Por Bloomberg
China reportó este sábado más de 3.300 infecciones por COVID-19, ya que el país enfrenta su peor brote desde los primeros días de la pandemia y las autoridades intensifican los esfuerzos para detener la propagación.
Se registraron mil 807 infecciones locales confirmadas y mil 315 casos locales asintomáticos, dijo el domingo la Comisión Nacional de Salud. La provincia nororiental de Jilin representó más de 2 mil 100 casos.
China reporta más de 200 casos importados
China está lidiando con nuevas infecciones domésticas que están aumentando a un ritmo no visto desde el pico del brote en Wuhan, el primer epicentro del virus. El sábado, la viceprimera ministra Sun Chunlan prometió tomar medidas estrictas para detener los grupos regionales e instó a los funcionarios a implementar pruebas rápidas de antígeno, además de las pruebas de ácido nucleico para mantenerse al día con la propagación de ómicron.
El país debería “mantener resueltamente el resultado final de evitar el resurgimiento de la escala”, dijo.
China trabajará (otra vez) desde casaChina aprobó la semana pasada cinco pruebas rápidas de antígeno COVID desarrolladas por empresas nacionales. Guangzhou Wondfo Biotech, una de las empresas que obtuvo la autorización, firmó un acuerdo para vender sus kits a través de los puntos de venta y la plataforma en línea de DaShenLin Pharmaceutical.
Los gobiernos regionales están intensificando los esfuerzos para contener la propagación del virus en sus áreas. Shanghái ha exigido a las personas que proporcionen resultados negativos en las pruebas de ácido nucleico dentro de las últimas 48 horas si desean salir o ingresar a la ciudad, según un comunicado emitido por el gobierno municipal el sábado por la noche.
La provincia de Guangdong, en el sur, destituyó a seis funcionarios de sus puestos, incluido un subjefe del departamento de seguridad pública provincial, por un brote grupal en la ciudad de Dongguan el 1 de marzo, informó el Beijing Daily.
