Mujeres Desafiantes

Nadja Irina Porcell: Lider de la salud pública en Panamá

La pandemia de la COVID-19 le ha trastocado completamente su vida. La doctora Nadja Irina Porcell Iglesias, Directora General de Salud en Panamá, ha adoptado el auto-aislamiento como medida de prevención con su familia, por tanto, tiene más de cinco meses de no abrazar y besar a su hijo, a su madre y al resto de su familia.

2020-09-17



Por Roberto Fonseca / Entrevista: Luis Alberto Sierra

Por otra parte, desde que irrumpió la pandemia en el país, su jornada laboral inicia a las 4 am porque siempre hay asuntos que resolver, decisiones que adoptar, coordinaciones que apresurar para dar respuesta a una crisis sanitaria que en los textos de medicina correspondía a páginas históricas. Del día a día en su lucha contra e Coronavirus, el momento más difícil es cuando llega a sus manos, la lista diaria de defunciones y encuentra nombres conocidos en el listado, sean de amigas o colegas.

"Son momentos difíciles, darte cuenta además que no puedes ir a reconfortar a sus familiares, a abrazarlos", dice.

Pero, a su vez, lo más gratificante es cuando un paciente se recupera, sale de las unidades de cuidados intensivos y regresa a casa con su familia. También, cuando un médico o una enfermera, ausentes por COVID-19, se reincorpora a su puesto de trabajo. Para ella, esos detalles son ahora relevantes, con mucho significado. Su rol como Directora General de Salud es ejercer la autoridad sanitaria, un papel muy difícil en términos profesionales y personales.

Lea el especial completo: Mujeres Desafiantes de Centroamérica 2020

Le corresponde dirigir los equipos profesionales y los esfuerzos institucionales, en coordinación con el Ministro de Salud. "Los momentos más retadores son cuando estamos adoptando decisiones y de repente, hemos enfrentado dificultades. En una ocasión, por ejemplo, se fue la energía eléctrica y estuvimos seis horas trabajando sin energía, y con más de 5.000 casos positivos, y ahí estuvimos sacando la información. Fue un momento retador", confiesa.

Ha estado vinculada al Ministerio de Salud de Panamá desde su primer año de internado, a finales de los años 80, y valora que en el futuro inmediato urge como país trabajar por un sistema de salud fortalecido, que le dé mayor relevancia al área de investigación científica.

Además, con mayor presencia en las comunidades. "Debemos fortalecer ese tejido social, puesto que la Salud es una construcción social", señala. En su opinión, la "nueva realidad" post COVID-19 obligará a los seres humanos, independientemente de su género, no a reinventarse, sino a reencontrarse con sí mismos, ya que la pandemia, "nos ha sacado la alfombra de nuestros pies, y hemos tenido que aprender a caminar de otras formas y, sobre todo, a respetar".

Foto: Estrategia y Negocios

"Nos hemos dado cuenta además que existe mucha gente en el mundo que no vive de la misma forma que nosotros, y que es menester que empecemos a hacer cosas prontamente a favor no solo que los que menos tienen, sino a favor de todos", finaliza.

En sus propias palabras

¿Doctora cómo define su rol, o el ámbito de acción el cual en el cual se desenvuelve?
Bueno, mira, el rol del director general es ejercer la autoridad sanitaria. No es un rol muy fácil, no es un rol que a la gente le caiga bien. Hay veces que tenemos que decir cosas que no suenan del todo bien, o en una forma amable. Tratamos de ejercer la autoridad de una manera armoniosa, pero no todas las personas lo entienden.


Nuestro rol es ese, el de la autoridad sanitaria, pero también dirigir a los equipos, dirigir los esfuerzos, hacer los análisis y tratar de en conjunto poder hacer equipos para tomar Decisiones. Pero no es un rol que sea muy fácil. En este momento se toman decisiones muy difíciles que abarcan a toda la población.
Algunas personas lo comprenden, otras no, pero tratamos de que las decisiones que se tomen sean en conjunto.
Trabajamos a la par con el ministro de Salud, que les gusta trabajar en equipo, y pues nosotros también llevamos ese ímpetu de poder formar equipos de trabajo para que se vayan haciendo cada una de las acciones y de las actividades que tenemos que hacer durante este periodo

