Finanzas

Top 5 de bancos de El Salvador 2020: Cifras positivas al 1T

El Salvador también reportó cifras positivas en en la presentación de resultados interanuales a marzo 2020: un incremento del 6,14 % en los préstamos, superior al 9 % en activos y de 13,3 % en los depósitos.

2020-05-27

Por Pablo Balcáceres / Unidad de Inteligencia E&N

Acostumbrados a un entorno de crecimiento bajo, los bancos salvadoreños han venido mejorando su calidad de cartera, rentabilidad y su liquidez, analiza Martínez, de Fitch Ratings.

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En el país, otras medidas que se han implementado se relacionan con la liberación de reservas por parte del Banco Central (BCR) con el propósito de inyectar liquidez al sistema financiero, explica Pinilla, vicepresidente de Finanzas de Banco Agrícola.

"Esto se ha dado en dos fases, en ambas la dinámica ha sido liberar reservas con las cuales una parte se orienta a compra de títulos de gobierno, como un apoyo al país, y la otra parte queda disponible para la administración de los bancos", detalla.

Foto: Estrategia y Negocios
Foto: Estrategia y Negocios

Impacto covid-19 en la cartera

Los bancos y los reguladores están concientes de que muchas personas y empresas tendrán dificultades para pagar por diferentes motivos, como el cierre de negocios por la cuarentena. Estas medidas van a impactar los ingresos por algunos meses, pero les permitirían retomarlos más adelante y no deteriorar la calidad crediticia, evalúa Martínez, de Fitch Ratings. Sin embargo, la flexibilidad regulatoria en la fase de emergencia podría terminar cuando ésta pase. Será entonces que se pondrá a prueba la solvencia de cada entidad, dadas sus posiciones de capital y la sanidad de su cartera crediticia resultante. "La morosidad estará disfrazada estos meses por las medidas adoptadas que permitirán refinanciar y apoyar a deudores.

Eso, sin embargo, no será sostenible y tarde o temprano se deberá sincerar la calidad de cartera. En ese contexto, no sorprendería ver sistemas financieros con morosidades superiores al 10 %", opina Jasaui. Semejante nivel de morosidad podría ser manejable siempre y cuando sea momentáneo.

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"Podría haber casos donde la cartera se viera tan afectada por el desempleo y, en una situación externa, alguna institución financiera podría contemplar seriamente recurrir a fusionarse como una solución", advierte el analista de riesgo. Por su lado, CABI plantea que si un crecimiento rápido de la economía ocurre en 2021 los indicadores de cartera con atraso regresarán a los niveles de 2019. Y esto es muy probable si la crisis toma la forma de V, es decir, una caída rápida y una recuperación igual de rápida.

Los bancos de la región se encuentran en una posición sólida para hacerle frente este nuevo reto. Esto viene dado, por un lado, debido al fondeo mediante depósitos, una fuente más barata de recursos; y, por otro lado, debido a un manejo de liquidez adecuado, aporta Alfredo Calvo, de S&P Global.

"Al depender de depósitos, pulverizados en un número importante de ahorradores y normalmente de bajo costo para los bancos, creemos que las presiones de liquidez de la banca podrían estar contenidas. Además, hemos visto que los bancos que calificamos en América Central tienen un manejo de liquidez adecuado", plantea.

Por su lado, Martínez, de Fitch Ratings, piensa que el COVID-19 emerge como una prueba a la continuidad del servicio bancario, justamente uno de los aspectos que las calificadoras de riesgo ponen a prueba: cuáles son los planes de las instituciones financieras para sortear una interrupción de operaciones, en una diversidad de escenarios de riesgo.

En esta crisis, los bancos están probando la fortaleza de sus esquemas de riesgo operativo. "En muchas instituciones la mayor parte del personal está haciendo teletrabajo y las sucursales no están operando normalmente debido a personal reducido, horario reducido, y por eso vemos un movimiento hacia más transacciones por canales digitales", apunta Martínez.

La regulación también se verá motivada a buscar cambios de más largo plazo, sobre todo aquellos que faciliten la inclusión financiera a través de medios electrónicos, tales como monederos electrónicos, operaciones sin contacto y transacciones financieras móviles, que no implican tener una cuenta bancaria, apunta Jasaui, de PCR.

En suma, el coronavirus representa un ‘game changer’ para la banca, pues se dará paso a una nueva normalidad, agrega el especialista. El golpe de la emergencia ha sido fuerte, pero se mantiene en pie. No obstante, también ha dejado en evidencia que hay muchas áreas de oportunidad para lograr la inclusión financiera de amplios sectores de la población, sobre todo de aquellos de menores ingresos.

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