Claves del día

Thelma Aldana: Se despide la fiscal más desafiante

Funcionaria judicial que arrancó su carrera desde la posición más humilde hasta alcanzar la presidencia de la Corte, Thelma Aldana, la fiscal saliente de Guatemala, ha sido, sin duda, la líder del Ministerio Público más popular y querida en Guatemala. También la más polémica y adversada por otros.

2018-05-14

Por Velia Jaramillo - estrategiaynegocios.net

En 2017, Thelma Aldana nos brindó una entrevista para la primera edición del Especial Mujeres Desafiantes de Estrategia & Negocios publicado ese año. Unos meses después fue una de las figuras principales en el evento Mujeres Desafiantes celebrado en San Salvador. Le compartimos la última entrevista completa que nos brindó, recapitulando sobre su vida, su carrera en el Organismo Judicial y el Ministerio Público.

Aldana siempre soñó con trabajar en los tribunales. El sueño era tan grande que no dudó cuando se le abrieron las puertas en la posición más modesta: la de conserje. "Pude haber dicho que no pero nunca lo dudé. Esa plaza me dio la oportunidad de formarme desde abajo".

Una de sus primeras tareas era coser los libros de los procesos judiciales, "yo me encerraba en el archivo y cada libro que terminaba de coser lo leía completo", relata. Mientras trabajaba, Aldana completaba sus estudios como abogada. Una carrera que eventualmente la llevaría a presidir la Corte Suprema de Justicia, y en mayo de 2014, a ser electa Fiscal General de Guatemala.

En su último cargo, como Fiscal General de Guatemala, Aldana ha liderado procesos contra políticos acusados de corrupción, lo que la convirtió en la fiscal más respetada en la historia de su país. En este rol "todo es difícil, pero lo más bonito es la reacción de la gente. No hay momento más especial para mí que cuando las personas se me acercan y me abrazan y me dicen: siga adelante".

¿Por qué decidió involucrarse en este camino?

Siempre tuve vocación para ser juez, ser magistrada, para estar en este ámbito del sistema de justicia.
¿No había muchas mujeres en el sector justicia en aquel momento?

No, muy pocas. Cuando me gradué de abogada ya era oficial del juzgado de familia, y ahí fui ascendiendo. Entonces en la sala séptima de apelaciones que estaba en Quetzaltenango quedó vacante la plaza de secretario, fui a hablar con los tres magistrados y les pedí que me consideraran para ese puesto, me dijeron rotundamente que no, porque querían a un hombre.

En ese momento se me cerró una puerta, me impactó. Renuncié al Organismo Judicial y puse mi oficina enfrente de los tribunales pero a los tres meses se abrió el mismo puesto en otra sala en Guatemala. Viaje a la capital a hacer la misma solicitud con los tres magistrados y me aceptaron.

¿Cómo fue el camino desde ese primer puesto a ocupar la presidencia de la Corte Suprema de Justicia?

A pura lucha, a puro esfuerzo y resistiendo los ataques que se dan siempre particularmente de otros compañeros que quieren la misma posición. Es un medio duro porque no hay una carrera judicial, en la que se elige por méritos y uno se somete a evaluaciones.

Para llegar a ser magistrada, hay una parte política que uno no sabe cómo enfrentar. Se termina hablando con medio mundo, diputados, con todos los políticos para buscar esos apoyos. Yo al final lo que hice fue pedir apoyo político a los diputados de Quetzaltenango de todos los partidos, todos me conocían y todos me apoyaron.

Al segundo año de estar en la corte venía ya la segunda elección de presidente y yo me postulé con otro magistrado Luis Arturo Archilla. Un día antes de que se venciera el plazo yo tenía siete votos y él tenía seis, él no estaba dispuesto a ceder y entonces retiré mi candidatura y él quedó de presidente. Al siguiente año les dije: "bueno señores hace un año yo cedí así que ahora lanzo mi candidatura. Fue muy rápida la elección y fue por unanimidad.

¿Qué es lo más difícil y lo más gratificante de las tareas como fiscal general?

Aquí todo es difícil, no hay nada fácil. Lo más bonito es la reacción de la gente cuando tengo la oportunidad de ir a lugares públicos. No hay momento más especial para mí que cuando las personas se me acercan, me abrazan y me dicen: "siga adelante". Me sucede los fines de semana siempre en algún centro comercial.
Son gestos muy especiales que ni siquiera lo comento, pero cada fin de semana salgo a tomar fortaleza con ese apoyo que la gente me da, porque aquí se sufren ataques, campañas de desprestigio. En los casos que llevamos estamos tocando el corazón de la corrupción, a gente poderosa. Y eso quiere decir peligro, peligro real y verdadero.

POR LAS MUJERES

¿Cómo se ha comprometido usted para potenciar y liderar el desarrollo de otras mujeres primero en el ámbito de la Corte y hoy en la fiscalía?

Sin lugar a duda, en mi agenda la lucha en favor de las mujeres ocupa el primerísimo lugar. En la Corte de Justicia creando los juzgados y tribunales especializados en femicidio y violencia contra la mujer, siendo la única mujer en la Corte llevé el proyecto. Promoví también la transversalización de género al Organismo Judicial para dar el enfoque de género a los jueces y a todo el personal del Organismo Judicial.

En el Ministerio Público tenemos una política de igualdad que se traduce en que el 49% de fiscales son mujeres. ¿Débiles? Para nada. La jefa de Fiscalía Contra las Extorsiones es mujer, la jefa de la Fiscalía Contra el Crimen Organizado es mujer, la jefa de Delitos Contra la Vida y la integridad de las personas es mujer, la jefa de Unidad de Métodos Especiales (UME) donde recibimos las 100 mil escuchas telefónicas del caso de la línea es mujer, también la jefa de la Dirección de Análisis Criminal la DAC, ambas fiscalías son el cerebro del Ministerio Público. Y la jefa de la Fiscalía de Lavado que es una de las más complejas que hay es mujer.

También creé la fiscalía de delitos de femicidio, porque se requiere el enfoque de género a la hora de la muerte violenta de mujeres para no perder material valioso por la incapacidad de los fiscales, porque no conocen la ruta de violencia que sufre la mujer.

Las mujeres vamos avanzando poco a poco, en un proceso la incorporación de la mujer a la sociedad es irreversible y quienes ocupamos puestos de decisión tenemos la obligación de abrir el camino a las que vienen atrás y no sólo de abrirles la posibilidad de incorporarse a la producción al proceso económico sino también que estén libres de violencia.

En 2017, Thelma Aldana nos brindó un entrevista para la primera edición del Especial Mujeres Desafiantes de Estrategia & Negocios publicado ese año. Unos meses después fue una de las figuras principales en el evento Mujeres Desafiantes celebrado en San Salvador. Le compartimos la última entrevista completa que nos brindó, recapitulando sobre su vida, su carrera en el Organismo Judicial y el Ministerio Público.

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