Claves del día

Centroamérica debe potenciar el flujo billonario en remesas

Se ha avanzado en la bancarización de las familias receptoras, pero falta desarrollar más el ecosistema digital, reducir los costos de envío y vincularlo al desarrollo de proyectos de vivienda social y emprendimientos.

2022-03-28

Por Roberto Fonseca, E&N

Las cifras difieren sobre la tasa de bancarización entre las personas que reciben remesas en los países centroamericanos, sin embargo, un hecho es que se ha incrementado en los últimos años, como resultado de la suma de varios factores, entre éstos, mayor inclusión financiera, una tendencia creciente hacia la digitalización y una mayor oferta de servicios y productos financieros por parte de las entidades bancarias en la región.

La Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES), basándose en cifras oficiales del Banco Central de Reserva (BCR), estima que el 29,6% de las remesas totales recibidas en 2021, corresponden a “Remesa con abono a cuenta”. Suman US$2.228.2 millones.

A su vez, la Oficina del Economista Jefe del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), en respuesta a consulta de E&N, refiere que “del total de hogares receptores de remesas en El Salvador y Guatemala, solamente uno-de-cada-cinco o cerca del 20% se encuentra bancarizado (tiene cuenta bancaria), por tanto, se puede inferir niveles similares en países donde las remesas son igual de relevantes, Honduras, Nicaragua y República Dominicana”.

Piero Coen, presidente del Grupo Coen, que cuenta con la representación exclusiva de Western Union en la región desde hace más de 30 años y más recientemente en México mediante una representación no exclusiva, afirma que el acceso al sistema financiero entre receptores de remesa ha crecido gradual y naturalmente, sin embargo, su velocidad podría acelerarse más mediante la inclusión financiera.

“En el año 2000, menos del 20% de los centroamericanos tenían cuenta bancaria, dos décadas después, más del 50% de los receptores de remesa poseen una cuenta bancaria. Sin embargo, la meta podría ser de lograr un 80% de receptores de remesas con cuenta bancaria para el 2030”, propuso Coen en entrevista a E&N.

Las cifras también difieren entre las entidades bancarias consultadas. Romero Rivera, vicepresidente de personas y Pymes de Bancoagrícola, de El Salvador, asegura que el 80% de los beneficiarios que cobran remesas, ya tienen una cuenta de ahorro con ellos. “Durante 2021 tuvimos un crecimiento de un 5% en las cuentas de beneficiarios de remesas, equivalente a US$135 millones de dólares. Nuestro objetivo de inclusión financiera está enfocado en los beneficiarios de remesas que aún no gozan de los beneficios de los productos financieros de Bancoagrícola y brindarles soluciones innovadoras que faciliten su vida”, agregó.

Entre el portafolio de productos y servicios que ofrece Bancoagrícola están: cajeros automáticos para aquellos envíos que habían sido realizados con abono a cuenta, la consulta y pago de remesas por medio de Call Center, la red de corresponsales financieros distribuidos a lo largo del país, el cobro de remesas en E-Banca Personas por medio de abono a cuenta, por medio de la aplicación digital Banca Móvil y, más recientemente, el cobro de cajeros automáticos sin necesidad de una tarjeta de débito.

Centroamérica debe potenciar el flujo billonario en remesas

Por su parte Larissa Vargas, gerente de Segmentos de Banco Ficohsa Honduras, explicó que incorporaron el pago de remesas a partir del año 2002 a través de la red de puntos de atención en agencias y ventanillas y, tres años después, incorporó el servicio de pago de remesas con depósito directo a la cuenta de ahorro.

“En efecto, hemos visto una aceleración en cuanto a la bancarización de nuestros clientes, que hoy en día representan más del tercio de nuestros clientes remeseros”, aseguró a E&N.

Actualmente cuenta con un amplio portafolio de productos especializados, entre los que están: cuenta de ahorro USA, cuenta de ahorro España, cuenta de ahorro remesas, que le permite al beneficiario recibir su remesa con depósito automático a su cuenta 24/7 y notificación gratuita a su celular vía mensaje de texto.

¿DE CUÁNTO ES EL FLUJO DE REMESAS?

A lo largo de tres décadas, entre 1991-2021, los flujos de remesas familiares que recibieron los países de la sub región CAFTA-DR, evolucionaron de US$1.067 millones a US$41.809 millones, lo que equivaldría a un incremento de 3.818%, de acuerdo a cifras proporcionadas a E&N por el Banco Mundial.

En Guatemala, el país que recibe el mayor flujo nominal de remesas familiares, Fernando Spross, Investigador asociado del centro de pensamiento Fundesa, confirmó que la evolución del flujo de remesas familiares en su país, en los últimos veinte años, ha sido de un continúo crecimiento, casi exponencial se podría decir, tanto en términos absolutos como en términos relativos.

“En términos relativos, las remesas representaban un 7,1% del PIB en 2002, mientras que en 2021 representó casi un 18% del PIB, un crecimiento de 2.5 veces”, apuntó a E&N.

Antonio Zuleta, Investigador del Departamento de Estudios Económicos del centro de pensamiento salvadoreño Fusades, al hacer una comparación de las últimas cuatro décadas sobre los ingresos de remesas, valoró que El Salvador presenta un comportamiento exponencial, ya que éstos pasaron de US$790.1 millones (15% del PIB) en 1991 a US$7.517.1 millones (27% del PIB) en 2021.

