Por Gabriela Origlia - Revista Estrategia & Negocios
La pandemia del Covid-19 y las cuarentenas aceleraron transformaciones que venían en marcha y que se esperaba terminaran en cinco o seis años.
No solo se trata del modelo de trabajo híbrido o las barreras cada vez menos nítidas entre el comercio digital y el físico, sino que los consumidores cada vez exigen más trazabilidady más sostenibilidad.
Aunque la tecnología y sus derivados son una arista clave de esas transformaciones, hay coincidencia en que el mayor desafío pasa por encontrar las estrategias de liderazgo, talento y recursos humanos que permitan hacer frente al nuevo escenario.
Crear equipos competitivos que sean capaces de dar respuesta a un contexto drásticamente cambiante es el eje para que el negocio no fracase.
El crecimiento del activismo digital está teniendo efectos profundos en la redefinición del poder, el papel de las ONG como intermediarias, la aparición de nuevos actor eso el reto de seducir a las nuevas generaciones, dice Liliana Arroyo, investigadora del Instituto de Innovación Social de Esade (España).
En ese contexto cambiante, se abren nuevas ventanas de oportunidad en la intersección entre las herramientas digitales y el storytelling, que “profundiza, de forma inspiradora, en la capacidad de los usuarios y las organizaciones para impulsar campañas virales en las plataformas sociales, así como en el desarrollo de herramientas que permitan acceder a información y compartirla de forma transparente, para conseguir concienciar, captar fondos o cambiar hábitos de consumo”, plantea.
“ECOSISTEMAS MÁS HUMANOS”
Andrés Pallaro, director del Observatoriode Futuro de la Universidad Siglo 21 de la Argentina, enfatiza que las empresas deberán acentuar el concepto de ser una “red de conversaciones”. Es decir, personas en constante configuración.
“La interacción es todo; hay que buscar crear valor común en condiciones de cambio permanente y, en ese ecosistema, Lacalidad y densidad de las conversaciones será clave”, proyecta el experto.
Ratifica la idea de compañías como “ecosistemas más humanos” y advierte que la batalla por el talento que ya se está viviendo transparenta que los perfiles más buscados le escapan a las empresas más estandarizadas, “basadas en el mando y el control”.
En cambio, eligen aquellas que dejan más espacio para la autonomía.“ ¿Alguien imaginaría hace tan sólo 20 años que una inmensa cantidad de gente trabajaría frecuentemente desde su casa conectada on-line con la empresa, con video conferencias con los clientes, compañeros y jefes, con todos los documentos digitales, vendiendo por todo el mundo sin moverse de su silla, y encima que eso funcionara?”, se pregunta Paco Muro, presidentede Otto Walter International, con sedes en España,Italia y Colombia.
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Señala que la transformacióndigital y social que se vive es “sólo el principio de algo” aunque reconoce que no sabe de qué exactamente, “pero algo grande que lo cambia todo”.
“Quiero pensar que al final lo que se mantendrá es que el éxito y la diferencia entre las empresas seguirán siendo las personas que trabajan en ellas. El buen liderazgo de quienes toman decisiones y guían el barco y la excelente participación y ejecución de todos los trabajadores”, sintetiza.
INTELIGENCIA PARA LA CREATIVIDAD
Las dotaciones de personal serán menoresporque la tecnología avanza y, en algunossectores, esos adelantos implican menorcantidad de gente.
Esos empleados con másposibilidades de quedarse y crecer serán losque tengan desarrolladas sus habilidadesblandas.
“Esa será una exigencia transversala todas las compañías, estarán agresivamenteenfocadas en ese punto y también en constituirred con otras”, grafica Pallaro.
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También considera que la transformacióndigital hace a las empresas más ágiles enfuncionamiento y es determinante para quela idea de “innovación” forme parte de las “operaciones cotidianas”.
Respecto del mix entre tecnificación y requerimientode habilidades blandas, Arroyo aporta que hay estudios que plantean queante la tecnificación marcada en lo más rutinario, la inteligencia humana y las capacidades de las personas se aprovecharán enaspectos en los que aportan mucho más valor.
“Esos elementos son la creatividad, empatía,intuición. Una serie de capacidadeshumanas y estrictamente humanas que no nos planteamos que se puedan mecanizar, y es ahí, donde podemosañadir valor. Muro prospecta sobre latransformación del liderazgo;está convencido de que la idea que “el de arriba manda como leda la gana, y los demás obedecen”, va a desaparecer.
Los que dirigen tendrán la responsabilidady compromiso de estar a la altura de lo que el equipo y la empresa necesita de ellos. Además, los empleados tendrán “compromiso con los resultados de la empresa, porque todo será más flexible. La relación trabajador-empresa será más parecida a la de proveedor de servicios y el cliente, siendoambos proveedores y clientes”.
¿PODREMOS REINVENTARNOS?
Paco Muro reconoce que hay directivosde la vieja escuela que ven con “pánico” estoscambios porque los viejos métodos quedarán obsoletos.
“Habrá que dirigir personas muy bien, y todo jefe deberá saber crear un entorno de altísima exigencia, alto rendimiento,atractivo, motivante y apetecible. Quien no logre eso no tendrá los resultados necesarios para sobrevivir y sumarse a la vorágine de cambios que van a llegar”.
El experto repasa que la mitad de los trabajosde hace medio siglo hoy no existen, y muchos de los actuales se harán de forma totalmente diferente.
“La conciliación, inclusión, diversidad o flexibilidad serán tannormales que ni se hablará de ellas, porqueserán lo que hay por todas partes en estemundo globalizado que apenas empieza a surgir”, añade Muro.
La receta para triunfar y evolucionar nodejará de ser la misma de siempre: tener unbuen plan y desde ahí hacer un buen trabajocon gente comprometida y motivada.
El filósofo futurista israelí Yuval Noah Harariacuñó el concepto de “clase inservible”.
Se trata de millones de personas que en 15 años no estarán empleadas ni serán empleables.
“La revolución de la inteligencia artificialy la automatización no será un evento único,sino una cadena de revoluciones cada vez mayores. Así que la verdadera gran pregunta es psicológica: como seres humanos, ¿tenemosla estabilidad mental y la inteligenciaemocional para reinventarnos repetidamente?”, cuestionó el visionario.
A su entender son esas destrezas -que nose enseñan en la mayor parte del mundo- las que marcarán la diferencia entre los que se adaptan y los que quedan afuera del escenario de variabilidad constante.
Harari advierte que lo primero que hay que comprender es que nadie sabe realmente cómo va a ser el mercado laboral en 2040 y, en esa línea, sostiene que habrá quienes se preparen para una profesión u oficio que sí se requerirá pero como se avecina una “cadena de revoluciones cada vez mayores” nunca se puede completar el ciclo con certidumbre.