Claves del día

Corrupción cuesta entre 3% y 4% del PIB panameño

Esta lacra le arrebata los recursos a los más pobres. El costo de la corrupción en Panamá oscila entre el 3% y 4% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que representa unos US$1.500 millones anualmente.

2014-12-30

Por: laestrella.com.pa

'La corrupción condena, en países en vías de desarrollo, al estancamiento. Cuando un corrupto roba dinero al Estado, le está robando a los más pobres y vulnerables, y en ocasiones los está condenando a muerte', señaló Guido Rodríguez, fiscal del Tribunal de Cuentas y exdirector del diario La Estrella de Panamá .

Así plantea el fiscal de Cuentas la estrecha relación que existe entre la corrupción y la pobreza, en un país que registra alto en los índices internacionales que miden estos vicios y cuenta con un cuarto de la población con escasos recursos.

Las evaluaciones del índice de Percepción de la Corrupción (IPC), de Transparencia Internacional, dadas a conocer a principios de diciembre, indican que Panamá obtuvo 37 puntos sobre 100, en una medición en la que 0 se acerca más a la percepción de corrupción.

Los recientes escándalos de corrupción que se han registrado en el país coinciden con los resultados del IPC, como el caso del exctor del Programa de Ayuda Nacional (PAN) Rafael Guardia, a quien se le atribuyen cuentas bancarias por US$9 millones, a su nombre y de familiares, además de cuantiosas propiedades adquiridas durante su gestión.

Al extitular de la cartera de Desarrollo Social, Guillermo Ferrufino, muy cercano colaborador de Ricardo Martinelli, se le investiga por presunto enriquecimiento injustificado, tras detectarse que adquirió lujosas residencias en la ciudad y en el interior del país, así como extensas fincas de tierra y ganado.

Así mismo, a Alejando Moncada Luna, magistrado separado de la Corte Suprema de Justicia, se le acusa de enriquecimiento injustificado y blanqueo de capitales y actualmente se encuentra bajo investigación y reclusión domiciliaria.

Pero las lesiones multimillonarias sobre el erario público, apuntan los expertos, son el menor de los costos de la corrupción.

'La corrupción ha sido vista de manera incompleta en esta sociedad. La gente piensa que el mayor costo es lo que se llevan (los que roban) para la casa y lo más triste es que ese es el menor de los problemas. El mayor problema son las riquezas que se dejan de generar, el bienestar que se deja de generar o la pobreza que dejamos de reducir', responde el economista y asesor del despacho del ministro de Economía y Finanzas, Horacio Estribí.

La pobreza aumenta a medida que la corrupción le arrebata los recursos públicos a la sociedad, dijo.

El costo de la corrupción en Panamá oscila entre el 3% y 4% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que representa unos US$1.500 millones anualmente, que podrían haberse usado para reducir los márgenes de pobreza, considera Rodríguez.

Los gobernantes tienen la oportunidad de evitar que la corrupción le quite los recursos que deberían destinarse para combatir la pobreza. ‘Lo importante es que desde la cabeza se predique con el ejemplo. Si tienes un presidente corrupto, ese mal ejemplo replica muy rápido, mucho más que el buen ejemplo’, dice.

Como alternativa, el presidente de Uruguay, José Mujica, se presenta como un hombre honesto y austero. Su país, que es similar en extensión y población a Panamá, muestra índices muy competitivos en todos los rubros del desarrollo social y económico, a pesar de estar ubicado en un rincón de América, señaló Rodríguez.

En Panamá, este ejemplo no permea. Antes de las elecciones de mayo de 2014, el entonces presidente Ricardo Martinelli repartió cerca de US$150 millones a los diputados con aspiraciones a reelegirse y, según se ha denunciado, utilizó el PAN como canalizador.

Panamá ha registrado un crecimiento económico promedio de 8,5% en los últimos diez años, que es uno de los más alto de la región latinoamericana; sin embargo, casi la mitad de los panameños trabaja en el sector informal y un 10% vive con ingresos menores a un US$1.

El fiscal del Tribunal de Cuentas considera que en un país tan pequeño y despoblado como Panamá, donde hay 3,4 millones de habitantes, no hay derecho a tener un 25% de pobres y 90% de la población indígena en esta condición. 'Estas cifras laceran nuestra dignidad como nación. Por eso, la lucha contra la corrupción debiera ser un propósito nacional', advierte el exdirector de La Estrella de Panamá .

'Necesitamos una hoja de ruta, necesitamos transformaciones concretas a corto, mediano y largo plazo', exigió Carlos Gasnell, vicepresidente Ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo de la Libertad Ciudadana (capítulo panameño del TI), durante una entrevista previa con este medio.

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