Por Daniel Verswyvel, Gerente General de Microsoft para Centroamérica
Las más de dos millones de micro, pequeñas y medianas empresas de Centroamérica son el corazón de nuestras economías. De ellas dependen no sólo el comercio, la industria, los servicios, sino también el sustento y el bienestar de millones de familias en la región, pues generan el grueso del empleo para los centroamericanos.
Sin embargo, la pandemia del Covid-19 afectó de manera particular a este sector, que, en su gran mayoría, no contaba con el músculo económico, las herramientas o conocimientos necesarios para sobrellevar los cierres y restricciones impuestos por la crisis de salud pública. Un estudio realizado por la CEPAL estimó que en Latinoamérica en 2020 podrían haber cerrado alrededor del 20.7% de las microempresas, el 7.1% de las pequeñas y el 2.8% de las medianas.
A pesar de ello, estos tiempos tan difíciles para las empresas tuvieron tal vez un aspecto positivo para aquellas que lograron capotear el temporal: demostró la enorme resiliencia, la creatividad y la agilidad con la cual se adaptaron las Pymes, que optimizaron sus procesos, redujeron sus costos, se mantuvieron conectadas y se reinventaron a una velocidad impresionante.
La tecnología jugó un papel clave no sólo en ayudarles a mantenerse operativas, sino en crear nuevos modelos de negocio y llegar a nuevos mercados y a más clientes. Aquellas Pymes que habían iniciado su transformación digital pudieron sobrellevar con éxito retos que ni imaginábamos.
Lo que dicen las cifras
En un reciente estudio comisionado por Microsoft sobre el impacto del COVID en las Pymes de todos los sectores económicos en Costa Rica, Panamá, Guatemala y El Salvador, el 95% de los encuestados afirma que aceleró su transformación digital y que los grandes habilitadores de estos cambios fueron los equipos de cómputo portátiles, el software para videollamadas y colaboración remota, y el almacenamiento y la computación en la nube. La delantera en la adopción de las tecnologías la llevan los servicios de mercadeo, ventas y atención al cliente.
Las respuestas de los encuestados parecen confirmar que estos cambios no tendrán marcha atrás: cerca del 90% reconoce que la tecnología será muy importante en el modelo de trabajo que adopten. El 42% de las Pymes considera que la productividad aumentó a pesar de las disrupciones, mientras 33% afirma que se mantuvo intacta.
Pero estas transformaciones van mucho más allá del software y de los equipos de cómputo; han creado una ola de aprendizaje y fortalecimiento en las de habilidades que son indispensables en un mundo cada vez más digital y global. El 81% de las empresas encuestadas afirma que ha implementado capacitaciones para digitalizar a los empleados, y 3 de cada 4 afirma que este nuevo esquema de aprendizaje constante se mantendrá una vez superada la pandemia. Adicionalmente, más del 90% de los encuestados confirmó que la tecnología facilitó sus procesos de reclutamiento, y siete de cada 10 declaró haber reclutado trabajadores más diversos. Estos factores, sin duda, dejarán marcas positivas en la cultura de las empresas, en su creatividad y capacidad de innovación.
La seguridad: un imperativo
Para sacar provecho del trabajo híbrido y de estas nuevas tecnologías es imperativo garantizar que las Pymes cuenten con las herramientas, habilidades y buenas prácticas que les permitan desarrollar de manera segura sus soluciones y que protejan sus activos digitales y, en última instancia, su negocio. Cuando los empleados, emprendedores y clientes se conectan remotamente para trabajar, comprar y vender, aumentan la superficie de riesgo ante las acciones de los actores maliciosos.
Estos, a su vez, incrementan sus ataques y sofistican sus técnicas para hacerse a la información empresarial, poniendo en riesgo la operación misma de las empresas. Un estudio de Karpersky reveló que los ciberataques en Panamá aumentaron en 60% y en Guatemala un 43% en 2021.
Frente a ello, las Pymes han tomado conciencia: el 78% de las empresas encuestadas declaró que la ciberseguridad es una prioridad en sus empresas. Sin embargo, conocer el riesgo no basta. Ponerse al día en materia de seguridad es una asignatura pendiente y urgente, sólo 6 de cada 10 empresas tienen políticas y tecnologías de ciberseguridad, apenas la mitad de las Pymes ha creado entrenamientos de seguridad para los colaboradores.
Listas para el gran salto
Las cifras confirman que las Pymes de Centroamérica tienen un gran apetito por incorporar nuevas tecnologías, una apuesta decidida por la capacitación y una migración a los servicios en la nube, todo lo cual suele ser un detonante de la innovación y la competitividad.
Sin embargo, la transformación digital es un proceso constante y no un punto de llegada. En la medida en que las tecnologías de base se asimilan e integran, surge espacio para la creatividad y la innovación se hagan más sofisticadas, y sólo 4 de cada 10 pymes encuestadas ha desarrollado aplicaciones tecnológicas como parte del proceso de transformación digital en sus empresas.
Ya un 84% de las empresas declaró que ha acelerado el uso de datos para la inteligencia del negocio y 6 de cada 10 empresas han optado por reclutar a personal especializado en ello. Seguir por esta senda permite que la Inteligencia Artificial, Big Data, el Machine Learning y la analítica avanzada -que con el modelo de pago por consumo en la nube ya están al alcance de cualquier emprendimiento- permitan a los negocios conocer mejor a sus clientes, conectar con sus empleados y sus procesos de manera más fluida, tomar decisiones mejor informadas.
Las condiciones están dadas para que las Pymes centroamericanas lideren la transformación y la tecnología los ponga en el centro de la cuarta revolución industrial, sin dejar a nadie atrás.
