Eliminar los obstáculos que dificultan la conexión entre inversionistas privados y proyectos viables y promover la transparencia y la rendición de cuentas son parte de los objetivos por las que fueron creadas.
Mientras Panamá acaba de ampliar su canal y Nicaragua estudia la biodiversidad en su proyecto, Honduras está a punto de poner en cartera el ambicioso plan del ferrocarril interoceánico. Costa Rica estudia proyectos similares.
El proyecto pretende que el inversionista privado modernice el sistema biométrico de control migratorio instalado en los cuatro aeropuertos internacionales.
La concesión de obras de gran envergadura y el traspaso de servicios públicos clave a manos de compañías privadas amenazan con dejar al Estado de Honduras como un simple regulador, denunció el diario La Prensa.