Coen, presidente del Grupo Coen, opinó que el crecimiento de las remesas ocurre en función de una combinación de tres factores, predominantemente, asociados:

(a) al crecimiento migratorio que resulta de una demanda sostenida de mano de obra, factores inherentes a las condiciones regionales (tales como inseguridad, medio- crecimiento económico, y vínculos transnacionales, y más recientemente cambio climático);

(b) uso de métodos de envíos más rápidos (digital apps), y

(c) mejora en las condiciones de ingreso de los migrantes.

Entre el 2019-2021, agregó, el crecimiento migratorio y de uso de mecanismos digitales crece sustancialmente por encima del 10%, lo que genera un mayor impacto en las transferencias.

De acuerdo a cifras proporcionadas por Coen, los centroamericanos que envían remesas -sin incluir Panamá- suman 4.2 millones de personas y quienes se benefician de ese flujo de divisas es el 33% de los hogares totales del istmo. En el caso de El Salvador se eleva al 59% de los hogares.

“El efecto inmediato es que las remesas aumentan el ingreso y la disponibilidad del mismo de manera que incrementan la capacidad de ahorro. Ante la realidad que 33% de los hogares centroamericanos reciben remesas, la economía familiar mejora su calidad de vida y tiene un efecto multiplicador sobre el resto de la economía”, señaló Coen.

Centroamérica debe potenciar el flujo billonario en remesas

“Son una fuente de ingreso, una renta que complementa el ingreso total de un hogar. El efecto que tiene las remesas es de aumentar el ingreso disponible y como resultado, los hogares mejoran la calidad de su consumo (compran más proteína, por ejemplo), y aumentan su tasa de ahorro. Un hogar receptor de remesas tiene una reserva de ahorro promedio de US$1.300, mientras que uno no receptor tiene menos de US$800 ahorrados”, agregó.

De la Oficina del Economista Jefe del BCIE respondieron indicando que en general, las remesas apoyan a los hogares a incrementar sus niveles de consumo, tal es el caso de El Salvador y Honduras, donde más del 90% del dinero recibido se dirige a consumo (que incluye alimentos y bebidas, pago de vestuario, servicios, entre otras).

Asimismo, otro destino importante de las remesas, que podría incrementarse a través de la inclusión financiera, es su uso en la reparación y construcción de vivienda, así como microemprendimiento, tanto del migrante como de sus familiares.

Para ello, consideran que es fundamental enfocarse en dos líneas de acción complementarias: inclusión financiera y financiamiento de vivienda y microemprendimientos.

¿CÓMO POTENCIARlAS?

Spross, de Fundesa, opina que dada la escala significativa de las remesas que ingresan anualmente en Guatemala, éstas pueden ser un instrumento poderoso para desencadenar el potencial para el desarrollo, abriendo sistemas financieros, movilizando ahorros, generando préstamos para PYMES y multiplicando el impacto económico para millones de familias.

“En ese sentido, es necesario impulsar una diversificación de mecanismos de inversión de las remesas. Es importante promover la posibilidad de desarrollar infraestructura educativa, de salud, productiva y social, así como otros rubros clave para la mejora de las condiciones de vida en las ciudades y centros urbanos”, indica.

Zuleta, de Fusades, valora que se debe potenciar todo el entorno del ecosistema de remesas, partiendo del objetivo de permitir mayor bancarización de los remitentes y receptores de remesas y reducir costos de envío. De acuerdo a cifras basadas en información del Banco Mundial, El Salvador muestra el costo promedio por transacción de envío de remesas más bajo de la región, con una tasa de 2.8% del monto de la transacción.

De la Oficina del Economista Jefe del BCIE señalan que en Centroamérica el costo de envío de remesas se encuentra entre el 4%-5.5% del valor total de la remesa, de acuerdo a información del Banco Mundial.

Por su parte Carlos Zuniga, director de Operaciones de AirPak en Grupo Coen, señaló que la meta sería tener una tarifa de entre US$2.5 y US$5.0, lo que representa un gran reto para las remesadoras, ya que en la cadena de envío de dinero participan o intervienen varios actores, lo que hace bastante difícil poder disminuir más estas ta- rifas. Además, los costos de mover el dinero de un país a otro, cada vez se elevan más.

Por este motivo, confirmó que cada vez se ve más la migración del volumen de remesas a transacciones digitales, porque la cadena de suministro en este canal es menor y se pagan menos comisiones a los terceros involucrados, sin embargo admitió que solo entre un 2.5-5% del total de dinero que se recibe en nuestros países, es el que está siendo cobrado por los clientes a través de métodos no tradicionales o canales digitales.

Además, indicó que para potenciar más el flujo de remesas, lo que falta es un Plan de Educación Financiera para los usuarios de remesas, que les ayude a usar su dinero de forma más eficiente y a fomentar el ahorro.

“Se necesitan proyectos que ayuden a capacitar a estos usuarios sobre cómo rentabilizar el dinero que reciben, así como programas sociales que permitan el acceso a buenas tasas de financiamiento, especiales para el segmento, para obtener productos y servicios que cubren necesidades básicas de la población como vivienda, salud y educación”, concluyó Zuniga

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