¡Gratis! Descargue la edición especial de Mujeres Desafiantes

¿Tener que ejercer en este bien esta situación actual es algo que esperaba o es algo con lo que se encontró?
Nadie pensaba que esto iba a suceder.
Miro en retrospectiva, y a veces uno piensa que está en alguna película en las que toman esos temas de los últimos días del mundo, y esas grandes epidemias. Como que uno lo veía muy de cosas que ya pasaron en otra época. Cuando uno estudia en la universidad y estudia las grandes epidemias, son como partes de la historia, uno nunca piensa que esa historia la va a vivir. Esto fue algo que empezó en un lugar muy lejano, completamente diferente de nosotros, con personas que son de otras latitudes y que tienen unas costumbres completamente distintas.
Nadie se imaginó creo a nivel mundial que esto nos iba a tocar de esta forma, y nos ha tocado la vida de diferentes maneras. En la vida personal, en la vida profesional. Nunca me hubiera imaginado las cosas que hemos tenido que ver.
Los familiares que hemos perdido, los amigos que también hemos perdido, y yo creo que a partir de este momento no queda ninguna persona en el mundo que de alguna manera no haya sido tocada por el COVID-19.
Quizás no como paciente directamente, pero sí de alguna manera nos ha tocado a todos está esta enfermedad, y bueno hemos visto lo que ha pasado en otros lugares, y la verdad es que es algo que prácticamente podemos decir que nos tomó de improviso, aunque siempre estamos preparados desde el punto de vista de las emergencias, pero cuando digo de improviso me recibe a nivel global. O sea uno ve las cosas ocurren, las pequeñas epidemias que van sucediendo, pero una pandemia de esta magnitud la verdad es que yo no creo que haya alguien en este momento que haya imaginado que en algún momento nos iba a pasar esto. Esto parecía que ya nosotros lo hubiésemos rebasado, que en esta modernidad o post modernidad estas cosas no se iban a dar (11:36).
Quizás pensábamos más que todo en problemas de asuntos de guerras químicas, algún tipo, pero nunca de esta forma.

¿Qué ha sido lo más difícil y lo más gratificante ante este reto?
Lo más difícil me pasa todos los días, cada vez que me mandan la lista de las defunción. Encontrar amigos, nombres conocidos en esa lista, eso duele mucho.
Eso no es fácil. Estar también trabajando y darte cuenta que se fue un colega o sea fue una amiga o se fue un familiar tuyo. Que no puedes ir a despedirlo, que no puedes darle un abrazo a los que quedan. Esas cosas difíciles
Para mí gratificante son quizás las cosas muy pequeñas, que parecen insignificantes pero que están firmes.
Cada vez que un paciente sale del intensivo, cada vez que alguien va a recuperado a su casa, o a veces personas que me llaman, que yo no conozco, que quieren que yo les resuelva alguna situación. Son cosas que parecieran insignificantes, pero significan mucho.

¿En cuanto a sus proyectos para el futuro, ¿como como ve ese mañana, sus sueños?
Bajo esto que vivo, mi sueño es un sistema de salud fortalecido, un sistema de salud único, donde los esfuerzos ya no sean divididos, sino que seamos el equipo de salud, Donde tengamos la disposición personal para trabajar con las comunidades, con las personas, en el lugar donde viven, que tengamos elementos de los diferentes programas de salud presentes en las comunidades apartadas, como las comarcas, o esas comunidades que están muy lejos de nosotros, y que el sistema de salud tenga presencia, que no tengamos tanta división entre personas de primera clase y personas que tenemos que usar el sistema público, sino que el sistema público tenga un nivel de tanta calidad, que cualquier persona pueda utilizarlo sin distingo.


Ese quizás es mi sueño, y tratar de que haya actividades integradoras.
Hay una necesidad muy grande por parte del fondo panameño y por parte de todos
los salubristas, de que el sistema sea único y que tengamos una respuesta
eficiente y del que nosotros tengamos todos los insumos que necesitamos.
Que no tengamos que competir con ningún otro, con proveedores ni con nada de esas cosas, sino que tengamos lo que tengamos que tener, y que podamos poner en práctica cada uno de los conocimientos de todos los que están aquí en este momento laborando.
Que tengamos suficiente personal, que tengamos de todo.

