayó que “desea no hablar más del tema” por el cual fue denunciado en Estados Unidos.
Maldonado considera que “una familiar de mi esposa fue quien se encargó de difamarme y denunciarme”. “Fue por asuntos de sed de venganza”, amplió.
“Fueron a la Policía, pusieron una denuncia, estuve allí por unas horas. Gracias a Dios, si aquí no te pueden comprobar algo, te dejan libre”, explicó.
Añadió que aún tiene que deliberar el caso con la justicia, por lo que “estaré ahí por unos meses, pero, aquí estamos en guerra”.
Agradeció a su congregación, la iglesia Casa Maan por “no ceder ante las críticas”. “Ustedes y yo estamos para sembrar el bien y no el odio”, dijo.
De ser hallado culpable, tras su detención en Harrys, Houston, Texas, podría enfrentar un año de cárcel y pagaría una multa de 4,000 dólares.
