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Covid-19: Una crisis sin precedentes para Centroamérica

Con medidas extraordinarias en la mayoría de los países de la región, que incluyen desde cierre de fronteras hasta toque de queda, el impacto del coronavirus (COVID-19) ya golpea a amplios sectores en Centroamérica.

2020-04-16

Por Roberto Fonseca / colaboraron: Velia Jaramillo, Claudia Contreras, Daniel Zueras y Luis Alberto Sierra

En un sondeo realizado del 17 al 23 de marzo por la Federación de Cámaras de Comercio de Centroamérica (FECAMCO), entre 1.100 empresas de la región, de las cuales el 86% son Mipymes, el 80% manifestó haber registrado disminución de sus ventas como efecto de la crisis sanitaria a consecuencia del covid-19.

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Al cuantificar las pérdidas en ventas, las empresas indicaron que alcanzaban alrededor de US$65.5 millones. A eso se suman tres impactos relevantes: Reducción de operaciones, problemas para adquirir bienes e insumos y el aumento de costos.

De extenderse las medidas por más tiempo, las empresas manifestaron que tendrán que reducir personal y quizás, hasta cerrar operaciones. También golpea a los grandes El 31 de enero, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la Emergencia internacional de salud pública ante el nuevo coronavirus -con 9.826 casos confirmados en 19 países del mundo- las acciones de Avianca Holding (AVH) se cotizaban en la Bolsa de Nueva York en US$4.75 y las de COPA Holdings S.A. (CPA) en US$97.96. Sin embargo, al cierre de la semana del 27 de marzo, las acciones de Avianca se desplomaron hasta US$0.9676 (-79,6%) y las de COPA a US$44.2 (-54,8%). De acuerdo a un experto bursátil consultado por E&N, la diferencia entre esos precios, es el tamaño de la pérdida que tienen los inversionistas y también de la valoración del patrimonio de la compañía.

"Esta es sin duda la mayor crisis de la industria aérea en la historia", señaló Anko van der Werff, presidente y CEO de Avianca Holdings, al informar el pasado 19 de marzo que la línea aérea se veía forzada a suspender toda la operación internacional y a reducir en un 84% la doméstica, desde el 23 de marzo hasta el 1 de mayo, dejando en tierra 132 aviones.

"Es momento que los gobiernos de la región tomen medidas excepcionales, que mitiguen el impacto social y económico que afecta a cientos de industrias. Si queremos volver a conectar a América Latina y preservar los más de 20.000 empleos que generamos, necesitamos del concurso y colaboración del conjunto de actores de industria y sobre todo del apoyo y cooperación de los gobiernos", concluyó.

Por su parte Copa de Aviación (COPA), en un comunicado con fecha del 20 de marzo, informó que suspendería todos los vuelos internacionales de pasajeros desde el 22 de marzo hasta el 21 de abril, con la esperanza de retomar operaciones a 80 destinos en 33 países a partir del 22 de abril.

"Estamos evidentemente ante una de las crisis más importantes de nuestra era, no sólo a nivel turístico sino también económico", destacó Iván Eskildsen, ministro de Turismo de Panamá a E&N.

En conferencia de prensa, Alexandre de Juniac, Director General y CEO de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA por sus siglas en inglés), señaló el pasado 24 de marzo que las potenciales pérdidas de ingresos por US$252.000 millones son una campanada de alerta.

"Este apocalipsis es ahora y hay que actuar rápidamente. Cada día importa", dijo y exhortó a los gobiernos del mundo a brindar apoyo financiero a la industria del transporte aéreo, ya que "una crisis de liquidez se viene a gran velocidad".

OMT proyecta contracción global del 30%

Para el sector Turismo mundial, que enfrentó la epidemia del SARS en 2003 y la crisis económica global en 2009, el COVID-19 representa la peor pesadilla, ya que las últimas proyecciones de la Organización Mundial de Turismo (UNWTO por sus siglas en inglés) estiman que la caída de las llegadas de turistas internacionales podría ser por el orden del 20% a 30% en 2020, comparado con el año anterior.

En ingresos representaría la pérdida de alrededor de US$300.000-US$400.000 millones. Al respecto, el Secretario General de la organización señaló con preocupación que "claramente hay millones de empleos en riesgo de perderse, ya que el 80% del sector son pequeñas y medianas empresas", las que proveen oportunidades y trabajo a mujeres, jóvenes y comunidades rurales.

De acuerdo a cifras de la OMT, en 2019, el aumento del sector turismo correspondió al 3,8% a nivel global, mientras en la región de Las Américas, al 2%.

A nivel mundial, la llegada de turistas internacionales alcanzó la cifra de 1.461 millones. Para 2020 se proyectaba un crecimiento global del 4%.

"Una situación como ésta, no tiene parangón en la historia, en el impacto al turismo en Costa Rica, ni el mundo", señaló María Amalia Revelo, ministra de Turismo de Costa Rica.

La época de Semana Santa, que este año correspondió desde el 5 al 11 de abril, representa una de las temporadas turísticas más altas en Costa Rica -y resto de la región- tanto en turismo interno como externo. Al respecto, Revelo confirmó a E&N que el año pasado, en dicha época, los visitaron 160.000 turistas.

Sin embargo, "en el contexto de una pandemia internacional, una situación sin precedentes, con el cierre de fronteras para turistas internacionales y el llamado a permanecer en casa, es previsible que la consecuencia será de cero ingresos en el sector turístico nacional", agregó.