Foto: Estrategia y Negocios



¿Cómo cree que le cambió la vida en este tiempo del COVID-19 y cómo está sorteando esos obstáculos, si cree que se ha tenido que reinventar?
El COVID19 le ha cambiado la vida a todo el mundo.
Teníamos una vida antes del COVID-19.
Nuestra vida ahora en él Post-COVID-19 va a ser diferente. No es nada más el uso de la mascarilla, no es nada más el distanciamiento social, el distanciamiento físico o la higiene de manos, es mucho más que eso, porque esta pandemia a mí particularmente me ha enseñado a apreciar la, parecerá trillado pero así, las pequeñas cosas que uno dan por sentado todo el tiempo, y me ha enseñado a apreciar las personas y a todos los que están alrededor de mí. Sobre todo también he enseñado a vivir otra vida diferente.
El ser humano vive a veces muy metido en las cosas del día a día, de los sentidos, y uno empieza a apreciar el silencio, a entender a la gente, y tienes que ya mirar a los ojos. Tienesque interpretar al ser humano y entonces uno profundiza en eso.
La vida me ha cambiado mucho, yo tengo más de cinco meses que no veo por ejemplo a mi mamá, a mis hermanos. Solamente nos hacemos videollamadas.
Yo vivo solo con mi hijo, al cual también tengo más de 5 meses que no le doy un abrazo un beso. Uno anda metido en tantos lugares, que uno no sabe que lleva y que trae. Vivo en mi autoaislamiento en mí casa, a pesar de que convivo con él.
Hemos aprendido a expresarnos nuestro amor y hemos aprendido a tener nuestra vida de otra Forma.
Esta pandemia me ha enseñado la relatividad de la distancia. Uuno puede tener cercanía con las personas aún en el distanciamiento físico que nos plantea, pero el obstáculo más grande es también tratar con las diferentes personas, todo lo que la gente habla, dice, todos los golpes que uno recibe en redes, en tantas cosas.
Es la inconformidad de las personas, sortear eso y comprender la posición de cada uno, y comprender que cada uno tiene una visión y que esa visión tiene que ser respetada, aunque no coincida con La tuya.
Eso creo que es lo que más me ha movido a mí en este momento, de aquello de reinventarse.
Pienso que no es reinventarse sino reencontrarse uno mismo y darse cuenta de que creíamos que teníamos un mundo ganado, que teníamos un estatus de cosas hechas, y realmente nos ha sacado la alfombra de nuestros pies, y hemos tenido que aprender a caminar de otras formas, también sobre todo a respetar.
Nos hemos dado cuenta además que existe mucha gente en el mundo que no vive de la misma forma que nosotros, y que es menester de que nosotros empecemos a hacer cosas prontamente en, favor no solamente de los que menos tienen, sino en favor de todos(25;25), porque hay gente que no tiene quizás cosas económicas pero tiene grandes cosas alrededor, y hay gente que tiene muchas cosas económicas pero que queremos una soledad infinita, entonces la vida en un Balance, esa es la parte que vamos a tener que aprender a reinventarnos a encontrar nuestro balance dentro de esta situación.

¿Cómo es su rol en su día a día combatiendo con la pandemia, cuáles son sus momentos más retadores y lo que más le gratifica?
Mis días comienzan a las 4 de la mañana.
Generalmente tengo que levantarme muy temprano y por qué me llaman y hay que resolver cosas.
Nos pasamos todo el día en diferentes actividades, desde revisando los protocolos de apertura, revisando aspectos legales, viendo cómo están las estadísticas y todos los días hacemos reuniones con los equipos de trazabilidad de las diferentes regiones de salud y así continúa todo el día una actividad sobre otras ideas.
El día termina siempre sobre las 9, 10 de la noche, el profesional, y luego llegar a mi casa. Tengo un hijo que se pasa todo el día solo en casa, porque está en aislamiento desde que su mamá empezó con esto, y entonces es escucharle todos los cuentos y escucharle sus análisis, todo lo que ha pensado, conversamos.
Así que mi día termina es quizá un poquito más tarde.
Los momentos más retadores son los momentos en que de repente estamos tomando decisiones y hemos tenido dificultades.
Un día se nos fue la luz y estuvimos seis horas trabajando sin luz, contando más de 5.000 casos.
Ahí estuvimos tratando de sacar la información. Ese un momento retador.
Momentos retadores también hemos tenido cada vez que nos dicen o no han dicho que tal colega falleció.
Hoy nos dieron una noticia de una colega que falleció, una muy joven. Entonces cada vez que pasan esas cosas uno dice, un día a la vez, mañana va a ser otro día, pero hemos tenido momentos muy difíciles.
Hemos tenido días en que ha habido más de 30 muertos, y muchos casos. Son días difíciles. Lo más gratificante es cada vez que vemos que los pacientes van mejorando, que van disminuyendo las mortalidades, que la gente ni está tanto en UCI (Unidades de Cuidados Intensivos) o que están disminuyendo los casis de sala. O, como muchas veces nos pasa, que nos dicen que la licenciada tal está hospitalizada o que fulano de tal está hospitalizado, y un momento gratificante cuando nos dicen salió y se encuentra bien, o cuando después de un mes de no ver a alguien que estaba conCOVID-19, lo vez que se reintegra a su puesto de trabajo. Eso a uno lo hace sentir muy, muy bien.

