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ICEFI: La pandemia del Covid-19 evidenció los desequilibrios fiscales de Centroamérica

En su presentación de Contexto Fiscal para Centroamérica, ICEFI hizo hincapié en la necesidad de reformas estructurales para que el endeudamiento en países como Costa Rica y El Salvador detenga su trayectoria insostenible.

2021-02-01

Por Pablo Balcáceres, E&N

La pandemia del Covid-19 y el azote de fenómenos naturales acentuaron los desequilibrios fiscales de los países de Centroamérica, a tal grado que comprometen seriamente su desarrollo de cara a los próximos años.

En terreno peligroso ha entrado la dependencia de la deuda para muchos países del istmo, planteó el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI) en su presentación de Contexto Fiscal para Centroamérica 2021. "No nos engañemos. El problema del Covid y los efectos devastadores de los huracanes impactaron severamente a las economías de bienestar y a las finanzas de los países de Centroamérica, pero el problema fiscal de la región no se provocó en 2020, ya venía desde antes", esgrimió Abelardo Medina, encargado del área macrofiscal de ICEFI.

Foto: Estrategia y Negocios

Trastornos de carácter estructural necesitan tratamiento estructural. Recortes de gasto, programas de austeridad o el anuncio de combate a la corrupción sin llevarlo a la práctica son insuficientes para corregir el camino de economías de bajo potencial y cada vez más dependientes de las remesas familiares para salir a flote.

"En los países del CA-4 las remesas se convirtieron un motor importantísimo para que la actividad económica no cayera a un nivel todavía más profundo. La crisis de 2020 lo desnudó. Debe ser preocupante, no motivo de orgullo, que las economías de la región están cada vez más dependientes de las remesas de los inmigrantes", lamenta.

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El gasto público aumentó como parte de los retos impuestos por la pandemia del coronavirus. En promedio, el gasto presupuestado era del 18,6 % del PIB regional y el estimado llegó al 21,5 %, un aumento de 2,9 puntos.

"Con el propósito de compensar las necesidades de ciertos grupos poblaciones y empresariales, los gobiernos de la región implementaron ciertos programas de aumento de gasto que se convirtieron en una especie de programas contracíclicos", explica el analista de ICEFI.

El Estado que elevó su gasto en mayor medida fue el salvadoreño, de 22 % que planeaba gastar inicialmente terminó destinando el 29 %. El que efectuó menos esfuerzo a este respecto fue el costarricense, solo subió un punto, del 22 % al 23,1 %.

Foto: Estrategia y Negocios

La recaudación se vio dramáticamente afectada por la pandemia, pero los países ya venían contemplando las pérdidas. La carga tributaria bajó del 14,1 % del PIB al 13,2 % el año pasado en Centroamérica y se espera que este año escale al 13,8 %, por debajo del 14 % que había venido manteniendo desde 2016.

Deudas, al filo del peligro

El endeudamiento de la región centroamericana, Panamá incluida, creció del equivalente al 49,0 % del Producto Interno Bruto de la región en 2019 al 59,9 % el año pasado, en las estimaciones preliminares. Este año continuaría incrementándose hasta llegar al 62,9 %.
"En general la deuda de la región es insostenible, especialmente para Costa Rica y El Salvador, y esos países tendrán que hacer un esfuerzo muy significativo para evitar que la deuda siga creciendo", advirtió

El Salvador lidera el nada alegre ranking de los países más deudores en la región. La relación deuda/PIB subió 20 puntos en El Salvador, al pasar de 69,9 % del PIB en 2019 a 90,3 % a finales de 2020; para 2021 se estima que esta suba al 94,1 %, un nivel que le dejaría muy cerca del 100 %. "El Salvador deberá hacer algún esfuerzo para tratar de encontrar una trayectoria en la deuda para que se vuelva sostenible en el mediano plazo", recomienda Medina.

En Costa Rica, este indicador ha subido en 11,2 puntos, del 58,5 % de 2019 al 69,7 % de 2020 y con la proyección de un intranquilizador 76,3 % en 2021.

Panamá aumentó la deuda desde el 46,4 % al 58,7 % del PIB. Aunque no hay estándares para definir el nivel crítico de la deuda, los estudios apuntan a que los países emergentes con acceso a los mercados financieros no deberían sobrepasar el 50 % del PIB, relata Medina.

Panamá ha cruzado la frontera el año pasado y seguirá subiendo hasta 62,5 % en 2021. La estrategia de este país ha sido aprovechar el alto crecimiento de su economía para mantener estables sus indicadores de deuda, pero en la medida que su economía se vuelve más lenta, su apuesta comienza a fallar.
"Ese fenómeno ya no se está dando, entonces sí pone en riesgo la calificación de grado de inversión de la deuda de Panamá", plantea Medina.

Leve respiro en el déficit fiscal

Un rebote económico este año le dará al istmo la oportunidad de mejorar un déficit fiscal que este año ha sido para el olvido.
"El déficit fiscal de la región empieza a disminuir, pero todavía es lo suficientemente alto. Los resultados del déficit nos permiten estimar cuál es el valor de la deuda que esperamos al cierre de este período", dice el experto del ICEFI.
En El Salvador pasará del -10,5 % al -4,8 %, un alivio notable, pero que se encuentra muy por encima del 2 % - 3 % de los años precedentes. En Panamá el déficit fiscal se reducirá, pero no tanto, ya que del 7,1 % del 2020 se espera un 6,9 % en 2021.
A Costa Rica le esperaría una reducción de la calidad de la deuda y un encarecimiento de sus costos para contraer créditos controla el déficit fiscal, que viene profundizándose con una tasa mayor al -5 % del PIB en los últimos siete años.

Las proyecciones anteriores pueden empeorar aún dependiendo de la evolución de la pandemia en los próximos meses. "Los gobiernos todavía pueden tener más gastos y el rebote o recuperación puede ser más suave", dice Medina.
Las cifras de cierre 2021 están asumiendo los crecimientos previstos por las autoridades de cada país centroamericano, como también por organismos internacionales, tales como el FMI y el Banco Mundial.

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