</strong><h1>Sin agua ni comida</h1>Tanya McDermott espera desde hace horas con su esposo e hijo, pero su espera se est&aacute; alargando, por la prioridad concedida a heridos y ancianos, as&iacute; como a las madres solteras con hijos. <br /><br />'Vamos a esperar todo el d&iacute;a si es necesario', dice. <br /><br />Otra aspirante a evacuar, Chamika Durosier, describe las escenas desesperadas que enfrentan los que todav&iacute;a est&aacute;n en la isla. <br /><br />Ella y su familia tuvieron que salir a rastras de su casa despu&eacute;s de que se cayera el techo, cont&oacute;, y ahora solo quieren escapar. <br /><br /><strong>'La gente no tiene comida. La gente no tiene agua, y no est&aacute; bien', cuenta. 'Todav&iacute;a hay cad&aacute;veres y no es sano'.</strong> <br /><br />La pista del aeropuerto todav&iacute;a se pueden utilizar, pero varios hangares fueron da&ntilde;ados o destruidos. Palmeras arrancadas bloquean parte del estacionamiento. <br /><br />Pero no todos quieren irse. Kelly Louis-Pierre, un alba&ntilde;il de 54 a&ntilde;os, sobrevivi&oacute; a la tormenta relativamente indemne en su casa de concreto, al otro lado de la calle del Mudd. <br /><br />Con su esposa y sus siete hijos, est&aacute; decidido a quedarse y reconstruir. 'Despu&eacute;s del hurac&aacute;n, necesitamos trabajo, empleos, comenzar de nuevo desde cero', dice. 'Tengo una casa para vivir y tenemos que reconstruir esta &aacute;rea'. <br /><br /><strong>En cuanto al Mudd, cree que deber&iacute;a ser derribado. Promotores podr&iacute;an estar dispuestos a invertir en el &aacute;rea, dice, y agrega: 'Podr&iacute;an construir lo que quieran'.</strong></div>