Del pasado, queda la necesidad de mantener habilidades directivas, pero lo que parece claro es que es necesario un aprendizaje permanente, para preparar a las organizaciones empresariales para este vertiginoso momento que vivimos, por lo que laEducación Ejecutiva debe de incluir habilidades blandas.
Cada vez hay más competencia en el mundo de la Educación Ejecutiva: cursos en línea abiertos masivos (MOOC, por sus siglas en inglés), pequeños cursos privados en línea (SPOC), universidades corporativas, cursos en línea abiertos corporativos (COOC), aprendizaje combinado... El ecosistema ha mutado y ha multiplicado sus opciones, y las empresas tienen cada vez más en la cabeza el tema del aprendizaje híbrido.
Harvard Business Review apunta que existen varios estudios a gran escala de la industria, que indican que más del 50% de los líderes de las organizaciones empresariales estiman que sus esfuerzos de desarrollo de talento no desarrollan de manera adecuada habilidades críticas y capacidades organizativas.
O sea, consideran que pagan mucho, para los resultados obtenidos para la formación de sus cuadros. Por ejemplo, el 42 % de los líderes encuestados para el estudio global de Tendencias de RRHH, Organización y Personas de Deloitte 2019 indican que sus programas de aprendizaje no son efectivos.
No podemos olvidar que el "Aprendizaje" es la principal urgencia y prioridad de las empresas tanto del mundo como en Centroamérica, según revela el citado estudio; que además concluye que el 93% de los líderes consideran que el aprendizaje tiene un alto impacto en el compromiso de los colaboradores, siendo, tal vez, el mayor movilizador de retención y satisfacción y la "oportunidad de aprender" es el mayor motivador par aceptar un trabajo.
Sin embargo, las escuelas de negocio proveen de unos servicios inalcanzables hasta la fecha a otro tipo de cursos como los arriba mencionados, ya que disponen de mayores recursos, orientados a la adquisición de conocimientos y sobre todo a la hora de su aplicación. "Los programas dirigidos a directivos, y entre ellos los programas MBA como máximo exponente, se basan en la mayoría en el concepto de promoción, con una admisión específica que permite modelar una cohorte en base a los estudios realizados, la experiencia profesional contrastada y en la capacidad específica de poder compartir conocimientos y experiencias con otros compañeros", afirma Enric Serradell, director de los programas de MBA y función directiva de la Universitat Oberta de Catalunya (universidad española online, una de las de mayor prestigio en el mundo en línea); con todo ello se asegura la diversidad funcional, sectorial y cultural para garantizar que los participantes puedan aprovechar esa experiencia en beneficio propio "mediante un proyecto específico tutorizado de forma personalizada", comenta Serradell.
Juan Luis Manfredi, autor del blog ‘Las escuelas de negocios y el futuro de la educación’ en el diario español El País señala como "muy interesante" la cuestión de la Industria 4.0 para el ámbito educativo, ya que "vamos a ver qué se puede enseñar, qué permanece en el programa de formación ejecutiva y qué se cambia".
Todo un reto, y una oportunidad para la Educación Ejecutiva. A medida que crece la automatización, también aumentan las oportunidades de implementar inteligencia artificial al aprendizaje, para facilitar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Estamos en lo que ahora han dado en llamar como ‘entorno VUCA’ (volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad, por sus siglas en inglés), que en lo laboral es cambiante y ultra competitivo, por lo que además de la ‘revolución de competencias’ se requiere una radical meta de aprendizaje, continua, reflexiva y crítica. De ello dependerá el éxito de personas y empresas.
Manfredi apunta que está claro que hace falta mantener habilidades directivas, "pero también tenemos claro que hace falta un conocimiento permanente, continuo, el live long learning. Antes nos bastaba con tener un MBA de una escuela de negocios de referencia, y eso era el pasaporte para toda la vida. A día de hoy, esto sería impensable. Haber hecho un MBA hace 10 o 15 años no te capacita para dirigir empresas en plena transformación digital".
