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El Salvador gana 100 megavatios de energía solar con el proyecto Bósforo

AES El Salvador da por concluido su primer gran proyecto de plantas solares, el cual acelera el cambio de la matriz eléctrica salvadoreña hacia fuentes renovales. Este país es uno de los más importantes para AES por su ubicación y no descartan que pueda convertirse en un alimentador de la red del Triángulo Norte de Centroamérica. En 2020 iniciarán la construcción de una nueva planta solar.

2019-10-29

Por Gabriela Melara - estrategiaynegocios.net

El Salvador avanza en la generación eléctrica usando fuentes naturales. AES El Salvador y Corporación Multi Inversiones (CMI) completaron la puesta en operación del proyecto Bósforo, el cual se compone por 10 plantas solares, con las cuales se inyectan 100 megavatios a la red eléctrica salvadoreña, una inversión por el orden de los US$160 millones.

Bósforo es un paso más para la operación de AES El Salvador que impulsa iniciativas energéticas sostenibles y clave en su meta para cumplir sus objetivos de reducir la huella de carbono de la generación eléctrica.

La compañía avanza en un ambicioso plan medioambiental que le permitirá retirar o vender algunas de sus plantas generadoras que operan con combustibles fósiles. Bósforo es parte de esa estrategia que incluye nuevas inversiones, ya que contribuye a evitar la emisión a la atmósfera de más de 175.000 toneladas de CO2 al año.

"Nosotros hemos tomado una meta de una reducción de intensidad de carbono del 70% en el 2030 y el 50% para el año 2022, ello nos ha hecho sustituir las energías producidas con carbón y con búnker por energías más limpias como el Gas Natural. Estamos, somos líderes en el mercado de América con una empresa que está comprometida con las energías renovables solar y eólica, con más de 2.000 a 3.000 megavatios por año en inversiones y en operación", indicó Bernerd Da Santos, vicepresidente ejecutivo y COO de la corporación AES.

¿Por qué El Salvador fue candidato para este proyecto de energía renovable? Juan Ignacio Rubiolo, presidente de AES México, Centroamérica y Caribe, aseguró que El Salvador es un componente fundamental en los objetivos de AES porque es un país que necesita energía renovable, es un sistema, dentro de Centroamérica, que utiliza más de los combustibles derivados del petróleo para su matriz eléctrica y este tipo de proyectos trae una mejora en medio ambiente.

El ejecutivo destacó que con Bósforo se reduce las emisiones de C02, "pero trae competitividad al sistema (...) El ahorro que trae a la energía en El Salvador es importante porque reemplaza la generación térmica convencional que se generaba con búnker. Por eso somos de los que impulsamos estos proyectos, porque la región es una de las que más usa energías convencionales", puntualizó.

La multinacional estadounidense tiene 20 años de operación en Centroamérica. En el mundo, su principal negocio es la generación eléctrica y Bósforo es una pieza de una gigantesca operación que ya alcanza los 35.000 megavatios de capacidad por sus plantas distribuidas en 14 países. Además, la empresa destaca su rol como distribuidor en el mercado salvadoreño donde administra cuatro de las cinco distribuidoras de la plaza.

Los ejecutivos de AES explicaron -en la ciudad de San Salvador- que desde hace 15 años iniciaron una ruta verde en la corporación, que les permite ampliar su portafolio de producción de energía por medio fuentes menos contaminantes como el gas natural o renovables como la eólica y la solar, en esta última se enmarca Bósforo, un proyecto que se comenzó a construir hace dos años.

"En 2017 sometimos a nuestro comité de inversiones la ejecución del proyecto Bósforo y, en aquel entonces, en noviembre de 2017, cerramos el financiamiento, firmamos con los bancos y nos dieron los primeros desembolsos y empezamos a construir nuestra planta. Eso fue hace dos años, un proyecto retador porque implicaba marcialidad en la ejecución (...) una planta terminando una y empezando una más, en simultáneo", explicó Abraham Bichara, presidente de AES El Salvador.

La última pieza

Recién el 29 de octubre de 2019 AES puso en operación la última de las 10 plantas que comprenden el Proyecto Bósforo, esta se ubica en Guazapa, al norte de San Salvador, la cual viene a completar la fase III del proyecto, junto con las instalaciones que se ubican en Nejapa y Apopa.

Se trata de la última de 10 plantas que está equipadas con 44.000 módulos fotovoltaicos de tipo policristalino que cuentan con tres estaciones de potencia, que convierten la energía de corriente directa a corriente alterna. Los parques solares poseen también una subestación de distribución eléctrica que adapta esta energía para inyectarla a la red.

