La curiosidad y la lectura de libros de Julio Verne la llevaron a hacerse científica. Cuando era niña tenía mucha curiosidad, quería respuestas a múltiples preguntas "y solo la ciencia podía hacer eso por mí. Entonces, vi cuando los hombres iban a la luna. Mi padre se suscribió a una revista sobre ingeniería. Solía leerla y solo era mayor cuando vi esto: "Si envía una solicitud de la NASA, le enviaremos una carta con un sello que conmemora el primer vuelo a la luna"".
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Lo envió y recibió la carta y con el sello de la agencia aeroespacial. "Estaba eufórica y, en mis sueños, quería trabajar para la NASA". Pero ese deseo no era por ser astronauta, sino científica, a donde llegó con 34 años, allá por 1986 (al Centro Espacial Goddard), y donde permaneció hasta su jubilación, en 2006.
Hay cientos de ingenieros y científicos que envían sondas y satélites de construcción. "Participé en muchos equipos que hicieron eso, por ejemplo The Hubble y Cassini (sonda a Saturno).
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Mi campo fue la química física y la ciencia de los materiales". Varias veces se sintió ninguneada por ser mujer, pero decidió ignorarlo. "Mis acciones y contribuciones a la NASA son el resultado". Así, obtuvo múltiples premios dentro de la organización, incluyendo la Medalla de Honor y el Kerley, el premio que da el Goddard cada año al mejor inventor. "Fui la primera mujer y la primera latina que lo consiguió. Todas vamos a encontrar el machismo en nuestro camino para realizar nuestros sueños".
Benavides plantea que "todo es posible con esfuerzo y determinación", y alienta a las niñas y jóvenes a que caminen hacia la realización de sus sueños.
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La frase:
Mi principal logro para mí es haber podido trabajar para la NASA, una niña de Costa Rica con buenos padres pero pobre"