Esto quiere decir que hoy las empresas están buscando las habilidades comunicativas, interpretativas, afectivas y perceptivas, pero muchos de los programas de educación ejecutiva se centran en habilidades como el desarrollo de estrategias y el análisis financiero, minimizando las habilidades relacionales, de comunicación y afectivas. Por todo ello, Manfredi tilda el MBA clásico como "formato en retroceso", excepto en EE. UU., el mercado principal.
Y esto viene dado por lo antes mencionado: existen otras vías de aprendizaje y de acreditación del conocimiento. Manfredi explica que hay nuevas escuelas de negocios "que no están en los rankings y que están siendo muy disruptivas", porque ofrecen formación ejecutiva muy específica, sobre temas en los cuales las escuelas de negocios no tienen background, por ejemplo blockchain y transformación digital.
Así, el aula como canal exclusivo pierde fuerza, "debe buscar experiencias integradora, por ejemplo, fórmula multicanal", complementa Cristina Cubero, directora de Consultoría de Deloitte para Centroamérica y República Dominicana: magistral (menor componente) + simulación + Juego + casos de análisis grupal + guías de referencia posterior.
"El reto de las escuelas de negocio, firmas capacitadoras, es llevar el aprendizaje al trabajo", continúa Cubero, lo que no significa "no usar el aula", sino usarla integradamente con otros canales para llevar aprendizajes adecuados, personalizados y localizados. "Unir aprendizaje y trabajo y esto necesariamente indica un mayor esfuerzo de identificación y planificación", concluye la experta de Deloitte.
Cubero es de la opinión de que el aprendizaje de calidad impulsa "necesariamente el éxito en una organización, cuando realmente logramos desarrollar nuevas habilidades en el personal, la inversión tiene un claro retorno y nunca será un gasto".
Revolución en los procedimientos
De todo ello se infiere que las empresas de negocios deben reorientar su foco. María Teresa Bistué, rectora de Aden Business School, una de las escuelas de negocios más reconocidas en América Latina, explica que "se observa una verdadera revolución en los negocios que impacta en los procedimientos dentro de las empresas.La Educación Ejecutiva tiene el desafío de acompañar estos cambios desde la formación". Y es que la irrupción de la tecnología, la IA, el IoT y la robótica, pueden verse como una amenaza por la eliminación de puestos de trabajo, pero también como una gran oportunidad. Por ello, se observa como una tendencia firme en Educación Ejecutiva la inclusión de temas vinculados a la tecnología.
Así, uno de los mayores desafíos para estas escuelas es implementar una transformación digital. " Este cambio de visión estratégica no aplica solo a la incorporación de nuevos contenidos en las currículas de las carreras, sino fundamentalmente a los procesos de gestión y de enseñanza-aprendizaje. La revolución de las TICs ha impactado en la vida cotidiana y en las empresas y ha impulsado rápidamente la necesidad de adquirir nuevas competencias, habilidades y conocimientos para poder operar en esta sociedad del conocimiento como ciudadanos, profesionales y colaboradores digitales", incide Bistué.
Y es que la forma de operar en los mercados con la economía digital está cambiando fruto de que el consumidor ya ha cambiado. Para ello las estructuras empresariales y gubernamentales deben ajustar los perfiles y formas de pensamiento de sus colaboradores. Tal y como asevera la rectora de Aden, "debemos formar para empleos y tareas que hoy todavía no se han creado", quien cree que la formación de Educación Ejecutiva debe orientarse a acortar el período de formación de los adultos y ser más flexibles, "donde no se requiera siempre la presencia física en el establecimiento educativo. Se necesitan adquirir más competencias en menos tiempo, convertirse en sujetos hábiles digitalmente".
Hoy, el camino de formación se recorre en el ámbito analógico y digital de manera simultánea, por tal motivo se deben ajustar las prácticas de enseñanzas innovando sus procesos de manera continua. "Ya no se puede pensar tampoco en un pensum cerrado, sino en permanente actualización y cambio", dice Marìa Teresa Bistué.