El Proyecto fue ejecutado en tres fases, las que se desarrollaron en varios puntos del país. La Unión, Santa Ana, Sonsonate, Usulután y San Salvador.

El 70% de la inversión se financió con fondos de la Corporación para Inversiones Privadas en el Extranjero (OPIC, por sus siglas en inglés), agencia financiera del gobierno estadounidense; el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE); el Banco Holandés para el Desarrollo (FMO) y el Fondo Finlandés para la Cooperación Industrial (FINNFUND).

"Con nuestro socio, la Corporación MultiInversiones (CMI) buscamos el apalancamiento con bancos de mucho prestigio (...) Estas cuatro instituciones nos dieron financiamiento para el 70% del costo del proyecto", explica Bichara.

La multinacional CMI participa en este proyecto a través de su Unidad de Energía, que se dedica al desarrollo, diseño y operación de proyectos de generación y comercialización de energía eléctrica en Centroamérica.

'A través de sus 10 plantas de generación, distribuidas en todo el país, Bósforo colocará puntos de generación y distribución de energía más cerca de los consumidores, apoyando así a la estabilidad y confiabilidad del sistema eléctrico nacional, lo cual confirma el compromiso de largo plazo de CMI en el desarrollo de El Salvador', indicó Enrique Crespo, CEO de CMI Capital.

CMI se enfoca primordialmente con recursos renovables, a través de proyectos de energía hidráulica, eólica y solar, lo cual le permite tener actualmente más de 800 MW en toda la región. En Guatemala, donde invierten en este rubro, desde 1995, son el mayor distribuidor privado. Cubren el 16% de la demanda guatemalteca.

"Nosotros tenemos socios en todos los mercados, es cómo hacemos negocios, somos creyentes en las alianzas, en este mercado lo hemos hecho con CMI compartimos los valores y forma de hacer negocio. Tanco con ellos, como con otros, estamos siempre práctica un nuevo proyecto que sea positivo a la región y sus mercados, para su desarrollo. Si hay oportunidades, seguro que estaremos invirtiendo", indica Rubiolo.

El Salvador es un país estratégico para instalar paneles solares por su ubicación geográfica que le da un nivel satisfactorio para la producción de energía y la operación de las 10 plantas tienen una producción con capacidad para suplir una demanda de 100.000 hogares.

"Hay países con mayor radiación, por ejemplo los desiertos de Chile o México, pero, Centroamérica, en general, y El Salvador se tiene una radiación buena y hace que estos proyectos sean viables, con producciones razonables, con eficiencia y con retornos económicos adecuados, pero no solo la parte económica, sino la bondad de esto es la sustitución de energía producida con combustibles fósiles que impactan el ambiente y son más costosas que lo que cuesta la energía solar", agrega Bichara.

El ejecutivo destaca además que la operación no solo trae desarrollo para El Salvador, traerá energía más barata. "(Con este tipo de proyectos) se piensa más en el consumidor", agrega e indica que proyectan tener un retorno de la inversión en ocho años aproximadamente.

"Ocho años es un buen tiempo, no son de rápido retorno, pero una buena parte es para el usuario porque ayuda a disminuir los costos de la energía, a las distribuidoras nos conviene, porque le alcanza al gobierno el subsidio, el cliente no se enreda con la factura. Es decente el retorno, pero no es grandísimos", acotó Bichara.

Próximos planes para El Salvador

AES El Salvador planea, para 2020, construir una nueva planta de energía solar en el occidente del país. Que vendrá a inyectar 10 Megavatios más a la red, sumando así 110 MW, si suman con Bósforo.

Asimismo, AES ve a El Salvador como un punto estratégico para distribuir energías a los países que conforman el Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador).

"El Salvador, como lo ha sido, es un mercado importante para Centroamérica y será candidato a tener un centro de distribución que sea o solo para El Salvador o también para el Triángulo Norte", aseguró Rubiolo, durante la inauguración de la última planta que conforma el proyecto Bósforo.

No descartan, incluso, inyectar a la operación la energía de Gas Natural Licuado (GNL), aprovechando que recientemente inauguraron su planta de gas natural en Panamá.

Estos dos grandes tanques -en Panamá- permitirán exportar gas hacia otros países, para uso en otras plantas que usan combustibles fósiles y puedan convertirse en generadores de energías más limpias, pero también permite la sostenibilidad que va en la sustitución combustibles fósiles en la industria, en el transporte, y se ha abierto en la República Dominicana un mercado que hace que en la isla se consuma gas natural. En este punto se encuentran construyendo un gasoducto de 49.5 kilómetros de extensión, que ayudará a la conversión de importantes centrales de generación a aportar 730 MW de energía, y así suministrar el 44% de la energía del país, con base en gas natural para el 2022.

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