En Costa Rica se paga la gasolina más cara de la región y varias cámaras empresariales están demandando al gobierno que se rebajen o congelen los tributos, ante el alza en el precio internacional provocada por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
Y es que el precio de la gasolina súper subiría a los ¢909 (US$1.41 al cambio actual) en las próximas semanas, de los cuales, ¢478 (US$0.74) corresponden a la compra que hace Recope; ¢272 (U$0.42) al impuesto a los combustibles y ¢71 (US$0.11) al margen promedio que se cobra en las estaciones de servicio.
En Nicaragua se congelaron los precios. En tanto en Guatemala, Honduras y El Salvador ya pusieron un freno al impuesto como una medida paliativa, sin embargo, esa posibilidad aún está en discusión en Costa Rica.
Los impuestos más altos después de Costa Rica en la región se cancelan en Honduras (US$0.38) y Guatemala (US$0.25), mientras que en Panamá existe la carga tributaria más baja (US$0.16) por litro.
El efecto de bajar el impuesto provocaría una menor recaudación al fisco, sin embargo, no hacerlo también tendría un impacto en las finanzas públicas porque la gente disminuiría el consumo y se recolectaría menos por IVA.
Por otra parte, las empresas disminuirían sus ventas al tener más costos y provocaría una baja en la renta y en la contratación de personal, por lo que el desempleo se mantendría en 13% en el mejor de los casos.
La situación es preocupante si se considera que en estos momentos más de 300 mil costarricenses no tienen un puesto de trabajo.
“El litro de combustible a un precio tan alto tiene efectos directos en la recuperación económica de las empresas y sus planes de expansión y contratación, pero también en las familias, quienes disminuirían su poder adquisitivo en otros productos y eso provocaría una disminución para Hacienda en el IVA”, explicó Daniel Suchar, analista financiero.
Desde diciembre del 2020, la gasolina súper aumentó su valor en 48%, mientras que la regular 51% y el diésel 59%.La función principal de la recaudación de estos tributos es invertir en la reconstrucción de carreteras y caminos dañados.
“La gran tajada de ese pastel en el cobro de la gasolina se lo lleva el Gobierno y es por eso, es que estamos pidiendo que se elimine el impuesto por un período de tres a seis meses”, expresó Alberto Mesén, presidente de la Junta Directiva de la Cámara de Empresarios del Combustible.
La necesidad de tomar medidas para frenar el alza en los combustibles es urgente según aseguraron los representantes de la Cámara Nacional de Transportistas, Cámara de Industrias y la Unión de Cámaras, por eso, están solicitando una mesa de diálogo al gobierno.
Suspender de manera transitoria el impuesto único a los combustibles debe hacerse mediante una reforma de ley, por lo que los empresarios también le piden apoyo a los diputados.
“Para la Unión de Cámaras, debe ser una prioridad la discusión de esta propuesta debido a que es una medida para contener la escalada en los precios por el aumento internacional del petróleo, a fin de que los efectos para las familias costarricenses y para el sector productivo sean de menor impacto”, expresó José Álvaro Jenkins, presidente de Uccaep.
