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Banco Mundial augura un crecimiento 'sólido' del 4,7 % para Centroamérica

De acuerdo con datos divulgados hoy por el Banco Mundial (BM), las remesas incidirán positivamente en el crecimiento económico de la región en 2022. Panamá y Honduras son los países que lo lideran, mientras Nicaragua sobresale con la tasa más baja

2022-01-11

Por E&N

El Banco Mundial (BM) estimó hoy un crecimiento económico del 4.7% para Centroamérica, en su informe sobre Perspectivas Económicas Mundiales para 2022.

Según la institución, el crecimiento en la región será "sólido", debido "a la mejora en las perspectivas respecto a la vacunación contra la pandemia del COVID-19 y la entrada firme y continua de las remesas".

Panamá y Honduras son los países que liderarán el crecimiento en la región centroamericana para los años siguientes. El primero con una tasa del 7.8% en 2022 y del 5 % en el 2023; y el segundo con un nivel de crecimiento del 4.4 % para el año en curso y del 3.8 % para el 2023.

La entidad multilateral proyectó, en tanto, que El Salvador crecerá 4 % en 2022 y 2.5 % en el 2023. Mientras Costa Rica, crecerá 3. 5% en 2022 y 3.2% en 2023.

Belice, por otra parte, crecerá un 4% y un 1.8 % en 2022 y 2023, respectivamente; Guatemala un 3.9 % y un 3.5 %; mientras Nicaragua crecerá 3% en 2022 y un 2.5 % en 2023, siendo este país con la tasa más baja de la región en 2022, según la estimación del Banco.

Alertan que las perspectivas están expuestas a diversos riesgos de deterioro, entre los que se incluyen un aumento abrupto en la cantidad de casos de COVID-19, tensiones en el financiamiento, estrés relacionado con la deuda, y disrupciones provocadas por acontecimientos meteorológicos extremos y desastres naturales.

América Latina con 2.6 % de crecimiento en 2022

Para América Latina, a nivel general, el BM prevé que el crecimiento regional disminuirá hasta ubicarse en el 2.6 % en 2022 y en 2.7 % en 2023, "a medida que se endurezca la política fiscal y monetaria, la demora en las mejoras en las condiciones del mercado laboral continúen y las condiciones externas se vuelvan menos favorables".

Sin embargo, refirió que "el proceso de recuperación hacia los niveles del producto interno bruto (PIB) anteriores a la pandemia será desigual en la región y prolongado en algunos países. Las proyecciones elaboradas hasta fin de 2023 implican que, si se ponderan las cifras en función del PIB, la región de América Latina y el Caribe perderá terreno en el ingreso per cápita no solo en relación con las economías avanzadas, sino también con las de Asia oriental y el Pacífico y las de Europa y Asia central".

A nivel específico proyectó que la economía de Brasil se desacelerará hasta llegar al 1.4 % en 2022 "debido a la limitada confianza de los inversionistas, la erosión del poder adquisitivo derivada de la alta inflación, el endurecimiento de la política macroeconómica, la desaceleración de la demanda de China y la caída de los precios del mineral de hierro) para luego repuntar al 2.7 % en 2023".

El crecimiento de México, por su parte, disminuirá según las proyecciones hasta el 3 % en 2022 y el 2.2 % en 2023.

"Se espera que los cuellos de botella de las cadenas de suministro persistan durante la primera mitad de 2022, mientras que la demanda externa se verá limitada por la desaceleración del crecimiento de Estados Unidos, y la política macroeconómica se endurecerá", expuso el BM.

Las estimaciones además indicaron que en Argentina el crecimiento se desacelerará al 2.6 % en 2022 a medida que el consumo privado se atenúe como consecuencia de la reducción del estímulo fiscal y la inversión disminuya, aunque el continuo impacto del fuerte crecimiento de 2021 dio lugar a una mejora del pronóstico para 2022.

Los fuertes rebotes cíclicos observados en Chile, Colombia y Perú en 2021, en tanto, se debilitarán en 2022 y nuevamente en 2023 de acuerdo con el BM.

A nivel mundial

El BM advirtió que la economía mundial está entrando en una pronunciada desaceleración en medio de las nuevas amenazas derivadas de las variantes del COVID 19 y el aumento de la inflación, la deuda y la desigualdad de ingresos, lo que podría poner en peligro la recuperación de las economías emergentes y en desarrollo.

En ese sentido, estima que el crecimiento mundial se desacelere notablemente, del 5.5 % en 2021 al 4. 1 % en 2022 y al 3.2 % en 2023, a medida que la demanda reprimida se disipe y vaya disminuyendo el nivel de apoyo fiscal y monetario en todo el mundo.


Foto: Estrategia y Negocios
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