Claves del día

Guatemala: La Plaza se convirtió en un mosaico humano

Durante más de 10 horas, miles de guatemaltecos llenaron la Plaza de la Constitución defendiendo la justicia, la lucha anticorrupción, la transparencia, la esperanza de un país digno. La Producraduría de Derechos Humanos estimó que 125.000 personas se reunieron en el centro de la capital reclamando un cambio en el sistema. La indignación culminó en una fiesta ciudadana, y la polarización que se ha hecho evidente en las redes sociales. La plaza se convirtió en un mosaico armónico.

2017-09-21

Por Christa Bollmann - estrategiaynegocios.net

Al grito de "Jimmy Morales, a los tribunales", las columnas de manifestantes abarrotaron la tarde del miércoles 20 de septiembre la Plaza de la Constitución en la ciudad de Guatemala y demostraron que la ciudadanía indignada por la crisis que enfrenta Guatemala es capaz de convertir el núcleo del Centro Histórico en un mosaico humano, más unido de lo que cualquiera podría imaginar, y muy diferente a la polarización social que reflejan hasta el día de hoy las redes sociales.

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El ingreso a la Plaza situada frente al Palacio Nacional de la Cultura, se mantuvo constante desde temprana hora. Las personas dispuestas a exigir la renuncia del mandatario, de los diputados, y a pedir cambios en el sistema de justicia, y principalmente a la Ley Electoral de Partidos Políticos empezaron a llegar antes las nueve de la mañana. A eso del medio día, quienes llegaron a exigir la salida de funcionarios corruptos compartían el área principal de la manifestación con los vendedores ambulantes que aprovecharon la ocasión, para hacer del lugar una feria, en la que esta vez, la tensión no era una constante.

A pocos metros de la entrada principal del Palacio, no faltó la valla de agentes de la Policía Nacional Civil, que cerraba el paso a los manifestantes.

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El gobierno mantuvo las medidas de seguridad, pese a que en esta ocasión se sabía que al menos el presidente Jimmy Morales no estaría en el Palacio, ni en Guatemala. Muy cerca, dos niñas jugaban en una cama elástica y se divertían como si aquello fuera un parque de diversiones.

Los responsables de la seguridad, en cambio, ni se inmutaban. Uno que otro se atrevía a cambiar la cara de seriedad por un saludo a quienes, pasaban enfrente, en fila y despacio, porque cada vez se hacía más difícil avanzar hacia delante, para acercarse a donde se podía tener una vista panorámica.

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Al filo del mediodía era imposible movilizarse hacia el centro del lugar, para llegar al área en donde se encuentran la Fuente o el asta de la bandera. La opción era ubicarse en los alrededores. Solo los representantes de algunas organizaciones -que llegaron temprano- encontraron los mejores lugares: la Asociación de Periodistas de Guatemala (APG), diversos grupos de estudiantes en representación de sus casas de estudios y sus facultades, principalmente de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC).

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Pero la mayoría de estudiantes aún no había entrado a la plaza, No fue sino entre una y dos de la tarde que las columnas más densas de manifestantes se hicieron sentir, mientras ingresaban tanto por la sexta, como por la séptima avenidas del centro histórico de Guatemala. Juntos llenaban siete u ocho cuadras desde la novena calle, en dirección hacia el sur.

People from different social sectors gather at Constitution Square in front of the National Palace in Guatemala City during a national strike demanding thate Guatemalan President Jimmy Morales and several lawmakers who are under a cloud of suspicion of corruption step down, on September 20, 2017. / AFP PHOTO / JOHAN ORDONEZ

Desde diversos vehículos con altoparlantes, más que la exigencia de renuncias, los campesinos, incluidos los representantes del Comité de Desarrollo Campesino (CODECA) dedicaron parte de sus discursos a recordarles a los presentes que el gobierno de Guatemala se ha olvidado de la juventud y de esa población que, en edad escolar, espera vivir en un país que les garantice mejores condiciones de vida, desarrollo humano, educación, salud.

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"Queremos una Guatemala donde haya propuestas para que la juventud se desarrolle. El país - aseguró un campesino desde el altavoz- tiene gente trabajadora que lucha, y que hoy le dice no a la corrupción y a la impunidad". Durante años y siglos, la Plaza se ha identificado con el poder político y económico, pero hoy está convertida en un espacio ciudadano, donde se espera cambiar la nación".

Las calles aledañas a la plaza central de la ciudad de Guatemala comenzaron a llenarse a partir de la 1:00 de la tarde, y ya no eran solo los peatones, sino también los vendedores de comida y sus carretas y hasta los motoristas, los que se confundían entre la multitud. A esa hora resultaba imposible precisar cuántas banderas de Guatemala ondeaban frente al Palacio, la Catedral, el Portal del Comercio o la Biblioteca Nacional. El azul, blanco y azul se convirtió en el símbolo de unidad de quienes habían llegado al lugar para acuerpar el paro.

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Pero no solo las columnas de estudiantes universitarios destacaron, también los grupos de jóvenes artistas, malabaristas, mimos, familias enteras y grupos pequeños de personas representantes de diversas empresas, a quienes se les reconocía, porque llegaron vestidos con uniformes de trabajo identificados por un logotipo. El denominador común de los diversos grupos fue la sonrisa, que se veía en cada una de las personas que se acercaba a la plaza y encontraba a más de una persona conocida.

Foto tomada de @emisorasunidas.

Con consignas o en silencio todos dejaban ver la satisfacción de estar en un lugar conocido en donde miles de personas compartieron un objetivo común. En el lugar se vio a empresarios, políticos, ciudadanos, ex funcionarios gubernamentales, hombres, mujeres, niños, personas mayores y ancianos sumados al paro. Más allá de las consignas en pancartas y memes en redes sociales, de los mensajes de polarización, el 20-9 fue una jornada cívica y en paz, ese miércoles que parecía sábado o domingo.

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