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El G20 aprueba impuesto empresarial global de al menos el 15%

G20 acordaron un impuesto mínimo global a sociedades de al menos el 15% para lograr un sistema tributario más justo. También hablaron de la emisión de carbono y las vacunas contra COVID-19.

2021-10-30

Por AFP

El presidente argentino, Alberto Fernández, aprovechó para cargar contra el FMI y 'el actual sistema, que prioriza a la especulación sobre el desarrollo de los pueblos' y que en su país 'condena a generaciones'.

Los líderes del G20 acordaron este sábado (30.10.2021) en Roma la adopción de un impuesto mínimo global de sociedades de al menos el 15%, como medida para lograr un sistema tributario más justo y evitar que las empresas se beneficien de regímenes fiscales complacientes y no paguen impuestos en los países en los que operan, informaron fuentes conocedoras de las sesiones, que se celebran a puerta cerrada.

Según las fuentes, los líderes alcanzaron este histórico acuerdo tras cuatro años de intenso debate, un sistema que estará basado en dos pilares y que abordará los retos fiscales que plantea la digitalización y globalización de la economía. El mecanismo, que se adoptará para 2030, sigue el camino ya trazado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de un sistema sustentado en dos pilares: una tasa de al menos el 15% del beneficio para grandes multinacionales y el pago de impuestos tanto en el país que albergue la sede central como en los países en los que operen.

Un impuesto mínimo para el mundo

El mecanismo, que se adoptará para 2030, sigue el camino ya trazado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de un sistema sustentado en dos pilares.

El primero fija que el volumen del beneficio residual de las empresas, es decir, el restante después de que el país donde esté la sede se haya quedado con el impuesto correspondiente al 10% de la rentabilidad, se repartirá entre los países donde operan. El segundo establece un tipo mínimo de sociedades del 15% para las que tengan una facturación de al menos 750 millones de euros (mde).

La OCDE ya informó de que 136 países y jurisdicciones, que abarcan más del 90% del PIB mundial sobre los 140 que participan en las negociaciones, acordaron que para el primer pilar la cifra sea del 25% de ese beneficio residual, después de que hasta ahora se estuviera discutiendo entre un rango entre el 20 y el 30%. Esto se refiere a grandes empresas con una facturación mundial superior a 20,000 millones de euros y una rentabilidad superior al 10%, y el reparto de beneficios se haría entre los países donde cada compañía tiene ingresos superiores a un millón de euros (250,000 euros en pequeños estados).

El objetivo, agregaron las fuentes, es garantizar unas normas fiscales justas, modernas y eficaces, claves para fomentar las inversiones y el crecimiento.

Un G20 con ausencias de peso

Los líderes de este foro, cuyos países acumulan el 80% del producto interior bruto y el 60% de la población del planeta, volvieron a reunirse físicamente tras la pandemia, pues el de Riad del pasado año tuvo que celebrarse virtualmente.

La cumbre tuvo dos ausencias de excepción, que de alguna manera ponen en jaque el auspiciado multilateralismo: la del presidente ruso, Vladimir Putin, que por videoconferencia exigió el reconocimiento recíproco de las vacunas entre bloques; y la del presidente de China, Xi Jinping.

Fernández: la deuda con el FMI 'condena a generaciones'

En esta primera sesión del G20 de Roma, los líderes también conversaron sobre la aprobación de la nueva emisión de derechos especiales de giro por parte del FMI y el mecanismo innovador para su reasignación. El presidente de Argentina, Alberto Fernández, criticó en su intervención que la elevada deuda de más de 46.000 millones de dólares del país con el Fondo Monetario Internacional (FMI) 'condena a generaciones' y cargó contra 'el capitalismo de la producción' y 'la lógica de la especulación financiera'.

Antes de partir hacia Roma, Fernández, cuya agenda incluye una reunión con la directora gerente del FMI Kristalina Georgieva, advirtió antes de partir que Argentina 'no se va a arrodillar' ante la institución financiera. 'No hay inocentes en esa historia. Son tan responsables los que se endeudaron sin atender las ruinosas consecuencias sobrevinientes, como los que dieron esos recursos para financiar la fuga de divisas en una economía desquiciada', añadió en su comparecencia de hoy, a puerta cerrada, según fuentes oficiales.

'El actual sistema, que prioriza a la especulación sobre el desarrollo de los pueblos, debe cambiar. La deuda externa que mi gobierno heredó con el FMI y que hoy estamos afrontando es un claro ejemplo de lo que está mal: única en la historia por su monto y por sus condiciones de repago, aprobada para favorecer a un gobierno en la coyuntura, acaba condenando a generaciones que miran impávidas el destino que le ha sido impuesto', insistió Fernández.

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