¿La gran enseñanza tiene que ver con valorar las cosas pequeñas?
Sí, pero fíjate que la pandemia también nos ha enseñado que hay muy pocas cosas que necesitas para sobrevivir.
Nosotros los panameños que vivimos siempre en los centros comerciales comprando, y que somos mucho de estar en la calle.
Si yo te dijera que extraño algo de esa vida anterior, tengo que decir que no, porque la pandemia nos ha obligado pero también nos ha enseñado. Por lo menos a mí me ha enseñado que no siempre es necesario que todo ese que se despliegue que antes uno hacía y te enseñado un poco la vida sencilla, la vida tranquila y que hay muchas cosas que no te hacen falta, que más le hace falta a la gente-

¿Cuál es su opinión sobre la manera como desde el gobierno el del sistema de salud se ha abordado y gestionado el tema de la pandemia y que se podría mejorar?
El gobierno nacional ha hecho todo lo que ha estado en nuestras manos. Hemos sido criticado muchas veces, pocas veces se le ha reconocido a las personas él el trabajo que hacen. Pero gestionar una pandemia no es fácil, es más fácil decirlo, criticarlo, que estar sentado y hacerlo.

Sea parte de nuestro evento Mujeres Desafiantes, esta vez digital: Regístrese

Se han gestionado todos los dinero necesarios, pero tenemos que reconocer que en este
momento Panamá no es el único país que está viviendo, esto lo está viviendo todo el mundo, y nosotros hemos tenido que competir con otros países desde insumos, pruebas, mascarillas, porque todo el mundo está necesitando lo mismo que nosotros estamos necesitando.
Se ha hecho se ha hecho todo lo posible. Quizás si hemos tenido que aprender muchas cosas.
Debemos tener fundamentalmente un sistema de salud fortalecido. Quizás si hubiéramos avanzado hacia este sistema único del que hablaba al inicio, quizás hubiésemos podido abordar la pandemia desde otra perspectiva, pero eso es solamente una elucubración, porque la realidad es que nadie está preparado para una situación como esta. Debemos partir de ahí pero Si hay algo que se debe mejorar no es nada más cómo se aborda la materia, sino el sistema en general. El sistema de salud, que debe ser único y que debe tener todos los elementos.
Una cosa que el país tiene que empezar a darle mayor fiabilidad y cabida es a la parte de la investigación.
Nosotros tenemos que gestionar, aprender a gestionar nuestros propio datos, nuestra propia información, de tal manera de poder tener para este pequeño para el pequeño país y para este pequeño suelo nuestros propios datos y nuestras propias conclusiones.
Siempre estamos viendo qué es lo que se hace en Europa, qué es lo que se hizo en China, que lo que se hace en otros lugares, y nosotros tenemos un talento nacional que está aquí y tenemos que poder utilizarlo.
Otra cosa que quizás deberíamos mejorar, y esto lo hemos aprendido en estos últimos dos meses, es el trabajo con las comunidades. Es un trabajo que debe seguirse fortaleciendo, que se debe incrementar e intensificar, porque es trabajando en equipo y con las comunidades, con los gobiernos locales, con otras instituciones, (…)como realmente nosotros podemos abordar de manera más integral y de manera más contundente situaciones como éstas.

Debemos fortalecer ese tejido socia, l y el ministerio de salud y el sistema de salud tiene que estar dentro de ese tejido social, puesto que la salud es una construcción social.

Ya estamos en la post-pandemia o la nueva fase que hemos iniciado ya. ¿Cuál cree desde su experiencia que será el mayor reto?
Uno de los mayores retos en el aspecto económico definitivamente es lograr llevar al país a la posición que teníamos antes y quizás mejorar incluso eso.
Retomar nuestra normalidad económica y eso va a ser un esfuerzo y eso va a ser un reto bien importante.
En la parte social el mayor reto es que vamos a tener que aprender a relacionarnos de otra forma. Como lo he dicho antes, el distanciamiento físico o social como le llamaban no es abandono ni es Indiferencia. Entonces el ser humano, nosotros los panameños, vamos a tener que aprender a socializar de otra forma.
El mayor reto es el respeto, en las diferentes estructuras y en las nuevas normativas.
En materia sanitaria nuestro mayor reto es poder, dentro de todo esto que estamos recibiendo, mantener el sistema en altos niveles de eficiencia, pero también tienen abocarnos al control de otras situaciones de salud que no necesariamente tienen que ver con el COVID-19.
Tenemos que retomar nuestro trabajo con las comunidades, tenemos que retomar las trabajo con las personas, en la parte de poder a miento en cuanto al autocuidado y sostenimiento de la salud, en cuanto a las enfermedades que constantemente que están llevando la carga de movilidad, como la diabetes de persecución, pero también con las secuelas que dejan está esta pandemia en materia de salud mental, la depresión y también el aislamiento que han sufrido algunos adultos mayores.
Son muchos retos en materia de salud, pero yo resumiría todo eso en la unificación del sistema y lograr tener un sistema de salud que pueda responder a todos esos nuevos paradigmas

12 ejemplares al año por $75

SUSCRIBIRSE