'Es un problema que no causamos nosotros, sino que lo encontramos en el país de origen y en el país de destino. Nosotros sólo somos un país de tránsito', dijo Aguilera a periodistas.
Estos ciudadanos cubanos 'están en una situación de estrés' y Panamá va a 'respetar la dignidad y los derechos humanos de estos individuos que al final del día no son delincuentes sino seres humanos que están pasando por una situación difícil', dijo Aguilera.
Más de mil migrantes, en su mayoría cubanos, ingresaron el miércoles a Costa Rica por la fuerza desde Panamá, donde se encuentran varados desde hace meses en su intento de llegar a Estados Unidos.
El gobierno costarricense ya atendió y movilizó a unos 8.000 cubanos que quedaron entrampados en su territorio luego de que Nicaragua les cerrara la frontera, pero ha reiterado que ya no tiene capacidad económica ni logística para seguirles brindando apoyo.
Según Aguilera, las facilidades migratorias estadounidenses para los cubanos son 'el imán que atrae a los cubanos a Estados Unidos en busca de mejores días y esa es una situación con la que nosotros tenemos que lidiar'.
Desde hace varios años, Panamá se ha convertido también en lugar de paso de miles de cubanos que salen de su país hacia Ecuador, país que no les pedía visado hasta hace unos meses.
De Ecuador cruzan a Colombia para atravesar Centroamérica y México hacia su destino final: Estados Unidos.
En marzo, Panamá trasladó vía aérea y de forma escalonada a más de 1.300 cubanos hacia la mexicana Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos, tras un acuerdo con el gobierno mexicano.
Aunque las autoridades panameñas advirtieron que la medida era excepcional, los cubanos han seguido llegando de manera irregular, pese a los peligros de la ruta, el costo de la travesía y los abusos de los traficantes de personas.
El proceso de deshielo entre Washington y La Habana ha provocado un gran aumento de la salida de cubanos desde su país, por temor a perder los privilegios migratorios que tienen en Estados Unidos.
Aguilera también manifestó que cerca de la frontera con Costa Rica el gobierno panameño está habilitando nuevas instalaciones alejadas de la población para acoger a los migrantes cubanos irregulares, cuyo número es superior a 4.000 en todo el país.
La cancillería está trabajando en la vía diplomática para buscar una nueva solución al problema, agregó.
