El estado de excepción en Honduras ya rebasó su primera semana implementada y con elementos de seguridad pública desplazados en zonas consideradas de riesgo por incidencia criminal.
Las maras, pandillas y otras bandas delictivas han huido a otros sitios o han sido arrestados por policías y militares que integran el mecanismo de búsqueda que el Gobierno de Honduras organizó con el objetivo de asestar golpes a la extorsión que azota a un segmento poblacional alto.
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Son 162 barrios y colonias de Tegucigalpa (89) y Valle de Sula (73) que permanecen bajo el estado de excepción, sin embargo, en las últimas horas, autoridades de seguridad se han referido a la posibilidad de ampliar la medida a otras regiones y municipios del país.
Miguel Martínez Madrid, portavoz de la Secretaría de Seguridad, detalló que aquellos municipios en los que se reporten masacres o feminicidios serán añadidos al estado de excepción.
“Si las estructuras criminales, miembros de las maras y pandillas cometen una muerte múltiple inmediatamente ese lugar donde ocurrió entrará en vigencia el estado de excepción parcial”, dijo.
“Esta es una medida preventiva y se da a conocer estratégicamente para que lo sepan maras y pandillas, estructuras criminales y grupos independientes que quiera realizar este tipo de acciones”, precisó Martínez Madrid.
El portavoz añadió que si la masacre o el feminicidio ocurre en una colonia o aldea, será todo el municipio el que entre en estado de excepción.
Las cifras de la Secretaría de Seguridad exponen que el estado de excepción ha dejado más de 230 capturados, al menos 700 libras de marihuana y cantidad similar de cocaína.