"Tendremos una temporada cero que estimamos se prolongará tres meses. Esto no lo pudimos imaginar ni en el peor de los escenarios y es por eso que el Gobierno, con el apoyo del Poder Legislativo, está buscando soluciones igualmente diferenciadas que permitan proteger el empleo y apoyar a las empresas turísticas para mitigar el impacto negativo de esta pandemia internacional", agregó.

Revelo estimó que lo que llamaría "la temporada cero", se extenderá durante tres meses: abril, mayo y junio, por tanto, esperarían comenzar la recuperación paulatina a partir del mes de julio, a sabiendas que tomará mucho tiempo volver a la cifra de 3,1 millones de turistas anuales, pero trabajarán por recuperar el sitial líder en la promoción de turismo sostenible en Costa Rica.

De igual forma, el Director General del Instituto Guatemalteco de Turismo (INGUAT), Mynor Cordón, valoró que con las restricciones que se tienen a nivel nacional e internacional, no se prevé movimiento de personas en la temporada de Semana Santa, que en 2019 representó 3.9 millones de visitantes residentes y no residentes a los lugares más turísticos del país, entre ellos Antigua Guatemala y Petén.

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Calculó las pérdidas en unos 560 millones de quetzales (US$70 millones), sin embargo en reunión sostenida con diversos sectores vinculados al turismo, entre estos la Cámara Nacional de Turismo, se expresó una voluntad general de sacar adelante la economía del país y el turismo, una vez superada la pandemia global del COVID-19. "Estamos trabajando en todos los mecanismos de recuperación y se iniciará a partir del manejo agresivo del turismo interno, mientras se estabiliza la situación internacional", apuntó Cordón.

La Cámara de Turismo de Guatemala advirtió que el sector se verá afectado con una pérdida superior a US$280 millones entre marzo abril, poniendo el riesgo el empleo de más de 170.000 guatemaltecos.

Crecimiento se tornó contracción

El administrador de la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP), Iván Eskildsen, explicó que para este año se había proyectado en el plan de gobierno del presidente Laurentino Cortizo, un crecimiento en la llegada de turistas de 5% anual con respecto al año anterior, sin embargo como efecto de la pandemia del COVID-19 y su impacto global, ahora habrá una contracción, dependiendo de cuánto se extiendan las medidas adoptadas por su país.

"Estamos evidentemente ante una de las crisis más importantes de nuestra era, no sólo a nivel turístico sino también económico", destacó el funcionario, quien reconoció que existe también una gran incertidumbre sobre cómo va a ser el comportamiento del viajero mientras se regulariza la situación, y en tanto no exista además una vacuna para combatir la enfermedad.

Eskilden comentó que se impulsará una campaña de turismo interno, apelando a los atractivos naturales y culturales de Panamá, para fomentarlo una vez que se supere la crisis sanitaria provocada por la pandemia del COVID-19. A la par, se desarrollaría una campaña de promoción internacional, apoyada por el Fondo de Promoción Turística.

Para Alexis Zapata, presidente de la Asociación Panameña de Operadores de Turismo (Apotur), el impacto ha sido cien por ciento negativo, ya que desde enero habían tenido algunas cancelaciones de grupos de visitantes confirmados, más que todo provenientes de Asia y Europa.

Señaló a E&N que cuando se informó sobre el primer caso confirmado de COVID-19 en Panamá -el pasado 8 de marzo- empezó una avalancha de cancelaciones, fenómeno al que se sumó las medidas que adoptó el gobierno de Panamá, entre éstas la prohibición del ingreso de extranjeros al territorio y luego la suspensión de vuelos internacionales, con el fin de evitar la propagación del virus.

Por su parte Ernesto Orillac, presidente de la Cámara Nacional de Turismo, observó que este sector es uno de los más afectados por la pandemia, por el impacto negativo en aerolíneas, hoteles, tour operadores, agencias de viaje, restaurantes, centros comerciales, guías de turismo, transporte y todo lo que involucra la cadena de valor del sector.

Consideró sin embargo importante el trabajo que se está haciendo para unirse y buscar las fórmulas que permitan salir más fortalecido de esta crisis, cuyos efectos son mayores a los de la crisis financiera global en 2008-2009.

Foto: Estrategia y Negocios

Semana Santa = 15% del turismo anual

Lucy Valenti, presidenta de la Cámara Nicaragüense de Turismo (CANATUR), calificó de "dramáticas" las consecuencias de la crisis sanitaria global al sector turístico nicaragüense y regional, ya que la Semana Santa por ejemplo representa alrededor del 15% del turismo anual, y debido a la pandemia del COVID-19, las cancelaciones son prácticamente totales.

"Se trata de una situación en la historia moderna del turismo sin precedentes a nivel mundial y, por supuesto, en nuestro país y región. Es una situación muy dolorosa por cuanto implica que el turismo se detendrá en el mundo hasta tanto no exista una cura o una vacuna para la enfermedad, con las consiguientes consecuencias sociales y económicas", señaló.

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Refirió que la importancia turística de Semana Santa estriba en que ésta no es una temporada de vacaciones para los mercados emisores de Europa o Norteamérica, así que éste descansa en el turismo intrarregional. Dado que las cancelaciones son masivas, las empresas afiliadas a CANATUR están haciéndose eco del llamado que hicieron a nivel centroamericano a no cobrar penalidades o multas por cancelaciones, con la esperanza que esto ayude a que los turistas contemplen viajar a Nicaragua y la región en otro momento. Por ahora, afirmó que resulta urgente preparar un paquete de alivio financiero para apoyar a las empresas afectadas por esta situación de calamidad mundial, la mayoría de estas, Mipymes.

Foto: Estrategia y Negocios

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