Las sanciones del primer ministro Boris Johnson para castigar a Rusia por su reconocimiento de dos repúblicas autoproclamadas en Ucrania se dirigen principalmente a personas y entidades que fueron expulsadas de los mercados internacionales hace años cuando fueron incluidas en la lista negra de Estados Unidos. 'Las sanciones solo importan si hacen que el Kremlin lo piense de nuevo", dijo en una entrevista Tom Tugendhat, diputado conservador y presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Parlamento. "Estas son una repetición de las sanciones de EE.UU. Necesitamos hacer más si queremos que cuenten".
Las medidas de Johnson, que entran en vigor de inmediato, afectan a cinco bancos y congelan los activos de Gennady Timchenko, Boris Rotenberg y su sobrino, Igor Rotenberg. Los dos primeros, socios multimillonarios del presidente ruso, Vladimir Putin, recibieron sanciones estadounidenses en 2014 y el tercero en 2018.
Cuatro de los cinco bancos también estaban en la lista estadounidense y la mayoría de ellos son relativamente pequeños. Bank Rossiya ha sido sancionado por el Tesoro de EE.UU. desde 2014, mientras que los otros son pequeños prestamistas desconocidos vinculados a Crimea como Genbank, el Banco de Desarrollo y Reconstrucción del Mar Negro e IS Bank, que tiene menos de US$100 millones en activos, según el sitio web Banki.ru.
Solo una entidad en la lista que Johnson dio a conocer en el Parlamento el martes aún no ha sido sancionada por EE.UU. Esa es Promsvyazbank, que fue absorbida por el estado en 2017 y se convirtió en un banco para la industria de defensa.
En el Parlamento, Johnson defendió la lista limitada y dijo: "queríamos trabajar al unísono con nuestros amigos, solo para reforzar ese mensaje de unidad y determinación en Occidente". En Moscú, las acciones de los dos bancos más grandes de Rusia, Sberbank y VTB Group, subieron con la noticia, ya que inversionistas expresaron su alivio porque no estaban en la mira.
