Por Redacción E&N
La guerra en Ucrania está generando cambios en Centroamérica, que van más allá de las afectaciones a su economía.
La región, que cada año muestra un creciente desplazamiento de personas que se ven obligadas a dejar sus hogares, está acogiendo a ucranianos que huyen de la guerra.
La Agencia de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), indica que actualmente hay alrededor de 580,000 personas refugiadas y solicitantes de asilo en mundo, procedentes principalmente de El Salvador, Honduras y Guatemala, una cifra que registró un incremento de más de 30% en comparación con el 2018.
A este segmento se le suman los más de 100 mil nicaragüenses, que han abandonado su país principalmente por la represión estatal, según el organismo.
Sin embargo, esa realidad no está impidiendo que Centroamérica tienda la mano a los ucranianos, luego de que el 24 de febrero pasado el presidente de Rusia, Vladimir Putin, invadiera a la nación europea.
El primer país de la región centroamericana en recibirlos a fue Guatemala, que hasta el 3 de abril (03.04.2022) había informado de 32 ucranianos acogidos en su territorio, según el medio Prensa Libre.
Precisamente Guatemala es el país, en la región centroamericana, con el mayor número de refugiados de origen ucraniano.
“Gracias a Dios que nosotros ahora estamos en Guatemala, acá no hay guerra”, dijo Viacheslav Ostrenk, uno de los primeros desplazados ucranianos que encontró refugio en el país centroamericano, en marzo pasado, junto con su familia.
Los desplazados de Ucrania cuentan con el apoyo del presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, quien, tras la invasión de Rusia, afirmó que “las familias ucranianas que deseen buscar protección en otro país para escapar del conflicto, tendrán asegurado un refugio en Guatemala”.
Pero esta nación ya les es familiar, ya que la mayoría de ucranianos refugiados a la fecha en Guatemala cuentan con parientes viviendo en este país centroamericano, que son empleados de empresas mineras de níquel CGN y PRONICO, subsidiarias de la suiza Solway Investment Group, ha precisado David Orellana, gerente de Relaciones Públicas de ambas firmas.
CGN y PRONICO, que operan en el noreste indígena del país, alberga a 75 trabajadores de Ucrania y a 80 de Rusia, explicó. Y esa conexión ha influido en la decisión
Costa Rica también los acoge
Costa Rica también les ha extendido la mano. En esta nación al menos 28 ciudadanos de Ucrania han obtenido el estatus de residentes temporales desde el inicio de la invasión rusa, otros 36 están bajo una situación especial, que se sumaron a otros 86 que ya residían legalmente en el país antes de la guerra.
En el caso de Costa Rica, los ucranianos no solamente reciben apoyo gubernamental, sino también de los propios ciudadanos costarricenses.
El caso del portero del club de fútbol Paris Saint-Germain (PSG), de la Ligue 1, la máxima categoría de Francia, Keylor Navas, es el más conocido de acuerdo con reportes de La República.
Navas llamó la atención por dar acogida a 30 refugiados ucranianos en su casa en el país europeo. Además de ofrecer la sala de cine de su casa como habitación, el exportero del Real Madrid y su esposa Andrea Salas, proveen ropa y alimentos a los refugiados.
Por su parte, el escritor canadiense nacionalizado costarricense, Bruce Callow, decidió establecerse temporalmente en Varsovia, para brindar apoyo de todo tipo de los refugiados ucranianos en Polonia, con el apoyo de la ingeniera de la NASA Sandra Cauffman, originaria de Costa Rica, quien le facilitó artículos de la agencia especial para repartir entre los niños afectados por la guerra.
Aparte de eso los ucranianos, que desde hace más de 40 años residen en el país, han establecido una comunidad con voz, en la nación, y con, ello, las bases para que Costa Rica sea elegido como el destino óptimo tras la guerra ya que aprecian que no tenga Ejército; que sea democrático; que permita el ingreso sin visa, con derecho a permanecer hasta 90 días; y que ofrezca empleos cualificados.
El caso de Svetlana Olifirova lo ejemplifica. Esta ucraniana, tras la invasión de Rusia a su país, decidió regresar a Costa Rica, país del que se había en 2017 para poder disfrutar su maternidad.
Sin embargo, tras la guerra, ya separada y con su hijo de cinco años, decidió regresar tras conseguir un empleo en una empresa nacional, según el medio crhoy.
Panamá se suma y Honduras abierto a recibirlos
En Panamá, por su parte, el Ministerio de Gobierno informó el pasado 8 de marzo que al menos ocho ciudadanos de Ucrania han solicitado refugio ante las autoridades panameñas desde la invasión rusa, de los cuales siete ya se encontraban en el país canalero antes de que estallara en conflicto, según la Oficina Nacional para la Atención de Refugiados (Onpar).
El Gobierno de Honduras, en tanto, no ha reportado refugiados ucranianos, pero se ha mostrado abiertamente en contra de la agresión rusa y ha mencionado su disposición de recibirlos.
Sus ciudadanos incluso, al igual que los costarricenses, han llevado a cabo varias iniciativas de apoyo.
Un seminarista hondureño anónimo, con nueve años de residir en Ucrania, decidió permanecer cerca de la zona de guerra para repartir agua, comida, y la palabra de Dios, entre los refugiados según El Heraldo.
El seminarista pertenece al movimiento Catecumenal de la Iglesia Católica en la localidad de Uzhorod, zona cercana a la frontera con Hungría, y es apoyado por Caritas Internacional.
Por otra parte, se ha intentado brindar asilo a los ucranianos vía Parlamento, aunque no ha prosperado la iniciativa.
