El nombramiento de Bannon como jefe de Estrategia del presidente Donald Trump había desatado una espectacular polémica por su relación con el sitio web de ultraderecha Breitbart y acusaciones de defender ideas próximas de los supremacistas blancos.
Esta polémica se acentuó todavía más después de que Trump incluyera a Bannon en el NSC, entidad dirigida desde el 20 de febrero por el general Herbert McMaster.
McMaster, de 54 años, con experiencia en misiones en Irak y Afganistán, asumió la jefatura del Consejo en sustitución del general Michael Flynn, quien fue forzado a renunciar por ocultar contactos con funcionarios rusos.
Ante el pedido de renuncia de Flynn, el presidente Trump encontró dificultades para hallar un sustituto, precisamente por la polémica que generaba la inclusión de Bannon en el Consejo.
Trump no hizo declaraciones sobre el cambio, pero Bannon lo describió como parte de un proceso para tomar el control del NSC después del rápido crecimiento que experimentó bajo la asesora de seguridad nacional de Barack Obama, Susan Rice.
'Susan Rice accionó el NSC durante la última administración, y a mi se me puso en el NSC para garantizar que era 'desaccionado'. El general McMaster devolvió al NSC su función adecuada', dijo Bannon en un comunicado.
El NSC es un órgano discreto pero altamente estratégico de la Casa Blanca, ya que tiene la tarea de reunir informaciones para aconsejar directamente al presidente en materia de seguridad nacional y de política exterior.
Como estratega jefe de la Casa Blanca, Bannon ayudó a convertir en políticas las ideas nacionalistas y antigobierno que propulsaron a Donald Trump a la Casa Blanca.
A pesar de su puesto en el NSC, es probable que Bannon siga siendo una poderosa personalidad detrás de Trump. Supuestamente esta semana está trabajhando en un nuevo plan de salud tras el fracaso para derogar el Obamacare.