Las Escuelas de Negocios no pueden seguir divorciadas de la realidad de la empresa, deben de estar en permanente contacto con las demandas y necesidades del mundo de trabajo. "Todas las necesidades detectadas a través de nuestra división Incompany, se trasladan como temática a los programas de educación continua", completa la rectora de Aden.
El papel del profesorado es clave en este aspecto. La vigencia de la formación está en la incorporación permanente de nuevas temáticas de la mano de profesores expertos que apliquen y trabajen con esas nuevas tecnologías y prácticas. "La revisión de programas es un continuo, no lo pensamos como un cambio de plan de estudio cada tanto", expresa Bistué.
Formación online, blockchain…
La educación superior y la educación ejecutiva deben proveer soluciones para esta demanda permanente y considero que la modalidad E-learning se presenta espontáneamente como la solución óptima.Los centros de Educación Superior no pueden ser resistentes digitales o novatos digitales, sino todo lo contrario, deben aprovechar las infinitas posibilidades que brinda la tecnología para la educación. El sector debe orientarse a las nuevas necesidades laborales y de producción que plantea la Industria 4.0 donde las infraestructuras son inteligentes y hay una digitalización de las metodologías de trabajo para satisfacer a clientes cada vez más exigentes y expertos que buscan servicios personalizados.
"Como director del área Executive Education de una universidad online me gustaría decir que la educación online en los últimos años es sinónimo de flexibilidad", comenta Enric Serradell, de la UOC. A la flexibilidad se le unen ventajas en términos de utilización del concepto de promoción y la diversidad cultural y profesional de los participantes. "En una escuela de negocios de calidad, las promociones tienen un número reducido y controlado de participantes para garantizar la calidad del curso y un aprovechamiento máximo en base a la tutorización de cada uno de los módulos que lo componen y sobre todo cada uno de los proyectos", apunta Serradell.
En todo caso, lo ideal es un mix. La educación presencial sigue siendo clave, pues ofrece la posibilidad del networking entre los participantes, más difícil de lograr en el mundo virtual. "La red de relaciones sigue siendo tan importante ahora como antes, y es extendida a través de las redes virtuales", dice la rectora de Aden.
Por otro lado, hay que hablar de la tecnología blockchain, que va a promover grandes cambios no sólo en la Educación Superior o Educación Ejecutiva sino en muchísimos sectores de la economía. A nivel de educación superior desde la Escuela de Negocios de la UOC apuntan que asegura la veracidad de los datos que proporciona en aspectos tales como el movimiento entre instituciones de expedientes de estudiantes, asegurando la veracidad de las personas a la hora de realizar contrataciones /matrícula /pago de las tasas y matrículas, la identificación en procesos de videoconferencias o exámenes, o la veracidad de los títulos oficiales tanto para las administraciones públicas como empresas privadas.
Además, ayudará a gestionar la obtención de becas personalizadas y el patrocinio o mecenazgo para proyectos, investigadores, estudiantes o centros de investigación; reduciendo asimismo el coste de gestión de títulos y de expedientes a las instituciones.
Son tiempos complejos para todos, también, como vemos, para la Educación Ejecutiva. En tiempos de la industria 4.0, la automatización impacta la estrategia de aprendizaje y por tanto el desarrollo de habilidades de la organización, habilita la empresa para lograr la estrategia. "Lo que se debe aprender y cómo aprenderlo cambian dramáticamente.
La organización debe analizar cómo está variando el trabajo, las actividades producto del cambio, identificar nuevas capacidades y establecer la estrategia para dotar de ellas al talento", comenta Cubero, de Deloitte.
En suma, se trata de preparar una organización empresarial para el siglo XXI, que incluya "procesos de negociación, talento global, prioridades, atención a la cadena de suministros globales, gestión y relación con los emprendedores, con los empleados que no están a tiempo completo (trabajadores independientes), la gig economy también habrá que trabajar con ellos", concluye Juan Luis Manfredi.