El pasado 10 de marzo, medios como La Prensa de Honduras y Wa-Dani, informaron que el diputado hondureño, Jorge Zelaya, presentó una iniciativa para dar asilo a 100 familias de Ucrania “preferiblemente jóvenes que contribuyan con sus especialidades en ciencias, artes, industria, comercio en innovación” al desarrollo de país.
Pero la propuesta no tuvo aceptación y recibió críticas de varias comunidades hondureñas que se preguntaban por qué no se les concedía el mismo trato a familias haitianas que sufren en su tránsito por Honduras. No obstante hay sensibilidad para con el pueblo ucraniano.
El Salvador sin casos de refugiados y Nicaragua en silencio
En el caso de El Salvador y Nicaragua, hasta ahora se desconoce si han brindado apoyo a ciudadanos ucranianos.
El Salvador fue criticado por la Unión Europea por su “silencio” respecto a la invasión de Rusia a Ucrania.
El Salvador, en los primeros días de la invasión, desistió de firmar una proclamación propuesta por Guatemala en la Organización de Estados Americanos (OEA) en el Consejo Permanente de la organización hemisférica.
El país centroamericano marcó la nota al no firmar la decisión conjunta de las naciones del continente sobre “la situación de Ucrania” y su resolución en defensa de “la paz y un orden de justicia” por respeto a la soberanía y defensa de democracia de Ucrania e “integridad territorial”, de acuerdo con notas periodísticas de medios como la Voz de América.
Nicaragua por su parte mostró su apoyo a Rusia previo a la invasión. El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, mostró su respaldo a las decisiones del mandatario ruso, Vladmívir Putin, respecto a Ucrania desde 2014, y sobre los países vecinos desde 2008.
Luego el pasado 18 de febrero pasado, Ortega manifestó su respaldo total ante lo que llamó “agresiones imperialistas” de Estados Unidos y Europa en el conflicto geopolítico en Ucrania, según Confidencial.
Dos días después, el 21 de febrero, es decir tres días antes de la invasión de Rusia a Ucrania, Ortega remarcó el apoyo, se alineó a Rusia y reconoció la independencia de las autoproclamadas repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk, ubicadas al este de Ucrania, de acuerdo con medios como Despacho 505.
Expertos locales consideran que, ante ese panorama, es poco probables que refugiados ucranianos opten por este país para vivir.
La invasión de Rusia en Ucrania ha provocado, a la fecha, el desplazamiento forzado de más de 10 millones de personas, es decir casi una cuarta parte de su población, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).
Estas cifras incluyen a unos 6,5 millones de hombres, mujeres y niños desplazados internamente, según los datos que maneja la Organización Internacional para las Migraciones, y a casi 3,5 millones de personas que han cruzado las fronteras internacionales de Ucrania como refugiados, de acuerdo con la información de Acnur.
La otra cara: Los desplazados centroamericanos
El apoyo de Centroamérica, no obstante, contrasta con la nueva realidad de los desplazados centroamericanos.
El pasado 22 de marzo, justamente el presidente, de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) lamentó que Estados Unidos destinará más recursos, y con mayor celeridad, a la guerra en Ucrania que a fomentar el desarrollo para resolver la crisis migratoria en la región.
”Lo que queremos es que se invierta. Acaban de autorizar recursos para Ucrania, y está bien, porque es su política de proteger a Ucrania, han decidido eso. Pero se lo aprobó, el Congreso creo que en dos días, y el apoyo para los hermanos centroamericanos, ya va para cuatro años, y no se aprueba”, dijo AMLO según comunicó Efe.
El pasado 13 de marzo, el Senado de Estados Unidos aprobó un gran paquete de gasto de US$1.5 billones que incluye US$13,600 millones en ayuda para Ucrania, fondos contra la violencia de género y una partida para evitar una parálisis del gobierno.
Luego, el 16 de marzo se dio a conocer una orden ejecutiva del presidente Biden para la concesión de US$800 millones en ayuda adicional a Ucrania, según Voz de América.
Otros reportes como el de El Sol de México también destacan el tema y recogen declaraciones de doctor en Ciencias Políticas y Sociología, José María Ramos, quien recordó que Estados Unidos se solidarizó con Ucrania y anunció que aceptará a 100,000 refugiados ucranianos y donará miles de millones de dólares a ese país.
“Mientras tanto, sigue pendiente de concretarse la ayuda prometida por Washington para el desarrollo de Centroamérica”, expuso.
Rememoró que previo a esta invasión, los migrantes de Ucrania y Rusia arribaban a los Estados Unidos por México.
Por ello, en 2020 llegaron a territorio nacional con el objetivo de seguir a la EEUU, más de 12,000 ucranianos.
En enero de este año, a semanas del inicio de la guerra, se observó considerable aumento con la presencia de 6,000 ciudadanos de Ucrania.
En ese contexto, el experto auguró que en los próximos meses, la llegada de migrantes de Ucrania se incrementará.
“Sin embargo, estas cifran representan una proporción menor de los migrantes (de México y Centroamérica) que escapan de sus países como pueden, para intentar llegar Estados Unidos por la frontera sur. Sólo en el año fiscal 2020-2021, se detuvo a cerca de un millón 700 mil migrantes, de los cuales casi el 40% eran mexicanos y un 35% centroamericanos”, precisó.
Por ello, ante los anuncios del gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, el presidente López Obrador criticó que se dé prioridad a los ucranianos y se relegue a los migrantes centroamericanos y al Plan de Desarrollo para Centroamérica, en un contexto donde la migración continental también generó una crisis humanitaria, apuntó.
Ante este panorama, el doctor Ramos consideró que “ésta debería ser una oportunidad para que las autoridades promuevan una política inclusiva, humanitaria y laboral hacia poblaciones migrantes de otros países, en especial del Triángulo Norte: Guatemala, Honduras y El Salvador”.
