Ser más seguro y aprender nuevas habilidades llevó a Jesús Murillo a salir de su país y regresar con la idea de ayudar al emprendimiento familiar, enfocado en la siembra de hortalizas.
Con 27 años de edad asegura que ser parte de programas enfocados a la niñez como Huerta Norte (Upala, Costa Rica) cuando era un adolescente, le han ayudado a mejorar sus perspectivas de vida y a enfrentar de mejor manera el mundo.
él y su familia cultivan hortalizas, vegetales y otros productos agrícolas para la venta.
"Mi primera profesión, siempre lo digo, es ser agricultor. Aunque ahora soy enfermero en el hospital de mi comunidad (Upala). Pero, creo que sin los agricultores no hay vida", destaca Jesús Murillo.
El joven costarricense tuvo, gracias a World Vision, la oportunidad de viajar a Chile y decidir ampliar el emprendimiento familiar, con el fin que este diera un ingreso mayor a la casa para mejorar su calidad de vida.
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Personas que deseen apoyar los programas de ayuda para menores de edad de World Vision puede ingresar a www.worldvision.cr
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"Abrí la caja, vi más allá y empecé a hacer las cosas diferentes… Viajé a Chile y conocí a dos organizaciones de jóvenes que eran proveedores de lechuga y otras hortalizas y me mostraron lo importante que es ser resilientes, innovadores y valorar nuestros productos y el precio de los mismos, para que nadie se aproveche de vos y de tu cultivo", indica.
Aprendí a ser mejor agricultor, a administrar los recursos y a tener una capacidad de negociación más sólida.
Murillo y su familia ahora dan parte de sus productos a una cadena de supermercados.
El emprendimiento se va ampliando, ya cuentan con ganado y otros cultivos.
"Nosotros nos enfocamos en ayudar y empoderar a los niños y niñas. Hemos visto que muchos niños de zonas vulnerables han crecido como profesionales gracias a nuestras herramientas. Nosotros solo damos el empujoncito… Somos constantes, damos seguimiento a cada uno de los miembros y los motivamos a seguir", asegura Mirtza Granados, Gerente de Mercadeo de World Vision Costa Rica.
Casas Club, una cuna de líderes
Mediante espacios seguros de interacción para la niñez y la persona adolescente, alternativas para la coordinación entre instituciones relacionadas al cuidado de personas menores de edad y talleres dirigidos a adultos para incentivar el cuido afectuoso, la organización World Vision Costa Rica apunta a mejorar el bienestar de este sensible grupo poblacional en el país.En materia educativa no formal, World Vision se apoya en las estructuras llamadas Casas Club, que son sitios donde se promueve la participación, el fortalecimiento de habilidades socioeducativas, los espacios seguros y el potenciamiento del liderazgo en personas menores de edad.
"Hemos buscado gente en las comunidades, creyendo en las redes de apoyo, para hacer transformación en las comunidades. Nosotros estamos enfocados en crear buenos profesionales y darles las habilidades blandas que necesitan para enfrentar la vida", afirma Granados.
Para este año 2022, la organización se ha fijado la meta de que al menos 1350 niños, niñas y adolescentes participen de las tres Casas Club existentes (Cañas, Upala y Siquirres).
Además, también se tiene la meta de que 388 niños y niñas participen en al menos una sesión trimestral de la propuesta Casa Club Viajera, que es una modalidad que visita comunidades alejadas de los centros de cada cantón en los que se ubican las Casas Club.
"En la escuela yo era tímido, pero gracias al apoyo que me dieron desde World Vision logré ser más extrovertido cuando llegué a la universidad. Porque no es solo de apoyar la educación, sino que dan talleres para ser más extrovertidos, cómo potenciar tu seguridad e imaginación, además de preocuparte por el mundo y los demás", apunta Jesús.
En cuanto a prevención de diversos tipos de violencia, estos espacios son parte también de espacios de coordinación interinstitucional e intersectorial para promover programas, proyectos y campañas que impacten positivamente la vida de la niñez y las personas adolescentes.
