Empresas & Management

Saúl Mendez: de sastrería a marca de lifestyle

Emilio Méndez es el innovador detrás de la transformación de Saúl E. Méndez de una sastrería familiar, a una marca de ‘lifestyle’ que fusiona moda con gastronomía en Guatemala.

2015-11-19

Por Louisa Reynolds, estrategiaynegocios.net

Todos los días, al regresar de la escuela, el pequeño Emilio y sus cuatro hermanos dejaban la mochila en su habitación y bajaban corriendo a la pequeña tienda de casimires que su padre, Don Saúl, había abierto en el garaje de su casa, en 1953. Los cinco niños se convirtieron en los fieles ayudantes de don Saúl, observando con atención cómo cortaba cuidadosamente el casimir para un saco o cómo se esmeraba en coser el ruedo de un pantalón. La tienda era el espacio en el que jugaban y trabajaban y, sin darse cuenta, fueron aprendiendo las interioridades del negocio de la sastrería.

Nacido en una familia humilde en el municipio de Patulul, en el departamento suroccidental de Suchitepéquez, Guatemala, don Saúl tenía 13 años cuando se fue a la capital en busca de trabajo, la misma edad que tenía el pequeño Emilio cuando entraba corriendo a la tienda de su padre con la esperanza de que le permitiera acompañarlo a una de sus citas de negocios. "Estudiaba y trabajaba para pagar sus estudios. El negocio nació con los casimires como producto principal - mi padre los importaba de Inglaterra- y los vendía de forma ambulante hasta que abrió la primera tienda.

Mi papá era un emprendedor que tenía la convicción de cambiar las condiciones en las que había crecido", afirma Emilio Méndez con orgullo. La infancia del menor de los cinco hermanos transcurrió entre agujas, tijeras y el tac tac tac de la máquina de coser de manera que al llegar a la edad adulta, incorporarse al negocio familiar fue un paso natural.

"Cuando murió mi papá, ya teníamos muchos años de estar involucrados en el negocio. Todos teníamos más de 20 años y nos hicimos cargo oficialmente de la dirección de la empresa", recuerda Méndez. Emilio comenzó la licenciatura en Administración de Empresas en la Universidad Francisco Marroquín pero recuerda esta etapa de su vida como "pasiva y neutra".

Dos años después, dejó la carrera y decidió irse a Inglaterra para cursar sastrería y diseño en el London College of Fashion. Londres atrajo al joven como un imán. Se sintió cautivado por una ciudad ruidosa y cosmopolita donde el respeto por la tradición -los famosos buses rojos de dos niveles y el té de las cinco de la tarde- convive con la innovación y la búsqueda de originalidad. Fue necesario alejarse de su casa y su familia, afirma Méndez, para encontrarse a sí mismo. "Fue un viaje hacia afuera pero también un viaje hacia adentro. Me hizo explorar muchas cosas intereses que tenía y que no había entendido", recuerda el empresario.

Moda con gastronomía

Han pasado 62 años desde que Don Saúl inauguró la tienda en el garaje de su casa. Era un hombre visionario pero jamás hubiera podido imaginar que la marca que fundó crecería de tal manera. Hoy, Saúl E. Méndez tiene una fábrica en el municipio de San Lucas, Sacatepéquez, a unos 30 kilómetros de la capital, ocho tiendas en Guatemala y cuatro en Costa Rica. Emilio y sus hermanos llevan el alma viajera de Don Saúl.

A lo largo de los años, el empresario ha recorrido las calles de Londres, Roma, París y Tokio empapándose del estilo único de cada ciudad. Durante uno de sus viajes, mientras observaba a un grupo de italianos, de pie en un bar, bebiendo su capuchino matutino acompañado de un croissant, se le ocurrió abrir el primer café Saúl.

Era 1994, décadas antes de que las grandes cafeterías como Starbucks, llegaran a Guatemala y la mezcla de moda con gastronomía era algo nuevo en el país. Pero Méndez estaba dispuesto a experimentar de manera que la empresa abrió un pequeño café de 12 metros cuadrados en la esquina de la boutique principal. Los guatemaltecos se enamoraron de la fusión entre moda y café. La empresa abrió un segundo café en la boutique ubicada en el edificio Géminis 10, en la zona viva de la ciudad de Guatemala y cuatro años después abrió un café en Plaza Obelisco. Luego, siguió otro en el centro comercial Pradera, en la zona 10.

Foto: Estrategia y Negocios

A medida que crecía la popularidad de Saúl, fue creciendo también la oferta gastronómica. Hoy, el menú que ofrecen los restaurantes Saúl Bistro es ecléctico y variado, con énfasis en las opciones saludables como el kale y el kéfir. La empresa cuenta con cuatro bistros, siete cafés y siete quioscos de café express en Guatemala, así como un bistro en Costa Rica.

Méndez define Saúl Bistro como "un punto de reunión informal para los amantes del buen diseño y de la comida casera, una propuesta que está constantemente abriéndose a diferentes partes del mundo".

