El otro ingrediente detr&aacute;s de la seducci&oacute;n de MarieBelle son los empaques. &quot;Vienen de mi creaci&oacute;n, de mi visi&oacute;n, porque realmente soy una artista, miro el chocolate como un medio de hacer arte&quot;.<br />Maribel comparte que en su d&iacute;a a d&iacute;a &quot;Voy a la f&aacute;brica todos los d&iacute;as, siempre estoy envuelta en el desarrollo de recetas, empaque, investigaci&oacute;n de mercado, ajustando siempre la visi&oacute;n de la marca, sin descuidar extender mis conocimientos y experiencias a otros&quot;.<h1>LA CONQUISTA DE JAP&oacute;N</h1>En septiembre de 2012 se cumpli&oacute; otro gran hito para MarieBelle: Su incursi&oacute;n en el mercado japon&eacute;s, con la apertura de su primera tienda en Kioto, Jap&oacute;n.<br />Actualmente la hondure&ntilde;a maneja cuatro tiendas en ese exigente mercado. &quot;En el mercado japon&eacute;s aman el producto, lo aman de verdad, son clientes leales. <strong>Cuando llegu&eacute; a Jap&oacute;n (en abril de 2012), a la primera tienda que abrimos, y vi una fila de japoneses en la caja dije Wow!</strong>&quot;<br /><br />Para Maribel, el japon&eacute;s ha sido un mercado que le ha dado grandes aprendizajes. &quot;Los japoneses son clientes muy demandantes. Las mejores compa&ntilde;&iacute;as de chocolate del mundo est&aacute;n en Jap&oacute;n. Compito con todos franceses que saben que no fui a Le Cordon Bleu, y estoy en la cancha de ellos. Cuando me preguntan ¿A qu&eacute; escuela fuiste en Francia? les respondo: &quot;yo vengo de la tierra del cacao&quot;.<h1>VUELTA A SUS RA&iacute;CES HONDUREÑAS</h1>Otro momento clave en la carrera de Maribel fue el nacimiento de su proyecto &quot;De Finca a Chocolate&quot; en 2015, una asociaci&oacute;n establecida con mujeres agricultoras en Honduras para comprarles el cacao.<br />La empresaria compraba su materia prima en &aacute;frica, pero cuando se enter&oacute; de la esclavitud a la que somet&iacute;an a la mano de obra africana los productores de cacao <strong>&quot;me impact&oacute; tanto la historia que decid&iacute; comprar en Sudam&eacute;rica&quot;. Hasta que descubri&oacute; una fundaci&oacute;n en su pa&iacute;s que capacita agricultores.</strong> &quot;Les propuse sembrar cacao fino, cuyo precio estaba subiendo y los convenc&iacute;&quot;, recuerda.<br />Con esa alianza establecida en 2015, avanzaba rumbo a su sue&ntilde;o de &quot;hacer mi propio chocolate, pude comprar equipo para procesar el cacao. Trabajamos con muchas peque&ntilde;as agricultoras &quot;.<br /><strong>¿C&oacute;mo ha sido su experiencia trabajando con mujeres hondure&ntilde;as?</strong> &quot;Muchas no conoc&iacute;an el sabor del chocolate, entonces comenc&eacute; prepar&aacute;ndolo para ellas. Lo empezaron a saborear y se fue despertando su pasi&oacute;n por el chocolate&quot;, comparti&oacute;.<br /><br />Al proceso en el que est&aacute; produciendo su chocolate desde la materia prima, Maribel le llama del &quot;farm to bar&quot;. En la finca de su familia hab&iacute;a grandes &aacute;rboles de cacao, y volver a ese territorio de su ni&ntilde;ez para enamorar a productoras hondure&ntilde;as con su chocolate, empoderarlas y convertirlas en productoras de cacao a las que compra directamente, es un sue&ntilde;o cumplido.<br /><br />Esa alianza permite a Maribel asegurar ingredientes de primera, provenientes de su tierra. Producir su propio chocolate desde la granja hasta la barra &quot;Me brinda un mejor sabor, un producto m&aacute;s genuino y un mercadeo m&aacute;s completo. Estoy cuidando el proceso desde que se corta la mazorca hasta que se fermenta el cacao y se secan los granos&quot;, destaca. Los granos de cacao se tuestan y se prensan en las instalaciones de MarieBelle en Brooklyn, Nueva York.<br /><br /><strong>El pr&oacute;ximo paso, espera Maribel, ser&aacute; instalar una f&aacute;brica de procesamiento y elaboraci&oacute;n de productos de cacao en Honduras para &quot;en vez de traer el cacao a Nueva York, procesarlo en Honduras&quot;.</strong> Tambi&eacute;n en 2015, Maribel Lieberman se convirti&oacute; en una de las Embajadoras de la Marca Pa&iacute;s Honduras.<br />Y es que Lieberman no se queda en Nueva York, en Jap&oacute;n, en el glamour de las grandes ciudades sino que conecta con su pa&iacute;s. &quot;Es muy necesario, porque mis triunfos han venido de que siempre he reconocido qui&eacute;n soy yo y de d&oacute;nde vengo. En un principio, cuando empec&eacute; a decir que yo era de Jutiquile, Olancho, en Honduras mucha gente no sab&iacute;a que era Jutiquile, es realmente una aldea muy peque&ntilde;a. Pero ese era mi background y ah&iacute; tuve una ni&ntilde;ez feliz. Tuve suerte de tener eso. Eso me hace m&aacute;s natural, una persona m&aacute;s completa&quot;</div>