Finanzas

Una gran recesión se oculta detrás de los bonos del Tesoro de Estados Unidos

El comportamiento del rendimiento del bono a 10 años es clave para detectar retroceso económico. Según los datos, la próxima recesión será más grave de lo que muchos piensan.

2019-06-13

Por Bloomberg

Es fácil detectar señales de estrés en la economía estadounidense: se invierte la curva de rendimientos, los datos de empleo comienzan a deslucir y escala la guerra comercial con China. Es más difícil estimar cuándo se convertirá una desaceleración en una recesión. Predecir su severidad -leve o monstruosa- es aún más difícil.

Una investigación reciente de la Reserva Federal de St. Louis sugiere que los rendimientos reales de los bonos del Tesoro a 10 años son la clave para responder a esta pregunta.

Los autores miraron todas las recesiones que han sido predichas por la inversión de la curva de rendimientos. Luego miraron los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años en el momento en el que se da el cambio de tendencia y lo compararon con la duración de la subsiguiente recesión.

A primera vista esto no reflejaba nada: las tasas nominales en estos momentos críticos de inflexión no tenían correlación con la caída del crecimiento económico. Pero cuando miraron a la tasa de interés real -el rendimiento a 10 años menos la inflación- encontraron algo más.

Bajas tasas de interés real para los bonos del Tesoro a 10 años en los albores de una recesión estaban relacionados con caídas más pronunciadas tanto en duración como en desempleo.

Explicar la conexión es otro asunto. Mientras que es tentador dar a esto una lectura de relación causal, los investigadores especulan que bajas tasas de interés real son simplemente una señal de que los pronósticos para el futuro de la economía no son muy halagüeños. Como lo dicen, 'bajos niveles de tasas de interés real capturan señales tempranas de una futura desaceleración en el crecimiento económico'.

Esto tiene un sentido considerable si piensas en los últimos diez años. Sí, la economía se recuperó, pero solo mediante una asombrosa intervención a través de una política monetaria de interés cero. Para todas las conversaciones sobre la duración de la presente recuperación económica, el hecho de que las tasas de interés de corto o largo plazo no han aumentado es un síntoma de profunda fatiga económica.

Para poner la situación actual en perspectiva hay que mirar los gráficos. Las recesiones con los mayores picos fueron bastante graves: las de 1956, 1978 y 2006 han estado definidas por incrementos significativos del desempleo (hasta 4.5%) y también duraron mucho más que el resto de las recesiones.

Ahora tomen en cuenta el actual nivel real del rendimiento del bono del Tesoro a 10 años, un patético 0.35%, mucho menor al registrado antes de todas las grandes recesiones. Si se cumple el patrón -a menor rendimiento del bono a 10 años, peor la recesión -la caída que viene será la mayor por mucho.

Esa posibilidad puede parecer remota, dado que los inversionistas aparentemente han decidido que los grandes índices bursátiles están alcanzando alzas históricas.

Pero el rendimiento del bono a 10 años sugiere que deberíamos preocuparnos por lo que se oculta bajo la superficie. Si viene una recesión, hay amplias posibilidades de que sea más grave de lo que cualquiera espera.

Y en ese caso, los investigadores van a necesitar gráficos más grandes.

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