Zurich con sabor a chichicastenango

La marca Saúl se ha convertido en una mezcla ecléctica de estilos y sabores que es global y cosmopolita pero que a la vez está firmemente anclada en la riqueza cultural de Guatemala. La oficina de Méndez está ubicada en el segundo nivel de Casa Saúl, en la zona 10. El bistro es un espacio abierto, donde los comensales se sientan al aire libre con vista al patio interior, y a un lado se encuentra la tienda con sus tradicionales sacos de casimir.

"Hay mucha influencia japonesa. En el jardín todo es verde y no hay flores, las aperturas son horizonta-les las mamparas son de madera, eso es muy Kyoto pero a la vez es muy Guatemala. Los espacios de Saúl son muy contemporáneos, pero muy locales", afirma.

El bistro, ubicado en el Centro Comercial Plaza Concepción, en carretera a El Salvador, también evidencia esta fusión de estilos. Méndez lo describe como "Zurich meets Chichicastenango", ya que combina el ambiente acogedor de una cabaña con los tejidos vis-tosos y coloridos del municipio indígena del altiplano guatemalteco.

Otro restaurante, ubicado en la zona 14, figura en la lista de los diez bares y restaurantes más cool del planeta, publicada en marzo de este año por The Guardian. "Ciudad de Guatemala no es un lugar en el que muchos turistas permanecen, pero si se encuentra con tiempo, debe buscar a Saúl, aunque solo sea para admirar su diseño. Su menú tiene al sabor internacional, pero su diseño es más embriagador. Su futurista fachada de yeso ‘estirada’ está en fuerte contraste con la terraza inspirada en la naturaleza, donde un dosel verde, azul y amarillo evoca a la selva del país", afirma The Guardian.

En San José, donde Saúl inauguró su primer establecimiento en 1995 y ha gozado de una buena aceptación, los restaurantes buscan resaltar el exotismo del paisaje costarricense y el espíritu de "pura vida" que caracteriza a los ticos. "La naturaleza salvaje es hermosa, es increíble", opina Méndez.

Foto: Estrategia y Negocios

Estilo de vida Saúl

Méndez considera que Saúl ha sido una marca pionera en el desarrollo de un negocio de lifestyle, es decir, una gama de establecimientos que no se limitan a vender un producto sino que proponen una filosofía y un estilo de vida. "Estamos convencidos de que es posible, una forma de vida más sintonizada con nuestra propia esencia", asegura Emilio. Se refiere al equilibrio entre la vida laboral y familiar que la sociedad contemporánea ha perdido.

"¿Qué es más importante: la cantidad de horas que le dedico al trabajo? ¿La cantidad de dinero que hago? ¿O el tiempo que tengo para hacer relaciones con otros seres humanos?" pregunta Méndez. El empresario se ha esmerado en inculcar esta filosofía a sus cuatro hijas, de doce, diez y cuatro años. Las niñas viajan a Londres y asisten a colegios privados donde aprenden el francés pero también conocen la realidad del basurero de la zona 3 de la ciudad, donde acuden con su madre, voluntaria en un proyecto educativo para los hijos de los recolectores de basura.

Como empresa, Saúl E. Méndez busca transmitir estas ideas a sus 900 colaboradores. "Tenemos un nivel de rotación muy bajo y eso habla mucho del tipo de empresa que somos. Uno de los diseñadores que trabaja conmigo empezó en 1988 cuando regresé de Londres y sigue aquí. Ahora, contratamos a gente muy joven para refrescar el pensamiento", afirma Méndez.

Una de las formas más efectivas de mostrar al mundo lo que significa el estilo de vida Saúl es su desfile de modas anual, el cual se ha convertido en uno de los eventos más esperados del calendario social. Fieles a los orígenes de Don Saúl, el emprendedor que emigró de Patulul a los 13 años, Méndez ha llevado las pasarelas al interior del país, fusionando la haute couture con los colores y sabores de los pueblos mayas.

El desfile del 2010 se llevó a cabo en el municipio de Tecpán, Chimaltenango, donde más de 5.000 personas participaron en un picnic en la montaña, ameniza-do por una orquesta juvenil municipal. Otro desfile se realizó en 2011 en Quetzaltenango, la segunda ciudad más importante del país, bajo el lema "Tejido social".

Este año, el evento se realizará en el centro cívico de la capital. El desfile de Tecpán también marcó el inicio de los Farmers Markets de Saúl, un puente entre el consumidor urbano y pequeños productores rurales.

A largo plazo, Méndez sueña con incursionar en el negocio de la hotelería. Un hotel Saúl, afirma, sería "una extensión de los bistros en el sentido de que seguiría buscando su espíritu, con los elementos de fuego, aire, agua, tierra y viento" y sería "ecléctico y detallista".

Por ahora, se enfocará en continuar su expansión en Guatemala y Costa Rica y más adelante consideraría abrir un bistro en México o Colombia. "Cada día me enamoro más de Latinoamérica. Quiero invitar a la región a terminar de descubrirnos y a valorar lo extraordinaria que es", concluye Méndez.

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