Claves del día

Caravana rumbo a EE.UU. suma más de 9.000 migrantes

Mediante un comunicado de prensa, el Gobierno guatemalteco solicitó a las autoridades hondureñas que detengan el flujo de salida de migrantes “de manera permanente” mediante “acciones preventivas” para “garantizar la seguridad nacional y de la región”.

2021-01-16

Por EFE y AFP

El pronunciamiento del Gobierno guatemalteco surge después de que en las últimas horas, entre la noche del viernes 15 y este sábado 16, más de 9.000 hondureños ingresaron ilegalmente al país por la frontera de El Florido, 200 kilómetros al oeste de la Ciudad de Guatemala.

Las 9.000 personas forman parte de una caravana migrante organizada en Honduras y que salió de San Pedro Sula en distintas fases entre miércoles, jueves y viernes.

Los hondureños buscan llegar a Estados Unidos para tener mejores condiciones de vida, alejados de la pobreza y la violencia que azotan el istmo, especialmente después de la pandemia y los huracanes Eta y Iota que tocaron tierra en noviembre pasado.

La Administración de Giammattei también pidió a los Gobiernos centroamericanos que "tomen las acciones correspondientes" con respecto a la migración después de haber sufrido "una transgresión a la soberanía nacional".

El Gobierno de Giammattei había mantenido durante el viernes 15 su posición de no permitir el ingreso al territorio de los miles de migrantes hondureños, tal y como había advertido durante la semana. Sin embargo, ante la gran cantidad de migrantes en la frontera, los agentes de la Policía Nacional Civil decidieron dar un paso al costado y dejaron avanzar a la multitud. Las autoridades habían informado que no dejarán ingresar al país a los hondureños si no cumplían con los requisitos establecidos al respecto, especialmente una prueba negativa del covid-19.

El ingreso irregular de los 9.000 hondureños se ha registrado sin incidentes graves, salvo por un par de personas con heridas leves en el primer grupo de migrantes que superaron las barreras policiales en la noche del viernes.

La secretaria de comunicación social de la presidencia, Patricia Letona, indicó a periodistas este sábado que es importante destacar que las autoridades "no los dejamos entrar" a los hondureños, pero los migrantes "violentaron las fronteras y disposiciones legales vigentes".

El Gobierno de Giammattei impuso el pasado jueves 14 un estado de prevención en siete departamentos del país ante el anuncio de la llegada de la caravana migrante, y además había implementado un fuerte dispositivo de seguridad para evitar el ingreso de los hondureños, aunque finalmente no tuvo éxito.

'Nos echaron como perros', dice Olga mientras camina hacia EEUU con su familia

Olga era vendedora ambulante en una terminal de buses en Honduras. Pero de un momento a otro el lugar fue privatizado, 'cerraron todo y nos echaron como perros', recuerda. Ahora camina por Guatemala rumbo a Estados Unidos, junto con su esposo y sus cuatro hijos.

Olga Ramírez, de 28 años, es una de los casi 9.000 migrantes que entre el viernes y el sábado ingresaron a Guatemala por el paso El Florido, 220 km al este de Ciudad de Guatemala. Planea recorrer más de 450 km rumbo al norte, para tratar de pasar hacia México.

Recuerda que los sacaron de la terminal del municipio de Danlí, en el departamento hondureño del Paraíso. El alcalde decidió privatizar y por ello se vieron en la necesidad de salir a vender a las calles y poner en riesgo la salud debido a la pandemia del nuevo coronavirus.

'Nos echaron como perros (del terminal donde trabajaba), como basura, como si no valiéramos nada en el país y no tengo una profesión para mantener a mi familia', cuenta la mujer a la AFP. Seca sus lágrimas sin perder el paso, andando por un lado de la carretera, con su hijo de tres años en brazos.

Junto a ella van su esposo ángel y su hermano Jairo, así como sus otros hijos de 8, 6 y 5 años. Los dos últimos van sentados en un cochecito de metal para bebés, que por momentos parece que fuera a colapsar.

El riesgo

Unos 4.500 migrantes entraron la noche del viernes a territorio guatemalteco por la frontera El Florido, tras romper los cercos de policías y militares que pretendían impedir su ingreso. Pasaron por alto la exigencia de presentar documentos en regla y una prueba negativa de covid-19.

A ellos se sumaron dos grupos más durante la madrugada y la mañana del sábado, totalizando unas 9.000 personas, según las autoridades migratorias.

Los migrantes dicen huir de una Honduras fuertemente golpeada por el paso de los huracanes Eta e Iota en noviembre y la falta de empleo causada por la pandemia, que se suman a los males endémicos de un país acribillado por la violencia asociada a las pandillas y el narcotráfico.

La caravana también está alentada por la esperanza de una flexibilización en la política migratoria de Estados Unidos, cuando asuma el presidente electo, Joe Biden, el próximo 20 de enero, posibilidad que Washington ya descartó.

Antes, México también advirtió que no permitirá el paso irregular de personas.

Olga lleva una mochila y usa sandalias para enfrentar la caminata. Lleva un cubrebocas como protección por la pandemia y reconoce el peligro de viajar con sus cuatro hijos.

'Si nos quedamos en Honduras nos arriesgamos a comer un día y otro no y si salimos del país nos arriesgamos a que algo nos pase. Pero si lo logramos y llegamos a Estados Unidos y nos dan asilo político llevamos la meta trabajar y mantener a nuestra familia', anhela. 'Vengo hasta pidiendo (ayuda) para poder darle el sustento a mis hijos, porque allá no hay nada, no hay trabajo y mis hijos aguantan hambre y todo, por el desempleo y no hay apoyo ni del gobierno', lamenta.


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