Por Bloomberg
La renta variable estadounidense se situó cerca de máximos históricos a medida que inversionistas asimilaban las últimas ganancias y datos económicos mientras esperaban más noticias sobre las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y China. Los rendimientos del Tesoro a diez años alcanzaron su nivel más alto desde septiembre, el petróleo subió por tercer día y el oro cayó por debajo de los US$1.500.
El índice S&P 500 cambió poco desde el máximo histórico del lunes; las acciones financieras y de consumo fueron las principales ganadoras, mientras que las empresas de salud y de bienes raíces se quedaron atrás. El Dow Jones Industrial Average y Nasdaq Composite alcanzaron nuevos récords. Las noticias sobre una expansión más alta de lo previsto de las industrias de servicios en octubre provocaron un breve repunte de la renta variable, pero disminuyeron las esperanzas de un recorte de tasas en diciembre por parte de la Fed. El índice Stoxx Europe 600 subió.
Los inversionistas han estado más optimistas últimamente en medio de señales de progreso en la guerra comercial, lo que alivia uno de los mayores dolores de cabeza para los mercados a medida que se acercan a fin de año. Es necesario agregar ganancias sólidas y resonantes expectativas de crecimiento, además de una rotación de riesgo que se ha estado consolidando. En las últimas noticias comerciales, China se encuentra revisando lugares en EE.UU. donde el presidente Xi Jinping estaría dispuesto a reunirse con el presidente Donald Trump para firmar un pacto, dijeron personas familiarizadas con los planes.
Entretanto, los mercados obtuvieron un mayor apoyo después de que el banco central de China redujo el costo de los fondos de un año para los bancos por primera vez desde 2016, aliviando preocupaciones sobre el endurecimiento de la liquidez. El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, sugirió que su país podría emitir más bonos a muy largo plazo, lo que refleja el deseo de una curva de rendimiento más pronunciada.
Las acciones japonesas lideraron las ganancias a medida que operadores de Tokio se recuperaron después de un largo fin de semana, con avances más modestos en Shanghái, Hong Kong y Seúl. El dólar australiano subió después de que su banco central dejó las tasas de interés sin cambios y dijo que las medidas de expansión anteriores están ofreciendo apoyo.
La renta variable estadounidense se situó cerca de máximos históricos a medida que inversionistas asimilaban las últimas ganancias y datos económicos mientras esperaban más noticias sobre las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y China. Los rendimientos del Tesoro a diez años alcanzaron su nivel más alto desde septiembre, el petróleo subió por tercer día y el oro cayó por debajo de los US$1.500.
El índice S&P 500 cambió poco desde el máximo histórico del lunes; las acciones financieras y de consumo fueron las principales ganadoras, mientras que las empresas de salud y de bienes raíces se quedaron atrás. El Dow Jones Industrial Average y Nasdaq Composite alcanzaron nuevos récords. Las noticias sobre una expansión más alta de lo previsto de las industrias de servicios en octubre provocaron un breve repunte de la renta variable, pero disminuyeron las esperanzas de un recorte de tasas en diciembre por parte de la Fed. El índice Stoxx Europe 600 subió.
Los inversionistas han estado más optimistas últimamente en medio de señales de progreso en la guerra comercial, lo que alivia uno de los mayores dolores de cabeza para los mercados a medida que se acercan a fin de año. Es necesario agregar ganancias sólidas y resonantes expectativas de crecimiento, además de una rotación de riesgo que se ha estado consolidando. En las últimas noticias comerciales, China se encuentra revisando lugares en EE.UU. donde el presidente Xi Jinping estaría dispuesto a reunirse con el presidente Donald Trump para firmar un pacto, dijeron personas familiarizadas con los planes.
Entretanto, los mercados obtuvieron un mayor apoyo después de que el banco central de China redujo el costo de los fondos de un año para los bancos por primera vez desde 2016, aliviando preocupaciones sobre el endurecimiento de la liquidez. El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, sugirió que su país podría emitir más bonos a muy largo plazo, lo que refleja el deseo de una curva de rendimiento más pronunciada.
Las acciones japonesas lideraron las ganancias a medida que operadores de Tokio se recuperaron después de un largo fin de semana, con avances más modestos en Shanghái, Hong Kong y Seúl. El dólar australiano subió después de que su banco central dejó las tasas de interés sin cambios y dijo que las medidas de expansión anteriores están ofreciendo apoyo.
