Esto se oficializó en el día de ayer, miércoles 9 de marzo, cuando el presidente Joe Biden firmó una órden ejecutiva que abre la investigación sobre los riesgos y beneficios de crear una moneda digitalizada por medio del banco central.
La idea es 'la máxima prioridad al desarrollo y la investigación de una posible moneda digital del banco central (CBDC) para Estados Unidos', según un comunicado. La misma establece que el Departamento del Tesoro, el Departamento de Comercio y otras agencias clave preparen informes sobre 'el futuro del dinero', mientras que también se analizará el papel que desempeñarán las criptomonedas en todo este nuevo mundo digital.
¿Democratización? 'Demasiados estadounidenses no tienen acceso a sistemas de pago y cuentas bancarias fáciles, y creo que esto es algo en lo que un dólar digital, una moneda digital del banco central, podría ayudar', remarcó el presidente estadounidense al firmar la nueva órden, mientras que agregó: 'Podría resultar en pagos más rápidos, seguros y económicos, que creo que son objetivos importantes'. Y mientras que esta parece ser la principal razón para desarrollar una moneda digital que compita con las criptomonedas más conocidas, también hay cuestiones de seguridad que buscan evitar con esta nueva política, informó El Tiempo.
Un alto mando del ejecutivo estadounidense aseguró que uno de los ejes de la investigación estará puesto en 'combatir el uso de criptomonedas para evitar sanciones estadounidenses' y detalló que el principal ejemplo encontrado hasta el momento es el de Rusia -que enfrenta fuertes sanciones occidentales desde que invadió a Ucrania-.
'El desarrollo de activos digitales ofrece la ocasión a Estados Unidos de reforzar su dominación en las finanzas y la tecnología, pero también tiene consecuencias importantes para la protección de los consumidores, la estabilidad financiera, la seguridad nacional y el medioambiente', concluye el comunicado oficial.
¿QUé SON LOS CBDC?
Las CBDC son monedas digital que emiten los bancos centrales y sirven como una alternativa al dinero en efectivo. Está regulada por un estado en específico o una comunidad de estados. El problema que se encuentra con esta situación está en diferenciar a la modalidad que existe hoy en día para manejar el dinero -el cual se encuentra digitalizado por medio de las entidades bancarias privadas- y la introducción de una moneda totalmente digital.
Este tipo de activo digital, según el banco BBVA, tiene 4 características principales:
1. Se intercambia entre pares
2. Es universal
3. Es anónimo
4. No devenga intereses.
El funcionamiento depende mucho de la tecnología que se use para su creación.
¿QUé LOS DIFERENCIA DE LAS CRIPTOMONEDAS?
En un principio, las monedas digitales cuentan con el respaldo oficial de los bancos centrales que las emiten. Ahora bien, el valor de las criptomonedas está determinado por el mercado, esto quiere decir que están sujetas al precio de la oferta y la demanda. Por otro lado, los CBDC están anclados al valor de una moneda de curso legal, según BBVA. Otra de las grandes diferencias es la volatilidad. Con las monedas digitales los bancos centrales apuntan a la estabilidad financiera. Mientras tanto las criptomonedas, como el bictóin, cuentan con niveles altos de volatilidad e incertidumbre en el mercado.PROS Y CONTRA DE LOS CBDC
Entre los beneficios de este tipo de monedas está la creación de sistemas de pago más eficientes. Esto, a su vez, implicaría mayor inclusión financiera para los usuarios. De acuerdo con BBVA, se aumentaría la competencia y se reducirían costes.Junto a ello, sustituye el efectivo por una opción más eficaz. Teniendo en cuenta que el dinero en efectivo es costoso de producir y sustituir, requiere cierta infraestructura y se puede robar con facilidad. De esta forma, la moneda digital permite abrir nuevas posibilidades para la política monetaria, de acuerdo con BBVA. Es decir, se ampliaría el territorio de tipos de interés negativos.
Con respecto a las consecuencias negativas, se ha considerado que se pierde la privacidad con respecto a las transacciones pues estarán siendo observadas por el gobierno central. También supone retos en cuanto a su universalidad, pues dependerá de lo que cada gobierno o empresa decida. Junto a ello, son transacciones que suelen darse en el anonimato, prestándose también como posibilidad para delitos.
PAíSES CON MONEDA DIGITAL
Recientemente salió al mercado el DECP o Yuan Digital Chino. En este caso, los usuarios pueden tener una aplicación como monedero digital de yuanes o acumularlo en una tarjeta física. A su vez, pueden utilizar unas pulseras que funcionan como lector de las transacciones.
La moneda lleva en marcha desde 2014, según DW. Desde este 2022 se abrió al uso internacional para el uso durante los Juegos Olímpicos de Invierno. La posibilidad ya está disponible tanto para dispositivos Android como iOS.
Ahora bien, en 2021 Nigeria se convirtió en la primera nación africada en tener una moneda digital, la eNaira. En este caso, utiliza la misma tecnología que un Bitcoin. Esta deriva su precio de la moneda oficial y, por ahora, las transacciones son totalmente rastreables por el gobierno. En octubre de 2021, Bahamas lanzó su 'dólar de arena'. Este es un dólar digital emitido por el banco central. Los residentes pueden acceder a este a través de una aplicación o con tarjeta de pago.
En Europa también se han visto avances en esta materia. En julio de 2021 el Banco Central Europeo lanzó un euro digital que está en fase de investigación y diseño.
En el Caribe, San Cristóbal y Nieves, Antigua y Barbuda, Santa Lucía y Granada también cuentan con una moneda digital. Esta no solo circula dentro de los países, sino que permite hacer transacciones hacia los otros donde está presente. DCash, emitido por el Banco Central del Caribe Oriental, es la primera moneda basada en tecnología blockchain.
Por su parte, India lanzará una 'rupia digital' con respaldo estatal e impondrá un gravamen de 30% sobre el lucro de las monedas virtuales, anunció el martes el gobierno. El plan es un golpe a uno de los mercados de criptomonedas de más rápido crecimiento, que ha estado sin regulación pese al explosivo surgimiento de plataformas locales de comercialización.
