Finanzas

Banca alerta sobre el nivel de la deuda de El Salvador

De acuerdo a estas proyecciones, el mayor crecimiento de gastos generaría de un déficit que requerirá de un aumento adicional de financiamiento por el órden de US$640 millones (vía préstamos), el cual llevaría al indicador de deuda por encima del 70%.

2019-11-06

Por estrategiaynegocios.net

La Asociación Bancaria Salvadoreña (ABANSA) sostiene que un descontrolado incremento de la deuda pública de El Salvador puede provocar una revisión de la calificación de riesgo país e impactar al buen desempeño que reporta el sector.

El 2020 encontrará a El Salvador con una deuda que ya equivale al 70% del Producto Interno Bruto (PIB), una cifra que se convierte en la más alta de Centroamérica.

De acuerdo con el análisis de ABANSA, el sector financiero es uno de los más dinámicos de la economía e indicadores clave como depósitos y préstamos crecen a un ritmo del 4,6% y 8,4%, respectivamente (al cierre del tercer trimestre de 2019), mayor que la estimación del PIB para este año (2,3%).

Foto: Estrategia y Negocios



Raúl Cardenal, presidente de la Asociación, considera que el país debe asumir acciones en particular en un entorno de creciente incertidumbre en la economía mundial y para evitar que una eventual caída del dinamismo en Estados Unidos, principal destino de las exportaciones locales, tenga efectos sobre las previsiones del país.

'Consideramos que debe ponerse especial atención a la aprobación del presupuesto y sus implicaciones en la calificación de riesgo pais, el cual contempla un crecimiento del 2,5% del PIB para el año 2020, un crecimiento bastante optimista debido a que el resto de la economía mundial se está desacelerando', detalló.

En ese sentido, valoró que es clave que el país tenga un presupuesto balanceado para evitar que el déficit fiscal salvadoreño siga aumentando. 'El cecimiento en los ingresos se presupuesta en 5,4% para 2020, que también es optimista en vista del crecimiento del PIB en este entorno. Consideramos que el cecimiento de los gastos (de 6,8%) no debería ser superior al crecimiento de los ingresos para que el déficit fiscal no siga aumentando', dijo.

De acuerdo a estas proyecciones, el mayor crecimiento de gastos generaría de un déficit que requerirá de un aumento adicional de financiamiento por el órden de US$640 millones (vía préstamos), el cual llevaría al indicador de deuda por encima del 70%.

'Tenemos un compromiso de mejorar el tema fiscal para incentivar que las calificadoras de riesgo nos mejoren el grado y para lograr eso tenemos que trabajar en la disminución del déficit', agregó Cardenal.

Banca robusta

Marcela de Jiménez, directora ejecutiva de Abansa, explica que el sistema salvadoreño cerró el tercer trimestre del año con un saldo positivo el cual describe como de 'mucha solvencia y estabilidad'.

Los préstamos de la banca en El Salvador alcanzan los US$13.000 millones y crecen a una tasa del 4,6% (un 48% sobre el PIB). 'Estamos muy satisfechos que el crédito crezca al doble de lo que crece el PIB (2,3%)', dijo Jiménez.

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El sector más beneficiado con esta alza es el empresarial, que punto a punto -a septiembre 2019- crece a un ritmo del 5,8%, seguido del financiamiento a personas (4,5) y el de adquisición de vivienda (2,2%).

En cuanto a depósitos, la banca salvadoreña cerró el tercer trimestre de 2019 con US$13.000 millones y tiene un crecimiento de punto a punto del 8,4%.

'El sistema financiero está contando con suficiente liquidez y este crecimiento es reflejo de la confianza de los depositantes de la banca en El Salvador', dijo de Jiménez, quien agrega que los depósitos provienen principalmente de empresas, personas naturales y otras actividades, tomando en cuenta que si bien el país sigue teniendo un fuerte ritmo en recepción de remesas, este dinamismos es menor al experimentado hacia el mismo mes del año previo.

De acuerdo con ABANSA, la banca local sigue con una liquidez muy alta (34,8%), indicador que supera lo requerido por el regulador. Además, tiene una cartera de vencimiento de préstamos con tendencia a la baja que se sitúa en el 1,8%.

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De Jiménez destacó que pese a que el país ha tenido retrocesos en indicadores como el Doeing Business o el índice de Competitividad Global (ICG), la banca ha salido bien evaluada y se erige como uno de los pilares de la economía.

En el Doing Business, elaborado por el Banco Mundial, criterios como la obtención de créditos, han hecho que el país esté en la posición 25 de 105 países, mientras que en el ICG destaca que el sistema financiero es el 62 de 141 países, en tanto que por estabilidad es el número 18.

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